Otro tema que tiene pendiente el presidente Gustavo Petro: nombrar al nuevo director de la Aeronáutica Civil

En dos semanas se cumplen 90 días del gobierno del presidente Gustavo Petro y aún no ha nombrado al nuevo director de la Aeronáutica Civil. Y más allá de ser un apremio para el jefe de Estado, esto ha sido un problema para él, pues dentro de la entidad hay una puja derivada por un contrato: mientras los que ya están quieren seguir mandando, otros buscan poner sus nombres.

Para empezar, la Aerocivil recibe anualmente un presupuesto de dos billones de pesos, siendo una de las joyas de la corona para cualquier gobierno y sus cuotas políticas; sin embargo, es inevitable que sectores afines al conservador continúen liderando esta institución. De hecho, en medio de la puja por la elección del nuevo director, se ha quedado el actual encargado, Francisco Ospina.

De acuerdo con la revista Cambio, esta prórroga permitirá a Ospina poner a gente de su confianza en cargos importantes de la entidad, como la dirección de estructuración de contratos para asegurar la transparencia en futuros procesos. Ese puesto, actualmente, lo dirige María Consuelo Durán, una de las atornilladas: ostenta una carrera de 30 años dentro de la institución; empero, pese a sus pergaminos llegó a esa oficina bajo recomendación de Jair Fajardo, exdirector de la Aeronáutica.

Ahora, con respecto a la disputa por la dirección de la entidad, esta se debe al contrato matriz de seguridad, firmado el 29 de diciembre de 2019 y cuya función es la de proveer los servicios de seguridad destinados a la operación de 127 aeropuertos y estaciones. Todo esto, costará aproximadamente 330.000 millones de pesos.

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De acuerdo con el medio citado, aquella contratación se divide en seis partes, o subcontratos; cada uno de ellos con la función de suministrar la seguridad de los aeropuertos de Valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca, Atlántico, Norte de Santander y Meta. El costo inicial del contrato fue de 200 mil millones, pero terminó subiendo a 240.000; y aunque se vencía en mayo del año pasado (pues tenía vigencia de 43 meses), fue prorrogado hasta el 15 de diciembre. De hecho, con el incierto panorama sobre el nombramiento del nuevo director, tendrá que pedirse una nueva prórroga.

Dentro de ese paquete de subcontratos, el más abultado es el de Cundinamarca, pues se firmó por 60.864 millones de pesos pero quedó en 72.460 millones por las otras adiciones. La compañía contratista es Servisión de Colombia, propiedad de la familia de Luis Oswaldo Parada, actual cónsul en México. Este cargo se lo dieron como premio de consolación luego de quemarse en su aspiración de llegar al senado por el Centro Democrático. Oscar Alexánder, su hermano, fue quien firmó el contrato.

Esa empresa no solo se ha beneficiado con el contrato de la Aerocivil, también con otros de entidades como la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la Contraloría de Cundinamarca, la Procuraduría General de la Nación y la Universidad Militar Nueva Granada. Esta familia apoyó abiertamente a Iván Duque en las elecciones presidenciales de 2018, y un año después, fue posesionado como cónsul.

El nombramiento fue el 17 de diciembre de 2018, y 11 días después (28 de diciembre) se firmó el contrato con ese gobierno. Actualmente, sus hijos son accionarios de la empresa. Ahora, está en manos del presidente Petro el futuro del jugoso contrato por valor de 330.000 millones.

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