En las últimas horas se conoció que la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Justicia Especial para la Paz remitió a la Unidad de Investigación y Acusación el expediente del coronel retirado David Herley Guzmán Ramírez, luego de que este no aceptara los cargos que le fueron imputados por hechos relacionados con asesinatos y desapariciones forzadas perpetradas en el cementerio Las Mercedes, de Dabeiba; por lo que el militar podría ser llamado a juicio para demostrar su inocencia.
Vale recordar que Guzmán Ramírez es uno de los 10 militares a los que, el pasado 11 de julio le fueron imputados por crímenes de guerra y de lesa humanidad, siendo Guzmán, junto con el coronel, también retirado, Jorge Alberto Amor Páez (excomandante de la Brigada Móvil 11), los únicos que no aceptaron cargos el pasado 4 de octubre.
“Encuentra la Sala que el compareciente ha venido alegando su inocencia a lo largo del trámite adelantado ante esta Sala de Justicia de la Jurisdicción Especial para la Paz y, que, una vez llamado a comparecer para reconocer o no su responsabilidad a título de coautor, en los términos y por las razones ampliamente expuestas, el señor Guzmán Ramírez no reconoció responsabilidad” sentenció la Sala en su mometno, según la citan en W Radio.
Sin embargo, desde la JEP señalaron que se ha podido determinar, según el proceso de contrastación judicial, que Guzmán Ramírez, cuando era comandante del Batallón Contraguerrillas N° 79 del Ejército, entre 2004 y 2005, “participó en 14 hechos documentados en el marco de un plan criminal superior que ocasionó 28 víctimas. Entre ellos, se le imputó como coautor del homicidio en persona protegida del subteniente Jesús Javier Suárez Caro, quien fue víctima de asesinato por parte de sus propias tropas”, señalaron desde el tribunal transicional a través de Twitter.
Ante los señalamientos de la JEP, la defensa de Guzmán Ramírez, en el escrito en el que su cliente se declaró inocente, solicitó que se adelante el juicio adversarial, en el que, de comprobarse la responsabilidad del coronel retirado, se le podría imponer una condena de hasta 20 años en prisión.
Por ahora se está a la espera de la determinación de la Unidad de Investigación y Acusación determine si llamará, o no, a juicio a Guzmán Ramírez, cuyo expediente hace parte del macrocaso 03, relacionado con los mal llamados falsos positivos, y el macrocaso 04, sobre la situación territorial de la región de Urabá.
Vale recordar que, de acuerdo con la JEP, el caso ilustrativo en el que está relacionado Guzmán Ramírez, y uno por los que se le imputó cargos, se reproduce a continuación tal cómo aparece en la página del tribunal transicional:
“Al joven reservista y desempleado de Medellín, Jhon Jarvi Cañas Cano, lo mataron al bajarse de un bus urbano que venía de Medellín, en un retén del BCG 79, cuando venía con los sargentos Jaime Coral y Fidel Ochoa, quienes lo habían convencido de viajar para aceptar un trabajo como obrero en una despulpadora de fruta en Dabeiba. La tropa no había dado bajas en un mes y necesitaban presentar resultados porque la presión era muy alta.
El comandante del batallón, entonces mayor David Herley Guzmán Ramirez organizó el retén, disparó contra la víctima y supervisó a sus subalternos para que vistieran al cadáver, falsearan la escena del crimen, destruyeran las piezas de identidad y efectos personales de la víctima e inhumaran el cuerpo como guerrillero muerto en combate sin identificación. Los grupos paramilitares del Frente Dabeiba aportaron los pertrechos militares para falsear la escena del crimen.
Por decisión del Comandante Guzmán Ramírez el cuerpo fue conducido a Carepa y no a Dabeiba, por temor a que los familiares de la víctima encontraran fácilmente la pista y recuperaran el cuerpo”.
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