Como Óscar Andrés Sosa Bustos fue identificado por las autoridades un señalado feminicida que le quitó la vida a su excompañera sentimental delante de su hijo de cuatro años de edad, el pasado viernes 7 de octubre en el suroriente de Bogotá.
Según informaron en la Fiscalía General de la Nación, al hombre lo enviaron a una cárcel luego de que le legalizaran su captura.
“Por petición del (ente acusador) un juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario (...) al presunto responsable del crimen de su excompañera sentimental ocurrido (...) en el barrio Lorenzo Alcantuz de la localidad de Usme”, indicó José Manuel Martínez Malaver, director de la seccional Bogotá de la Fiscalía.
De acuerdo con la investigación de ese organismo judicial, el hombre llegó hasta donde residía su víctima pese a que ya habían terminado, precisamente porque era una persona posesiva y la trataba como si fuera su propiedad.
“El material de prueba y los testimonios obtenidos indican que el señalado agresor llegó en la madrugada a la vivienda de su expareja, quién había terminado la relación por los continuos maltratos físicos y verbales a los que era sometida y porque Sosa Bustos permanentemente la celaba y le prohibía tener contacto con familiares y amigos”, afirmó el funcionario judicial.
Una vez allí, la fallecida fue contactada telefónicamente, lo que desató la ira del hombre quien terminó asesinándola por esa absurda razón.
“Según la investigación, el día de los hechos, la mujer contestó una llamada por celular en presencia de su excompañero sentimental y la habría puesto en altavoz. El procesado al percatarse de que se trataba de un hombre reaccionó violentamente golpeó a la víctima en la cabeza y le presiono el cuello hasta causarle la muerte, posteriormente escapó”, narró Martínez.
Por esta razón, la Fiscalía le imputó el delito de feminicidio agravado al señalado asesino, cargo que no aceptó, pese al material probatorio en su contra.
La víctima, de acuerdo con la información preliminar que se conoció del crimen, trabajaba ofreciendo servicios de vigilancia privada y fue asesinada delante de su hijo de cuatro años.
Residentes de la zona en la que ocurrió el presunto feminicidio indicaron que la pareja había vivido en ese lugar desde hacía cinco años, pero en meses recientes se enteraron que el señalado asesino había sido denunciado por violencia intrafamiliar.
Incluso el hombre, según otro testimonio, tuvo el descaro de afirmar que iban a llegar las autoridades al lugar cuando emprendía la huida.
“Un muchacho que bajó me dijo que iban a allanar la casa, yo le pregunté por qué y él me respondió que porque se estaba tomando una cerveza”, indicó el testigo.
De acuerdos con datos de la Fundación Feminicidios Colombia, para el año 2022 se tiene un registro de 129 asesinatos en hechos de violencia de género. Mientras que el informe más reciente de Sisma Mujer, detalla que cada 42 horas, en promedio, han ocurrido crímenes de mujeres.
Para el año inmediatamente anterior, según estudios hechos por esa corporación, se reportaron 210 asesinadas, es decir, un feminicidio cada 41,7 horas, en promedio, un 12,3 por ciento más de lo que pasó en el 2020. Para el año 2021, por el otro lado, la Fiscalía Nacional investigó 194 por estos mismo crímenes en el país.
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