Aunque desde mediados de este año las autoridades sanitarias en Colombia declararon el fin de la pandemia en el territorio nacional y se dejó el uso del tapabocas de forma discrecional, en especial para las personas que sufren de alguna comorbilidad que les pueda agravar adquirir la enfermedad covid-19, aún se exige su uso cuando se utiliza el transporte aéreo.
Una de las principales razones es que el espacio cerrado de las aeronaves provee las condiciones para contagiarse con más facilidad del nuevo coronavirus sars-cov-2, pese a que se hacen desinfecciones dentro las mismas.
No obstante, hay personas que consideran que se puede prescindir de este elemento de bioseguridad en este tipo de viajes, ya que buena parte de la población cuenta con sus correspondientes esquemas de vacunación y los contagios también se ha reducido, no solo en Colombia, sino también a nivel planetario.
Uno de estos defensores de que se acabe con el uso de las mascarillas en el transporte aéreo es el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien lo manifestó en su cuenta oficial de Twitter.
“Creo que Colombia puede ya dejar de exigir tapabocas en los aviones (sic)”, trinó el mandatario local de la capital antioqueña.
Su publicación provocó múltiples reacciones de las seguidores de Quintero en esa red social, como fue el caso de Luz Mireya Carreño (@lumicaso) quien no respaldó esa propuesta, ya que con las mascarillas se pueden proteger de otros padecimientos de Salud.
“Nooo, tenemos una epidemia de resfriados tenaz. El tapabocas alejó gripas y enfermedades respiratorias por mucho tiempo...”, expresó.
“Es que uno siempre lo debería usar cuando se tenga gripa o resfriado, pero acá la gente solo lo usa si es obligatorio”, reaccionó la tuitera Carolina Lopez (@miralo26).
Recientemente la alcaldesa Mayor de Bogotá, Claudia Nayibe López, había señalado que de continuar el pico de enfermedades respiratorias en la capital colombiana, por factores como la temporada de lluvias, sería necesario volver a exigir el tapabocas en espacios cerrados.
“Tendremos hasta noviembre de este año un fenómeno de temporada invernal difícil para Colombia y con riesgo para la ciudad. Es un riesgo en seguridad, porque tenemos riesgos de inundaciones, de corrientes torrenciales, de eventuales deslizamientos; pero también es un riesgo en salud pública, porque vienen bajas temperaturas, lo que genera enfermedades respiratorias en la ciudad”, advirtió tras el consejo de gestión del riesgo y cambio climático que se realizó la semana pasada.
Y es que la misma mandataria local indicó que en lo corrido de este 2022 se han atendido a 1,5 millones de personas por enfermedades respiratorias, siendo la cifra más alta desde 2017, por lo que tampoco se descarta declarar la emergencia en la ciudad por esta situación.
“Si durante tres semanas seguridad epidemiológica reporta un número de casos de enfermedades respiratorias superior al nivel histórico, tenemos que declarar alerta amarilla”, agregó.
De darse esa condición, López señaló que se haría necesario que en espacios cerrados como los vehículos de transporte público, colegios, establecimientos de comercio, entre otros de las mismas características se vuelva exigir el uso de ese elemento de bioseguridad que ha provocado tanta controversia en Colombia y el mundo, pese a sus comprobados beneficios para prevenir contagios tanto del nuevo coronavirus, como de otras enfermedades.
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