“Yo creo que pude haber contextualizado mejor mi convicción del decrecimiento”. Así empezó a responder la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres, en una entrevista con el diario El País cuando le preguntaron si estaba arrepentida de haber dicho que los países desarrollados tenían que decrecer.
Dicho cuestionamiento está relacionado con lo expresado en septiembre pasado en el Congreso Nacional Minero, desarrollado en Cartagena (Bolívar), para discutir acerca de transición energética, seguridad alimentaria y adaptación al cambio climático.
En este, dijo que Colombia debe exigirle a los otros países “decrecer sus modelos económicos”, lo que generó un sinnúmero de reacciones, entre el respaldo del Gobierno nacional, críticas del sector empresarial y, por supuesto, burlas, pues se consideró una salida en falso.
Ahora, en la entrevista con el citado medio, Vélez Torres aseguró que sabe que decrecimiento es un concepto nuevo para el sector minero tradicional y por eso cree que tal vez debió haber hecho un poco más de pedagogía, aunque hizo una aclaración.
“Frente al decrecimiento en sí, no me arrepiento, no es posible arrepentirse cuando somos conscientes de la crisis climática y ambiental global. El decrecimiento nos ayuda a reconocer la desigualdad en el modelo económico que desconoce que los recursos son finitos”, subrayó la funcionaria.
De igual manera, aclaró que hablar del decrecimiento es hablar de cómo los países del norte global se hicieron ricos a expensas del empobrecimiento y el daño ambiental en el sur global.
A su vez, aceptó que las personas que la criticaron creyeron que ella decía que la economía colombiana tenía que decrecer y anotó que ese fue el origen de la malinterpretación.
“Yo lo dije claramente: son las economías del norte global, los países desarrollados, los que deben decrecer para darle el espacio a economías como la nuestra para crecer. Un país como Colombia, con tantas inequidades, lo que necesita es crecer económicamente. Pero la idea es crecer con una economía descarbonizada y circular, crecer respetando el medio ambiente y los derechos humanos”, agregó.
Sobre cómo se puede dar esto, subrayó que el Gobierno nacional quiere que la economía colombiana crezca en economías sostenibles y productivas, economías para la vida.
“Uno también podría crecer a partir de la intensificación del sistema exportador de materias primas, pero las cuentas de ese crecimiento le salen muy mal al socio-ecosistema más vulnerable”, puntualizó.
En el medio también le preguntaron sobre las declaraciones cruzadas con el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, sobre los contratos de exploración de petróleo y gas, las cuales, en parte, generaron incertidumbre en inversionistas e impulsaron el precio del dólar en los últimos días.
Respondió que realmente no tienen una contradicción. Además, que como gobierno dijeron que se necesita estudiar cómo se hará la transición energética, que también implica una transición de la balanza exportadora, en lo cual, que es lo más importante, están en sincronía.
“Sabemos que la transición energética debe ser gradual y responsable con la economía nacional. Por eso necesitamos asegurar que en la misma intensidad en la que descarbonizamos nuestra economía, fortalecemos otros sectores productivos, como el turismo, para cambiar la balanza sin que haya crisis”, enfatizó.
Ante esto, precisó que se debe actuar ya, pero de forma responsable y en este punto el Ministerio de Minas y Energía está articulado con el Ministerio de Hacienda.
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