Vetusta Morla regresa a Colombia con un concierto que es un ritual

Infobae Colombia habló con la banda española, que después de tres años sin pisar suelo colombiano regresa a Bogotá y a Medellín el 13 y 14 de octubre

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Las entradas para los dos
Las entradas para los dos conciertos están agotadas. Foto: Cortesía.

Cable a tierra es el último disco de Vetusta Morla, que se mueve entre historias y ritmos tradicionales españoles, en los que el regresar, la búsqueda de una raíz y la fragilidad humana son los protagonistas y que se podrán escuchar en Bogotá y Medellín los próximos 13 y 14 de octubre, respectivamente.

Pero, además de regresar al país luego de tres años, estos españoles aprovecharán su visita para celebrar sus tres nominaciones a los Latin Grammy 2022, en las categorías: Mejor álbum de pop / rock por “Cable a tierra”, Mejor canción de rock por “Finisterre” y Mejor video musical versión larga por “Matria”.

A propósito de sus conciertos en Bogotá y Medellín, Infobae Colombia habló con Juan Manuel Latorre (guitarrista), Jorge González (percusión) y Álvaro Baglietto (bajo), sobre el proceso de producción de su último disco, que se realizó durante los confinamientos del covid-19, y el volver a los escenarios.

Foto: Cortesía.
Foto: Cortesía.

Su última visita a Colombia fue en 2019, ¿qué ha cambiado en estos tres años?, sabiendo que se atravesaron los confinamientos por la pandemia.

Juan Manuel Latorre: Bueno, pues han cambiado muchísimas cosas, claro. El mundo entero ha cambiado, la propia industria de la música ha dado muchos tumbos, casi como una montaña rusa. Incluso, hubo un momento en el que parecía que nuestro modo de de vida, lo que eran los conciertos, peligraba.

Luego se recuperó con mucho esfuerzo y ahora estamos un poco a la expectativa de ver cómo ha cambiado todo. La pandemia, obvio, que ha cambiado muchas cosas en el mundo, pero en nuestra profesión ha acelerado muchos procesos que había, como el cambio en el modo de consumir música... y eso a nosotros pues nos nos ha afectado. Pero al mismo tiempo, también es cierto que en mitad de todo ese cambio, pues volver a Bogotá también es sentir un poco que lo importante, el cimiento, lo que a nosotros nos mueve y nos emociona, pues de algún modo sigue ahí. Vamos a tener un sold out en el Jorge Eliécer Gaitán y sentimos que la ciudad nos recibe con el mismo cariño que hace tres años.

Como decían en El gatopardo, todo cambió para que no nada cambie.

Este último disco que están promocionando fue producido durante los confinamientos, siendo, también, una exploración sobre la fragilidad humana y la búsqueda de una raíz, ¿Cómo fue este proceso? ¿Cómo fue esa exploración?

Juan Manuel Latorre: En cuanto a la temática y el enfoque del disco fue algo que surgió directamente de la experiencia que nosotros vivimos en la pandemia. No es un disco pandémico. No habla de nada de eso, pero sí que es un disco originado por cómo nos sentimos nosotros en ese momento, y yo creo que has utilizado una palabra muy adecuada, que es la fragilidad, ¿no?

El sentirnos frágiles, el sentirnos incluso que nos podía faltar, en algún momento dado, algo de anclaje, algo de cable a tierra –como acabó titulándose el álbum– nos llevó a hacer muchas reflexiones y nos llevó a hablar mucho de comunidad, de tribu, de identidad, de cuidado mutuo, de folclor, de raíz.

Nos llevó a buscar como esas cosas que nos cuidan, que nos arropan en muchos sentidos, a veces en un sentido puramente emocional, pero también, en un sentido amplio, en un sentido cultural, como el folclor, la raíz o la cultura, en general, nos supone un soporte para los seres humanos.

Y lo hicimos, pues ensayando técnicas que no habíamos usado antes, que básicamente tiene mucho que ver con que las canciones se compusieron a distancia, porque no podíamos juntarnos.

Eso fue difícil para nosotros, porque somos una banda que nos apoyamos mucho unos a otros en la presentación en vivo, pero también es verdad que nos abrió la posibilidad de utilizar herramientas, instrumentos y técnicas que probablemente, si hubiéramos estado juntos, no hubiéramos usado nunca o nos hubiéramos tardado más en aprender.

¿Cómo fue ese volver al estudio y reencontrarse, luego de estar trabajando a distancia por los confinamientos?

Jorge González: Nuestro reencuentro artístico, por decirlo de alguna manera, vino precedido de una banda sonora que hicimos para una película que se llama la hija, allí en España, y también nos dio algunas claves que influyeron directamente luego en el disco.

O sea, como dice Juanma, la vivencia de la pandemia inspiró unas canciones, pero no habla sobre esta en sí. Pero ya, por el tipo de trabajo que hicimos en la película, algunas sonoridades, que incluso antes de la pandemia estaban apareciendo, de instrumentos un poco más tradicionales propios de España, cuando empezamos a llegar a esa parte de la fragilidad, de la raíz, de dónde venimos, vimos que estaba muy conectado, de hecho en la parte ya de la producción, entonces cuando se decidió tomar una dirección.

Cuando vimos que teníamos un camino y una historia que contar con algunas canciones, empezamos a limitar un montón el espectro y ahí con (Carles) Campi (Campónque), que fue el productor, empezamos a desarrollar las canciones.

Es el disco más rápido que hemos grabado... se dio en diferentes fases, pero muy rápidas. Primero volvimos nuestro local de ensayo y ahí pasamos unos un par de semanas, creo que fue, en la que íbamos tocando las canciones sin tener la idea muy concreta todavía, aunque ya había cositas, y luego fuimos al estudio de nuestro productor, en donde montamos toda nuestra jarana, hicimos un repaso y ahí fue donde apareció la idea, aunque no teníamos el título Cable a tierra, pero ese concepto apareció allí.

En la cabeza, incluso, estaba el salir fuera de España, pero no parecía que por el tipo de disco, que apelaba un poco a nuestro interior, a nuestras raíces, irnos fuera pues a lo mejor no era lo más apropiado en ese momento. También estábamos saliendo de todo ese rollo de la pandemia, entonces decidimos también apoyar a gente que ha estado con nosotros en el viaje, era importante y volvimos a estudio a grabar un disco entre épocas.

Las canciones de Vetusta Morla son muy narrativas ¿cómo se fue construyendo ese hilo, esa historia que cuenta Cable a tierra?

Juan Manuel Latorre: Bueno, en un principio se produjo de una manera más intuitiva, que calculada, en realidad, que es cómo hacemos siempre las cosas. De hecho, probablemente este es el disco que tiene más dosis de ese enfoque conceptual o de esa narrativa un poco más pensada. Siempre, como que a posteriori, decimos, ahora vamos a intelectualizar lo que hemos hecho por intuición.

En este caso fue un poco más mixto y sí que hubo un punto importante que fue cuando aparecieron dos canciones, que son las dos primeras del álbum precisamente, Puñalada trapera y La virgen de la humanidad, en las que nos dimos cuenta que ahí había un enfoque temático y había un enfoque también estético.

Eso nos ayudó mucho a cerrar el resto de canciones y, un poco, a armar esa esa narrativa. Hay canciones que... para que veas que tampoco están como totalmente calculadas, sino que es una cuestión más intuitiva, hay canciones que de repente son redundantes en el sentido temático, o que hablan de lo mismo desde otro punto de vista.

Por ponerte un ejemplo, hay dos canciones que, para mí, hablan de la idea de la trascendencia –no la trascendencia espiritual, sino la trascendencia de lo que tiene que ver con la herencia, con dejar un legado, un camino– y que al final es algo absolutamente necesario en la cultura de cualquier pueblo: el dejar las huellas por las que siguen caminando los que vienen detrás, igual que nosotros hemos caminado.

Pues para mí hay dos canciones que hablan de lo mismo, desde puntos de vista muy distintos, una es Puñalada trapera y la otra es Al final de la escapada. En el caso de Al final de la escapada, esta habla de la trascendencia desde un punto de vista mucho más de lo que sería ese folclor de nuestra identidad, como cuando se nos dice cuál es tu banda favorita y su nombre está escrito en la pared de un baño, para nosotros eso es como las tablas de arcilla de las babilonios.

Esto, para que veas, pues eso, que fuimos dándole vueltas a los conceptos de una forma muy intuitiva y luego lo pusimos de todo junto, y de manera, pues, bastante casual, quedó muy armónico todo.

Hace unos días se presentaron en México, y antes del concierto dijeron que lo darían todo pues no se sabe si mañana habrá otra pandemia, ¿qué tienen preparado para sus conciertos en Bogotá y en Medellín?

Álvaro Baglietto: Bueno, nosotros hemos hecho un trabajo muy intenso para preparar un repertorio que presente Cable a tierra, que ya lo hemos probado en Guadalajara (México) y en España, y más o menos un repertorio testeado y tenemos la suerte de haber podido traer parte de la escenografía y parte del personal técnico de España, no todo, porque todo serían trailers, el problema es ese, no podemos hacer lo mismo, y además es un teatro.

Entonces, dentro de las posibilidades reales que hay hemos venido 18 personas desde España y también hemos podido traer mucho de la escenografía.

¿También vienen con los trajes que les hicieron especialmente para la gira por España?

Álvaro Baglietto: Sí, es verdad, eso no lo he comentado. También traemos los diseños de una marca de alta costura de España que trabajó directamente con nosotros para este disco, ahí vienen en la maleta.

De hecho nuestro sueño, en uno de los conciertos, como anécdota, en Madrid fuimos a ver a Beck –estábamos compartiendo el escenario con él– entonces estábamos en camerinos y nos metimos en su camerino y vimos que tenía todo su vestuario, y dijimos, guau, esto sí. Nosotros también necesitamos esto.

Además cada uno de los trajes está personalizado por cada uno de ustedes, dándoles una impronta más personal...

Álvaro Baglietto: De eso se habla poco, tuvimos reuniones personales con el diseñador y cada diseño de cada uno de nosotros, que son cuatro, cada uno de ellos tiene detalles pequeños que... como no es fútbol, en fútbol se diría lo que el ojo no ve, y habría un programa enseñando esas cosas, esos detalles...

Pues sí, cada pantalón, cada camisa, cada chaqueta tiene detalles que tienen que ver con nosotros.

Finalmente, ¿qué podrán esperar los colombianos de Vetusta Morla y qué espera Vetusta Morla del público colombiano?

Álvaro Baglietto: A nosotros lo que nos gusta, y por eso digo que nuestro fuerte es el directo, es que cuando inicia un show, inicia un viaje y que estamos todos dentro de ese viaje y que vayamos hablándonos, sintiéndonos, porque si no la magia no ocurre y lo que esperamos ahora en Colombia es eso. Lo bonito de Vetusta Morla es que lo consigues, es algo que conseguimos hacer, crear de un concierto, un ritual.

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