Seis meses sin José Mauricio: familia pide respuestas en el crimen del joven quien habría sido asesinado por compañeros de su colegio

El caso de José Mauricio, en la actualidad, se encuentra en manos de la Fiscalía 83 seccional, de la unidad de responsabilidad penal para adolescentes. La familia del menor asegura que no se ha visto un avance significativo en la investigación

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Foto: Colprensa/ Vanguardia
Foto: Colprensa/ Vanguardia

El pasado 13 de abril del año en curso falleció, de manera violenta, José Mauricio, un joven de 17 años. De acuerdo con lo que se conoció en ese momento, su deceso se dio luego de ser agredido por parte de sus compañeros de clase luego de ir a la casa de uno de sus compañeros, según él, para adelantar unas tareas. El menor de edad, que cursaba último grado en la Institución Educativa Eduardo Umaña Luna, nunca volvió a su hogar. Recientemente, la madre del menor, Claudia Ospina, habló con la revista Semana acerca de lo que ocurrió aquel día.

Fue a las once de la noche cuando la mujer llegó a su hogar. Su hijo, hasta esa hora, no había contestado sus mensajes, pero ella decidió mantenerse en calma al confiar que el joven se encontraba en la vivienda de su compañero de clase. Fue a la madrugada del siguiente día que la incertidumbre incrementó en ella, pues su hijo seguía sin dar señales de estar bien.

“Empecé a marcarle al celular, pero no me respondía, al tercer intento me contestó una persona y me aseguró que era un agente del CTI, yo le pregunté por qué él tenía el celular de mi hijo, qué había pasado con él y el agente me respondió que al parecer a mi hijo le habían robado el celular y que lo encontraron al interior de una casa, y que había varios heridos, por lo que me pidió que me trasladara de inmediato al hospital de Kennedy”, contó Claudia en su conversación con ese medio de comunicación.

Fue al llegar al centro médico cuando una patrullera de la Policía le confirmó que su hijo se encontraba muerto. En su momento, le dijeron que el joven había sido hallado totalmente desnudo y que su fallecimiento había sido a causa de una supuesta sobredosis. Allí iniciaron las versiones encontradas, pues ella sabía que su hijo no consumía ningún tipo de sustancia. Así mismo, Ospina empezó a notar inconsistencias en las horas del fallecimiento de su hijo y en las causas del mismo, pues aunque el expediente decía que el cuerpo no tenía aparentes signos de violencia, en el proceso de reconocimiento del cadáver ella notó varios moretones e inflamaciones.

La historia empezó a desenredarse cuando Ospina se enteró de que su hijo había terminado en una casa diferente a la que le había dicho inicialmente. Una vivienda, además, de alguien que no hacía parte del círculo de amigos cercanos de su hijo. Las autoridades, según la información que expuso Semana, empezaron a recopilar pruebas para esclarecer lo ocurrido, entre ellas, un video que había sido grabado en la noche de los hechos. En él se veía al joven, todavía con vida. Hacía las 00:02 horas del día siguiente, el miércoles 13 de abril, se reportó una llamada a la línea de emergencias de la ciudad.

El hermano mayor de uno de los jóvenes que se encontraba en la reunión se había comunicado con las autoridades para advertir que. al parecer, en el lugar se estaba presentando una violenta riña. Uniformados de la Policía llegan a atender la emergencia, y se encuentran con una escalofriante escena: el cuerpo de José Mauricio, sin vida, desnudo, envuelto en sábanas, con las manos cubiertas con bolsas de papel y plástico.

Hacia julio, tres meses después de los hechos, el Instituto de Medicina Legal hizo público el informe pericial consecuente de la necropsia. El cuerpo de José Mauricio no tenía rastros de ninguna sustancia. Por el otro lado, sí tenía moretones en su rostro y en el resto del cuerpo que daban prueba de una salvaje golpiza. “Fallece por encefalopatía hipóxica isquémica (secuelas neuropsicológicas secundarias a la falta de oxígeno), secundaria a compresión extrínseca del cuello”, dice Medicina Legal.

El caso de José Mauricio, en la actualidad, se encuentra en manos de la Fiscalía 83 seccional, de la unidad de responsabilidad penal para adolescentes. La familia del menor, sin embargo, ha manifestado que, aunque ya son seis meses desde la muerte del joven, no se ha visto un avance significativo en la investigación.

“Le pido a la fiscal, que por favor, le dé celeridad al caso. Yo no estoy señalando a nadie, no estoy dando culpables, las autoridades son las que se encargarán de dar con los posibles responsables, yo lo único que pido es que la muerte de mi hijo no quede impune”, concluyó Claudia ante ese medio de comunicación.

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