La Alcaldía de Chita (Boyacá) efectuó una orden de cierre administrativo a una mina de extracción de carbón para detener sus actividades dado que está ubicada, al parecer, en una zona que tendría limitaciones para desarrollar esta actividad. Esta mina fue localizada en la parte rural del municipio, donde se encuentra también el histórico Páramo de Pisba, situación que impediría la expedición de las licencias ambientales para que se puedan ejercer labores de minería.

Para evaluar el cumplimiento de la orden administrativa emitida por la administración municipal, la Defensoría Regional de Boyacá acudió hasta este sector, situado en el kilómetro 87 de la vía nacional La Libertad, que conduce del municipio de Chita a Tunja, la capital del departamento.

Una vez en el campo, la entidad del Ministerio Público pudo revisar la entrada de la mina dedicada a la extracción de carbón para comprobar que la orden conferida por la alcaldía municipal tuviera cumplimiento. Sin embargo, en las revisiones hechas, se pudo determinar que todavía se están ejerciendo labores de trabajo minero para la extracción de carbón.

Por esta razón y entendiendo que las actividades mineras se estarían concentrando en la jurisdicción del Páramo de Pisba, la Defensoría del Pueblo envió un comunicado a la autoridad ambiental del departamento, Corporación Autónoma Regional de Boyacá (CorpoBoyacá) y a la Fiscalía General de la Nación.

La comunicación enviada por la Defensoría Regional de Boyacá se hizo “a fin de generar las acciones pertinentes para la protección y defensa de los derechos colectivos y del medio ambiente en el Páramo de Pisba”, expresa la entidad del Ministerio Público.

La minería ilegal no es el único problema que afronta este páramo que tiene una importante influencia para el suministro hídrico de gran parte de Boyacá y Casanare. La región del páramo de Pisba y sus zonas aledañas, que fácilmente puede albergar a más de 41.000 habitantes, está habitada por población campesina. Lo que significa que sus actividades principales son la agricultura o la ganadería a pequeña escala.

Este tipo de actividades sobre zona de páramo afectan la supervivencia de los ecosistemas que allí habitan, y a pesar de que toda la población anteriormente mencionada no se encuentra en la principal zona de influencia del páramo, sí existe la importancia de una delimitación del páramo para entender qué zonas se pueden habitar y en cuáles se puede trabajar la tierra sin afectar los ecosistemas.

En el 2018, el Tribunal Superior de Boyacá emitió un fallo en segunda instancia a favor de la comunidad para declarar al páramo de Pisba como sujeto de derechos, con esta acción judicial también se le ordenó a las autoridades ambientales a trabajar para su delimitación.

Si bien se estableció que el páramo merece protección ambiental, Las comunidades que habitan en partes próximas al páramo o en sus zonas de influencia, esperan tener una respuesta en cuanto a su habitabilidad en la zona.

Los municipios que allí convergen son Socha, Socotá, Gameza, Tasco, Chita, Jericó, el área urbana de varios de ellos está sobre los 2.500 metros sobre el nivel del mar (msnm). Sin embargo, algunas zonas veredales se encuentran ubicadas en lugares considerados como páramo. Entendiendo que la definición del Ministerio de Ambiente para considerarlo como tal, es la elevación de la tierra por más de 3.200 msnm. Razón por la que urge para las comunidades una delimitación del páramo, tal como lo confirió el fallo del Tribunal Superior de Boyacá.

SEGUIR LEYENDO: