Desde el municipio de Turbo (Antioquia), donde se llevó a cabo una sesión de los diálogos regionales vinculantes para los habitantes del Urabá, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo comentarios contundentes contra varios sectores sociales y políticos que han mostrado sus reparos con respecto a la reforma tributaria, a la cual algunos partidos de Gobierno están presentando reparos y podría no ser aprobada en el Congreso.
El jefe de Estado lanzó la advertencia a las fuerzas políticas tradicionales: “sí, un grupo de gente adinerada va a pagar más impuestos. No se van a arruinar por ello”. Añadió que existe un déficit fiscal grande “que dejó el presidente Duque por su mala política económica” y debe ser cubierto por alguien, pero no lo hará la población pobre. “Lo que no podemos es volver al pasado, a pensar que un déficit tan grande como el que dejaron, que no lo dejó Petro, gastos por encima de los ingresos en una cantidad abismal de decenas de millones de pesos, lo van a pagar los pobres”, subrayó.
“Ese hueco no lo van a pagar ni las ni los trabajadores de Colombia. Por eso estalló la sociedad colombiana hace año y medio. Por eso se prendieron las hogueras en las calles y en las carreteras y los barrios se alzaron y las juventudes decidieron pasar a ser la primera línea de la resistencia y de la rebeldía —que no del terrorismo, como pregonan los voceros de la extrema derecha—”, añadió el presidente.
Petro también se dirigió a los gremios económicos, los principales detractores de los nuevos impuestos. Según él, durante el periodo de Duque tuvieron tiempo más que suficiente para advertirle al exmandatario que no sobregirara al país.
“No es el momento de decir ahora, cuando queremos pagar esa deuda con impuestos de las grandes fortunas improductivas, que entonces las pague el pueblo, que entonces pague el pueblo a través de tomarse la sopa, los impuestos de la deuda y de la mala política del pasado gobierno”, aseguró. Además, prometió que el país aumentará su capacidad para pagar sus deudas, pero no a costillas de los pobres.
El mandatario envió un mensaje directo a los congresistas sobre los impuestos al petróleo y el carbón: según él, aumentarlos no perjudicará a nadie, “Ni siquiera a los actuales contratistas del petróleo y el carbón que sacan sus utilidades. Simplemente aprovechamos el último momento de altos precios del petróleo y del carbón para que una parte vaya a la sociedad colombiana”.
También mencionó que la prioridad del pacto social es solucionar las necesidades inmediatas de un pueblo sufrido para que haya paz con justicia social y ambiental, lo cual “no significa que los pobres paguen los huecos y las deudas que dejaron los ricos de Colombia. Eso no es justicia social. Justicia social es que podemos ganar todos. Que para disminuir la desigualdad, quienes tienen que ganar más son los que lo han perdido todo, son los excluidos y las excluidas. Pero que también las gentes que han dominado la economía de Colombia pueden ganar, porque un rico se vuelve más rico si el pobre deja de ser pobre. Concepto que nunca ha sido tenido en cuenta en Colombia”.
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