El nombre de Daniel Rendón Herrera, más conocido como alias ‘Don Mario’ volvió a ser tendencia en la agenda colombiana, pues tras algunos años de haber sido enviados a los Estados Unidos, este lunes fue sentenciado por una jueza de Brooklyn a 35 años de prisión por los crímenes relacionados con narcotráfico y terrorismo.
‘Don Mario’ ha sido en la historia de Colombia una de las figuras del narcotráfico y el paramilitarismo más temidas y buscadas, nacido en Amalfi, Antioquia, el criminal en su momento fue fundador de estructuras como las Águilas Negras, Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el Bloque Héroes de Castaño o Los Urabeños, que posteriormente se convirtió en el Clan del Golfo, actual grupo narcotraficante más peligroso del país.
Su hoja de vida criminal no solo pasa por la fundación de grupos de narcotráfico y paramilitarismo, sino que las investigaciones señalan que el líder criminal habría dejado al menos 6.000 víctimas de desplazamiento, asesinato, tortura y secuestro.
Sus inicios como ficha clave en el conflicto armado comenzó al servicio de los hermanos Castaño en 1990; Daniel junto a su hermano Freddy se unieron a las filas de las Autodefensas Unidas de Colombia -AUC- y ascendieron rápidamente. Sin embargo, en un punto se separan, pues, tas la muerte de Fidel Castaño, Freddy se vuelve la mano derecha de Carlos y Daniel se volvió la mano derecha de Vicente que desapareció en el 2007.
Dentro de las AUC tuvo un papel muy importante, ya que comenzó a ser el administrador de grandes sumas de dinero que, en su momento, también se usaron para comprar políticos a favor de la criminalidad, proceso que después fue conocido como ‘parapolitica’.
Tras haber militado durante varios años para la estructura de los Castaños, la desaparición del que fue su jefe por más de una década y rechazar su participación en los acuerdos que dieron el surgimiento de la ley de Justicia y Paz en Colombia; ‘Don Mario’ decide fundar las Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC-, donde estuvo al mando de 400 hombres en el Urabá chocoano y controló el narcotráfico de esa zona mediante alianzas que hizo con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC-EP-.
Tras dos años de acumular poder y lograr ganar espacio en los territorios narcotraficantes por las disputas que sostuvo y le ganó a otras bandas criminales de ese momento como Oficina de Envigado y los Paisas; su imperio siguió creciendo y junto a Dairo Úsuga, alias ‘Otoniel’, también extraditado y capturado en el 2021, mantuvieron el liderazgo de las AGC que luego se volvería oficialmente el Clan del Golfo.
La relación con ‘Otoniel’ comenzó, pues, el exjefe narcotraficante confiaba a ciegas en alias Juan de Dios Úsuga ‘Giovanny’, el hermano de a Dairo Úsuga, sin embargo, tras ser abatido, ‘Otoniel’ se perfiló como el reemplazó de su hermano en la estructura y rápidamente se volvió en no solo en un hombre de confianza sino en un socio de ‘Don Mario; razón por la que en los años que Úsuga estuvo a cargo se volvió la máxima figura del Clan.
Sin embargo, sus crímenes pararon en el 2009, cuando fue capturado por las autoridades colombianas en un operativo que se desarrolló en Necoclí, la misma zona de Urabá donde fue capturado ‘Otoniel’. Tras su captura fue procesado por la justicia ordinaria y en los años que se mantuvo en el país decidió revelar información que ayuda a esclarecer hechos de violencia y hasta dio nombres de políticos que fueron partícipes de los dineros del narcotráfico.
Pero pasados, 9 años en la prisión colombiana, fue extraditado a los Estados Unidos por sus actividades terroristas desarrolladas en el tiempo que estuvo en las AUC y los crímenes de narcotráfico que desarrollo. Antes de su condena, buscó acogerse a mecanismo de justicia transicional en Colombia, pero no lo logró, por ejemplo, buscó entrar a la JEP y quiso tentar a la Fiscalía con información sobre la participación de Santiago Uribe Vélez en la conformación del grupo paramilitar Los 12 apóstoles y en el asesinato del conductor de bus Camilo Barrientos.
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