El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) lanzó un informe este martes 11 de octubre detallando la problemática del confinamiento en Colombia debido al conflicto armado. Una de las razones son las minas antipersona, las bombas y los restos explosivos, que han dejado 229 muertos y 1.709 heridos en los últimos cinco años.
“En Colombia, comunidades de todo el país han visto restringidos sus movimientos durante décadas, sin poder salir o moverse con tranquilidad por miedo a dar un mal paso debido a la presencia de artefactos explosivos”, detalló el CICR en el informe. Si bien la situación debería mejorar después del Acuerdo Final de Paz firmado con la extinta guerrilla de las Farc, en 2016, se siguen registrando víctimas.
Entre enero de 2018 y agosto de 2022, el CICR ha registrado 1.938 damnificados por artefactos explosivos, correspondiendo la mayoría de ellas a civiles, lo que se traduce en una tragedia humanitaria. “Hemos visto que hay cada vez menos eventos, pero con más víctimas (...) Un carro bomba o un artefacto de detonación controlada puede dejar 50 víctimas”, dijo a AFP Ana María Hernández, de la Unidad de Contaminación por Armas de la entidad.
Durante la presentación del informe, Orlando Balcarcel, un campesino que sobrevivió a una mina antipersona en 2000, habló ante los medios de comunicación: “Los artefactos explosivos no los vemos, pero sabemos que están. Es un trauma, un enemigo invisible que existe”.
Balcarcel recordó lo que significó la explosión para él. “El momento no lo recuerdo. Me desperté 18 días después en un hospital (...) con las piernas amputadas”, manifestó el campesino, que hoy tiene 45 años y camina con dos prótesis, según AFP.
Cabe señalar que Colombia es uno de los países más afectados por minas. Cuenta con más de 12.000 víctimas entre 1990 y 2021, según la oficina del Alto Comisionado para la Paz.
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El confinamiento
A pesar del Acuerdo Final de Paz existen las disidencias de las extintas Farc, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos armados que siguen usando minas, bombas caseras y otros artefactos. Con esa situación, el confinamiento se vive en Colombia mucho antes de la llegada del covid-19, pues el miedo obliga a los ciudadanos, especialmente de las zonas rurales, a quedarse en sus casas.
“El no poder salir de sus hogares significa dormir con hambre y sed, no poder recoger la cosecha y quedarse sin acceso a servicios médicos y educativos”, se argumentó en el informe de CICR.
Según la Unidad Para la Atención y Reparación Integral para las Víctimas, el número de personas confinadas es de 137.500 desde enero de 2018 hasta el 30 de junio de 2022.
Los departamentos más afectados son los mismos históricamente: “Chocó lidera con más del 70 % de las personas confinadas en el país, y le siguen Antioquia y Nariño ―destacó el CICR― En este periodo también figura Arauca, Risaralda, Putumayo, Valle del Cauca y Cauca”. Incluso zonas como Norte de Santander no aparecen en las cifras oficiales debido a las dificultades que tuvo la entidad de realizar su trabajo con las comunidades.
Por esa razón, el CICR Colombia lanzó la campaña #ElConfinamientoMásLargo. El objetivo es sensibilizar sobre las múltiples afectaciones y el sufrimiento que genera la presencia de artefactos explosivos en diferentes comunidades a lo largo del país.
Con información de AFP.
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