Los días 11 y 12 de octubre en Bogotá, Colombia, se saldó una deuda de 30 años entre la agrupación estadounidense Guns and Roses y el público colombiano. Después de la noche del 19 de noviembre de 1992, fecha en la que se llevó a cabo el primer concierto de la banda en la ciudad y que estuvo marcada por varios desmanes. A las afueras del Campín, mismo escenario en el que se llevaron a cabo las dos fechas este año, se generaron bloqueos y disturbios por una horda enfurecida que reclamaba ingresar al concierto y hasta de manera gratuita. Una lluvia torrencial en medio de la interpretación de ‘November Rain’ hizo que los artistas estuvieran a poco de electrocutarse, en un escenario sin techo y que impidiendo que terminaran su presentación, saliendo del escenario y abandonando el lugar, posteriormente el país.
Para su tan esperado regreso, 30 años después, la banda conformada, actualmente por: Axl Rose, Slash, Duff McKagan, Dizzy Reed, Richard Fortus, Frank Ferrer y Melissa Reese, y los fanáticos de los ‘gunners’ no solo esperaban un mejor clima y condiciones para que la agrupación pudiera cumplir a cabalidad con sus shows, para escuchar esas canciones que en el 92 no se interpretaron como: ‘Sweet Child O’ mine’ o ‘Knockin’ on Heaven’s Door’. Efectivamente, miles de almas rockeras se encontraron en el estadio El Campín disfrutando de los solos de guitarra de Slash y la voz de Axl Rose que, a pesar de los años han, conservan su rebeldía.
Desde las afueras del Campín, antes de que abrieran las puertas para el ingreso, se notaba que la ansiedad de los asistentes por ver a los ídolos del rock no era poca. Pero también queda por rescatar que la organización por parte de la logística, fue tal que muchas personas salieron gratamente sorprendidas con el rápido del ingreso y salida del lugar, un promedio de 10 minutos, cuando usualmente puede ser media hora, o más.
Los motores se calentaron al ritmo de ‘Dúo’ y ‘Bolero falaz’ de la agrupación de rock colombiana Aterciopelados, quienes fueron los encargados de abrir ambas fechas de los Guns n’ Roses. Sin embargo, tras la primera noche Andrea Echeverri se quejó de que no habían podido hacer prueba de sonido, lo que generó problemas en su desempeño.
Para la segunda fecha, la bogotana decidió aclarar lo sucedido y recalcar que estaba orgullosa de ser la elegida para abrir el show. “Marica, yo ayer dije, ‘gringos hijueputas’, pero la verdad es que me arrepiento. Porque estos mames no nos dieron prueba de sonido, pero nos dieron un sonido ni el hijueputa. Qué chimba abrirles a estos mames”, expresó la cantante.
Sin embargo, tras estas declaraciones iniciaron nuevamente los problemas técnicos y la molestia de Andrea Echeverri regresó. Después de probar varios micrófonos, encontraron uno en el que por fin se podía escuchar todo lo que decía la artista bogotana. Para terminar el show, los Aterciopelados lanzaron frisbys al público para conservar un especial recuerdo, mezclando a Aterciopelados y a los Guns and Roses.
Entonces vino el regreso más esperado, ver a Axl Rose y Slash sobre un escenario en Bogotá. ‘It’s so Easy’ fue la canción seleccionada para abrir el evento y enseguida continuaron con Mr. Brownstone, del famoso álbum Appetite for Destruction; seguido por Chinese Democracy, del album homónimo y Slither.
Sobre el escenario se puede destacar que a pesar de los años, tres horas seguidas de show no paran a los artistas que saltan y corren de un lado a otro. Mientras Axl sorprendía con cambios rápidos de ropa, Slash demostraba su talento en las diferentes guitarras ante un público que quedaba en silencio mientras él se tomaba el escenario con sus solos de guitarra.
La quinta canción con la que lograron levantar a todos los asistentes en el escenario deportivo de la capital fue el clásico del rock que salió en 1987, y que es el segundo sencillo del disco Appetite for Destruction, Welcome to the jungle. Solo las primeras notas de esa canción provocaron la euforia del público saltando en todo el Campín.
No fueron muchas las palabras que dirigieron los artistas al público colombiano, pero cada ‘muchas gracias’ o ‘hello motherfuckers’ de Axl generaba la reacción del público.
Estranged, Shadow of your Love, Rocket Queen y You Could Be Mine fueron otras de las canciones con las que Guns and Roses complació a un público que, entre cada canción, ovacionaba cada solo de guitarra con el que Slash los deleitaba.
Mucho se dijo previamente sobre la voz de Axl y la capacidad de Slash, por el paso evidente de los años, y aunque se notan diferencias, no acaba con el talento de aquellos personajes que se convirtieron en leyendas del rock.
Civil War fue un momento especial en ambas presentaciones, pues mientras la banda tocaba con dos banderas de Ucrania, que estaban a cada lado del escenario. Cabe recordar que al momento de su lanzamiento, está canción dio de qué hablar en la industria, no solo por su calidad musical y una letra que condenaba la violencia en el mundo. Además, fue reconocida, por los cuatro solos de guitarra a cargo de Slash.
Un cielo despejado fue el ambiente para November Rain, un momento marcado de sentimiento por ver a Axl en el piano y porque es imposible no recordar aquella anécdota del 92, cuando una fuerte tormenta acompañó a la banda en su presentación y especialmente en esa canción. Aunque varios esperaban que por un milagro lloviera justo en ese momento del concierto, por lo mágico que sería, la luz de la luna fue más que suficiente.
La nostalgia rockera cerró con broche de oro la presentación de los gunners en Colombia y su gira por Latinoamérica, pues finalizaron con himnos como: Patience, Don’t Cry y Paradise City. Para despedirse, además de recibir la ovación de miles de colombianos, Axl lanzó al público su micrófono rojo, mientras que Slash y Duff McKagan regalaron varias púas a quienes alcanzaron a agarrarlas en el aire.
Tal vez esta sea la última vez que los Guns and Roses se presenten en Colombia, entre el público había un sentimiento de que se estaba viviendo algo que no se iba a repetir, al menos próximamente, lo cierto es que por lo menos, ahora hay una nueva historia de Bogotá y los gunners, aunque aquella trágica y especial noche del 92 seguirá siendo recordada en el país y que esta presentación se postergó, pues se presupuestaba para el Estéreo Picnic, cancelado por la pandemia.
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