La reforma tributaria propuesta por el gobierno del presidente Gustavo Petro ha causado un sinfín de información falsa. Por ejemplo, con el artículo que pretende gravar las actividades económicas de las iglesias se ha dicho que lo que busca es cobrarle a las religiones por las ofrendas, diezmos y limosnas que entran los feligreses. Ese no ha sido y no será el objetivo de ese controversial proyecto que, en realidad, lo que pretende es cobrar renta a las labores que se realizan en los templos, que están fuera del culto, y que estarían libres de impuestos.
En palabras más sencillas: si una empresa normal alquila un salón para eventos debe pagar impuestos por el valor del arrendamiento. Si un templo, independiente de su credo, hace lo mismo, se queda con el monto total y no tributa. Es ahí donde la reforma tributaria entraría a atacar. Sin embargo, hay que reconocer que las iglesias sí declaran renta, pero no la pagan y sí deben asumir ciertos impuestos como el IVA.
En medio de la información que va y viene en torno al tema, en Infobae Colombia decidimos contactar a dos de los personajes que más conocen del tema. Por un lado, hablamos con la representante Katherine Miranda, que es autora del considerado polémico proyecto, quien reiteró que hará hasta lo imposible porque su idea salga a flote. En la otra esquina, contactamos a John Milton Rodríguez, exsenador, pastor cristiano y codirector del partido político Colombia Justa Libres, quien se ha declarado férreo opositor a que las iglesias tributen de esa manera.
Por un lado, Miranda, que es presidenta de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes (la que se encarga de los temas de plata en esa corporación), explicó que ella y su equipo “se blindaron” de los diferentes argumentos que saldrían en contra de su idea.
“Fuimos absolutamente cuidadosos en la redacción de ese artículo donde estuvieron metidos constitucionalistas, personas expertas en derecho canónico. También estuvieron los ministerios del Interior y Hacienda para ser muy rigurosos en el tema. En el artículo claramente no violamos en ningún momento el Concordato por causa de actividades económicas, completamente ajenas a lo que significa el culto, la beneficencia y la educación. Estamos hablando de cómo se pueden gravar esas actividades económicas que actualmente algunas iglesias desarrollan, pero bajo el manto o bajo la sombrilla de culto, pues no pagan impuestos”, le dijo la congresista a Infobae.
“El artículo se va a caer”
Esa perspectiva no la vio tan viable John Milton Rodríguez, que además de ser excandidato presidencial y tener un bagaje en el legislativo, también pastorea la iglesia cristiana Misión Paz, una de las que Katherine Miranda considera “mega iglesias” y a las que, indirectamente, atañería el impuesto del 20 por ciento en las citadas actividades.
Para Rodríguez, es injusto que además de que templos como los que él dirige paguen el IVA y los parafiscales deban asumir costos adicionales por tener cafeterías, librerías y alquilar salones. De hecho, le dijo a este portal que está convencido de que, si llega a aprobarse esa idea, la Corte Constitucional la tumbará por tener, lo que llamó, “vicios de inconstitucionalidad”.
Es más, considera que en el impuesto del 20 por ciento que les empezarían a cobrar a quienes se lucren con actividades ajenas al culto fue una “equivocación total de los legisladores”.
“Ocurre que, de acuerdo al artículo cinco de la Constitución y a la Ley 107 del año 1994, cuando la actividad meritoria se desarrolla para financiar dicho objeto social (iglesias) acorde a la ley, puede estar exento al impuesto de renta”, dijo John Milton Rodríguez a este medio.
Katherine Miranda, que ha sido quien más ha impulsado esa idea en el Congreso, no ve “justo” que en espacios como cafeterías deban pagar impuestos y, si en las iglesias las tienen, se salven de ese gravamen. “Es tan lucrativo el negocio de las iglesias que en el 2019 se crearon dos iglesias por día y en el 2020, con pandemia, 1.5 iglesias -por día-”, dijo la legisladora, quien cuestiona que de los 13 billones de pesos que, asegura, reciben los templos anuales, no se destinan cómo se debería, a su juicio, para las causas sociales que dicen realizar.
“Si esto no fuera un negocio, como yo creo que sí lo es, y como los números lo dicen, pues ellos invertirían todos esos ingresos en beneficencia, en ayudar a las personas, pero no. Están teniendo grandes riquezas acumuladas con el favor de los feligreses, sin lugar a dudas, pero sobre todo con el beneplácito del Estado colombiano, que no las pone a tributar frente a determinados impuestos”, cuestionó.
Aunque Miranda asegura que lo que buscan que es haya “justicia tributaria”, el dirigente religioso y pastor de una de las iglesias más grandes del país dice que esta iniciativa haría parte de “un tema de estigmatización y de persecución religiosa” que, a su juicio, “sería muy peligrosa” para quienes profesan alguna religión en Colombia.
“Los legisladores que hayan votado positivamente (al artículo) obviamente se equivocaron. Es de humanos equivocarse, pero también de humanos corregir los errores”, puntualizó el exaspirante presidencial, quien insta a los congresistas y al gobierno Petro para que modifiquen ese impuesto del 20 por ciento para las iglesias.
Es más, John Milton Rodríguez dejó la advertencia de que, con ese impuesto, supuestamente no solo se gravaría las actividades económicas de los templos religiosos, sino que también se empezaría a cobrar impuestos a los bomberos, los partidos políticos, entre otras entidades; esa idea fue deslegitimada por la autora del proyecto.
“Yo no estoy metiéndome en ningún momento con el tema de culto ni con el tema de la religión. Yo soy profundamente católica, y respeto a las otras religiones. Pero no puede ser que se aprovechen del Estado colombiano a través de esa figura”, aseveró Katherine Miranda.
“Las iglesias generan trabajo”
Dentro de los argumentos del pastor Rodríguez para que templos como el suyo no tributen más está la generación de empleo. De hecho, en su entrevista, citó cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y aseguró que las iglesias aportan 260 mil trabajos y “aportan el 4.6% al Producto Interno Bruto de Colombia”. Con ello, dice que varios de los templos deben sí o sí pagar nóminas, parafiscales, entre otros aranceles. ¿Qué opina Katherine Miranda al respecto?
“-Debe ser- como cualquier otra empresa como Postobón, que tiene alrededor de 15.000 personas contratadas directamente, donde le pagan salario (a los empleados), donde pagan parafiscales común y corriente, pero también pagan impuesto de renta. Es que eso no es justificación alguna”, dijo la congresista.
Ante esos argumentos, el codirector de Colombia Justa Libres se mantiene férreo en que ese artículo no solo es un “ataque al libre culto”, sino que además es un “error técnico” producto del supuesto “desconocimiento de los legisladores en esa materia”. De nuevo, le dejó un mensaje a quienes buscan promover la idea.
“Yo indico que debe hacerse una una corrección para que no se olviden de los derechos constitucionales que tienen las entidades o las personas o los ciudadanos que pertenecen a un culto o religión específica”, exhortó.
“Los diezmos no se tocan”
En las fake news frente a lo que entrarían a pagar los templos también se dijo que se echaría mano de los dineros que los feligreses entregan. No es así.
“Ofrendas, diezmos y demás no se tocan, no se pueden tocar por el concordato”, dijo Miranda quien, aunque ya tuvo su primera gran victoria en el Congreso tras aprobarse en primer debate su artículo, reconoce que lo que se viene para que se haga realidad no será nada fácil.
“Yo sé que me estoy enfrentando a unos monstruos gigantes, con muchísimo poder económico y político, pero creo que es el deber ser. (...) Ese impuesto va dirigido a esas mega iglesias de las cuales John Milton es propietario también”, reconoció la legisladora del partido del girasol. Incluso, desafiando una de las promesas del presidente Petro, quien en campaña dijo que, bajo ninguna circunstancia, en su gobierno, las iglesias tributarían. Hoy, tal parece, eso quedó en veremos.
De hecho, el mismo John Milton Rodríguez le recordó al jefe de Estado su promesa de campaña y no descarta que, si se aprueba la idea de la representante alternativa, se convoquen marchas para defender la libertad de culto.
“¿Si yo acompañaría una protesta? Claro. Una protesta acompañando al pueblo colombiano. Pero más allá de eso, lo que se viene es que si eso se aprueba, habrá una demanda por inconstitucionalidad de ese artículo”, anotó.
Miranda, por su parte, reconoce que pese a lo anunciado por el primer mandatario colombiano ella seguirá adelante con su idea porque “en Colombia existe la separación de poderes y y como lo dije en mi campaña y lo he dicho siempre, mis convicciones y mis luchas no cambian porque cambia un presidente”, agregó.
Finalmente, pese a los argumentos de los dos entrevistados que Infobae trajo a opinar sobre el tema, ninguno cedió ante las pretensiones del otro. De hecho, John Milton Rodríguez cerró su diálogo cuestionando, una vez más, la supuesta falta de conocimiento para hacer ese tipo de leyes.
“¿Cómo no van a caer en cuenta lo que dice el Código de Comercio? Cómo no tienen tacto para poder identificar dentro de actividades comerciales cuáles son de directas ocultas en el patrimonio y dentro de la entidad cuánto pueden ser afectadas por el impuesto de renta? Es una afectación innecesaria, un descuido, una falta de cuidado en la forma como se define”, sentenció Rodríguez, que quedó en los últimos lugares en las pasadas elecciones presidenciales.
Katherine Miranda, por su parte, reconoció que el tema ha estado cargado de lo que llamó ”desinformación mal intencionada” que, a su juicio, está siendo motivada por los “dueños de mega iglesias”. Eso sí, no perdió oportunidad para dejarles un mensaje a los líderes religiosos en contra su ya muy comentada idea: “Siempre se puede ayudar un poco más al país. Entonces que este impuesto no lo vean como algo negativo, sino de su esencia como Iglesia y le ayuden al Estado colombiano a financiar estos programas sociales”, concluyó Miranda a Infobae Colombia.
Ahora, el proyecto se debatirá próximamente ante las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes en medio de una aparente profunda división sobre quienes apoyan y difieren de la misma.
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