El exministro de Salud, Fernando Ruiz, no ha parado de criticar las decisiones de quien fue su crítica y hoy es su sucesora en esa cartera, la pediatra Carolina Corcho. Su reclamo más reciente surgió este jueves 20 de octubre, luego de que se conociera que el Estado colombiano está a la espera de recibir 25 mil dosis de una fórmula experimental para prevenir la viruela del mono en el país.
En el anuncio, Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud, explicó que hasta la fecha se han confirmado 3.110 casos de este virus en el país, de los cuales el 99.3 % se ha presentado en hombres entre los 18 y los 48 años de edad. Añadió que en el 80 % de los casos ya se encuentran recuperados y sin secuelas de salud adicionales ni ningún fallecimiento. También indicó que los casos siguen presentando una “dinámica concentrada” y que en Colombia, al igual que en otros países, se presenta una “lentificación” de las transmisiones del virus, así como una “autolimitación de la enfermedad”.
Ruiz compartió el comunicado del Ministerio de Salud en el que se anuncia la llegada de estos biológicos. Seguramente, esta parte de la misiva le resultó malsonante: “esta negociación hace parte de un proyecto de investigación que varios países llevan a cabo con la Organización Mundial de la Salud y, además, permitirá ampliar las acciones de atención que monitorea en el país sobre este particular”. Además de la OMS, el experimento estaría siendo conducido por la farmacéutica Bavarian Nordic, pero Corcho estaría adelantando negociaciones con otras casas farmacéuticas para adquirir las vacunas.
Para el exministro, no es una buena idea que Colombia reciba vacunas experimentales, ni siquiera si el experimento está siendo vigilado por la máxima autoridad sanitaria del mundo. A Ruiz tampoco le gusta que el acceso a las vacunas de un virus con más de tres mil casos reportados en el país esté supeditado a las prioridades de terceros.
“El acceso a vacunas contra viruela sÍmica y nuestra soberanía y seguridad sanitaria pasaron a depender de un tercero y sus prioridades de investigación. Hemos retrocedido 50 años en vacunación. En tanto “negociamos”, que el contagio y el dolor sigan. Patético @MinSaludCol”, aseguró el exministro.
Su crítica no paró allí. De hecho, este mismo jueves le dedicó toda una columna a la ministra Corcho en la revista Semana, en la cual extiende sus reclamos sobre el mismo tema: la demora en la adquisición de vacunas contra la viruela del mono. Aseguró que este virus debería ser una prioridad para la salud pública porque se debe considerar la protección de los grupos de riesgo, las personas vulnerables a desarrollar complicaciones y el resto de la población.
“Prevenir la enfermedad y el dolor son acciones de salud pública, mucho más cuando afecta poblaciones históricamente excluidas”, afirmó, para luego recordar que la población LGBTI y los trabajadores sexuales son los más afectados por este virus.
En ese orden de ideas, Ruiz calificó de penosa y peligrosa para todos los colombianos la actitud pasiva de la ministra de Salud con respecto a la compra de estas vacunas. “El resultado es patético, se reconoce el peligro para la salud de los colombianos pero no se hace nada. Un paso atrás y un equívoco precedente ante nuevas crisis sanitarias. La grandilocuencia frente al derecho a la salud fenece al proteger a los más vulnerables”, reprochó el exministro.
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