Una madre de la comunidad el Pescaíto, de Bagadó, Chocó, se encontraba vendiendo artesanías junto a sus seis hijos, en un espacio público del municipio de Bello, al norte de Medellín, cuando se le acercó una desconocida y le manifiestó que quería comprarle ropa a la bebé, supuestamente, como un acto de generosidad.
Las investigaciones preliminares sobre el caso hablan de que las dos mujeres pactaron un encuentro en un centro comercial en ese municipio al norte de Medellín.
Luego de avalar el preacuerdo suscrito entre la Fiscalía General de la Nación y la defensa de la ciudadana venezolana Sanyerlyn de los Ángeles Da Costa Álvarez, un Juez Penal del Circuito de Bello (Antioquia) decidió condenarla a 8 años de prisión por el secuestro de una menor de la comunidad indígena Embera Katío, de apenas de cuatro meses de nacida.
Los hechos investigados ocurrieron el pasado 31 de mayo en un centro comercial del municipio de Bello (Antioquia) donde la hoy procesada, bajo engaños, logró llevarse a la menor para, supuestamente, comprarle ropa.
La investigación permitió establecer que un día antes de los hechos, la hoy sentenciada contactó a la madre de la niña en el barrio El Poblado de Medellín y le dejó su número celular con el pretexto de, supuestamente, brindarle la ayuda que necesitara.
La extranjera fue capturada por la Policía Nacional el miércoles 1 de junio en el mismo centro comercial donde cometió el delito. Ante la presión de las autoridades la mujer regresó al lugar con la intención de devolver a la menor de edad.
Por estos hechos Da Costa Álvarez fue encontrada responsable del delito de secuestro simple agravado y atenuado, y tendrá que pagar una multa de 400 salarios mínimos legales vigentes y deberá cumplir la sentencia en el establecimiento carcelario que designe el Inpec.
<b>En contexto</b>
<b>Bebé indígena robada en Bello, Antioquia, iba a ser usada para pedir limosna, confesó la secuestradora</b>
La mujer que raptó a una bebé de tres meses de edad, a través de engaños a una mujer indígena, había tratado de explicar a las autoridades el propósito del secuestro mientras se adelantaban las investigaciones en su contra para proceder a su judicialización y el restablecimiento de derechos de la menor.
La mujer se entregó el pasado 1 de junio, cuando se presentó al centro comercial del municipio de Bello donde cometió el secuestro de la bebé, se comunicó con el personal de seguridad y estos informaron a las autoridades que estaban detrás de su paradero y habían ofrecido hasta 45 millones de pesos por información.
El comandante de la Policía Metropolitana, el brigadier general Javier Josué Martín, ofreció una rueda de prensa para ampliar los detalles del caso que había conmocionado al país. Según dijo, son muchas versiones diferentes las que ha entregado la capturada a las autoridades, de las cuales han descartado varias.
“En algún momento decía que ella quería tener un hijo, pero no había tenido la posibilidad, cantidad de cosas”, sostuvo el general. Otras de las hipótesis correspondería a que quería utilizar a la menor para explotarla en la mendicidad, incluso tratando de evadir la culpabilidad del delito.
Otra de las versiones que entregó la mujer, según explicó el general Martín, es “que la había tomado prestada para la mendicidad, que la mamá le había hecho un gesto, como no habla español, que ella entendió que sí, que se la llevara, eso es absurdo”, señaló.
SEGUIR LEYENDO: