Después de 30 años, Julio Correal cumplió un deseo con los Guns N’ Roses: escuchó ‘Sweet Child O’ Mine’ en vivo

En la noche del pasado martes 11 de octubre, luego de 30 años, los Guns N’ Roses volvieron a tocar en Bogotá, en el Estadio Nemesio Camacho El Campín. Su primera vez en el país, en 1992, resultó estar llena de tropiezos, aquellos que fueron narrados por Julio Correal en un video de Vice. El empresario musical, luego de ser recordado por estos días por aquella popular anécdota, fue noticia de nuevo al verse feliz cantando ‘Sweet Child O’ Mine’, tema que, en su momento, la banda no tocó en la capital del país.

“Tenían que cantar la que faltaba. Y yo feliz con mi Valentina Correal. La pasamos del putas, buen show. Cantaron todas”, escribió Julio en su cuenta de Instagram, al lado de una publicación en la que se le ve cantando al lado de una de sus hijas. Es de resaltar que, para el año 1992, la banda norteamericana abandonó el escenario en el que se encontraba tocando en Bogotá debido a las malas condiciones en las que se encontraba el espacio. Para ese entonces, la lluvia no permitió que el evento se pudiera ejecutar como debió serlo.

De acuerdo con lo que reveló él mismo para Vice, la programación de ese concierto, para los años noventa, en Bogotá, fue toda una hazaña. No solo hubo temas financieros que hicieron que la realización del encuentro musical fuera mucho más compleja, sino que también hubo temas logísticos que hicieron que los empresarios, incluyendo a Correal, entraran en estado de desespero.

“Llego al Campín y el techo se había caído sobre la tarima. Con Felipe Santos nos pusimos a llorar”, contó Julio. Esto, además, de que el avión de los ‘Gunners’, como les dice él, se quedó atrapado en Venezuela varias horas, pues el país se encontraba en una difícil situación política en lo que respectaba a la jefatura del Estado. Se sumó a la cadena de hechos desafortunados el infarto que le dio al policía encargado de vigilar los alrededores del estadio y los disturbios ocurridos a las afueras del mismo por parte de fanáticos que esperaban entrar gratis al concierto.

“Nosotros estábamos en una reunión con la Embajada de Estados Unidos, los abogados de ellos y los de nosotros, cuando yo escucho que empieza el concierto. ‘Me vale lo que pase aquí, los Guns n’ Roses están en la puta tarima y yo me voy a gozar el concierto’ (...) Empieza ‘November Rain’ y empieza a llover. El escenario era una piscina y Axl dice ‘tranquilos, no nos vamos, ya volvemos’ (...) estos hijueputas se van a ir, estos hijueputas se van”, relató el bogotano sobre el concierto que quedó a la mitad.

La banda, en efecto, abandonó el escenario, lo que hizo que Julio llegara a los golpes con el empresario que representaba a los norteamericanos. El empresario, en medio de la frustración, se contactó con el aeropuerto desde el que la banda viajaría a su nuevo destino, y reveló a las autoridades que los integrantes de la agrupación estaban ‘forrados en droga’. Solicitó que se les permitiera subir al avión para luego obligarlos a bajarse y ser sometidos a un test para identificar los narcóticos que llevaban consigo.

Ahora, 30 años después de los hechos, la banda programó dos fechas en Colombia, una de ellas ejecutada anoche, y la otra que se aproxima, a tan solo horas, agendada para este miércoles 12 de octubre. La banda, en sus dos noches en Bogotá, tiene como teloneros a la clásica agrupación colombiana ‘Aterciopelados’. Tal y como revelaron seguidores a través de sus redes sociales, fue un show de tres horas que compensó las tres décadas de espera.

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