Hace una semana Colombia se estremeció por el caso del niño de cinco años que fue asesinado por su padre en el municipio de Melgar, en el Tolima. Los hechos que rodean el caso dejan varios temas en la agenda, por un lado, el control que está ejerciendo Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF- y por otro, el tema de salud mental.
La investigación ha mostrado que el mayor incentivo que tuvo Gabriel Enrique González para quitarle la vida a su hijo Gabriel Esteban fue vengarse de su expareja tras llevar cinco meses separados. Incluso, el hombre declaró que en ese momento puso todo de sí para lograr su cometido: “Lo asfixié con la almohada de la habitación y tuve que usar todo el peso de mi cuerpo, porque el niño intentó defenderse”.
Incluso, una de las declaraciones más fuertes fue revelada por Revista Semana, donde González menciona que carece de empatía: “No siento nada. Cuando murió mi mamá, no sentí nada. Cuando falleció mi papá, tampoco. Después de algunos días me puse mal, pero ahora mismo no siento nada”.
Pasados unos días, la declaración que ha creado polémica sobre el tema, fue la que dio la Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello, este domingo en la tarde tras finalizar la II Jornada sobre salud mental en el país. Pues la funcionaria del Estado aseguró que el hombre era un buen padre ante de los hechos.
“Hay incluso información relativa que indica que él era un muy buen padre, atento, y que, en principio, no había preocupaciones por la posibilidad de que la mamá autorizará las visitas”, afirmó la procuradora Cabello.
Incluso, fue más allá y aseguró que ICBF hizo un buen trabajo en cuanto al seguimiento que se le hizo al caso en su momento, pues:
“En principio lo que ha observado la delegada es que había un acuerdo entre los padres sobre las visitas acordadas para el hijo”.
La historia del conflicto de pareja que terminó con el asesinato de un niño de 5 años encontrado en Melgar
Gabriel le señaló a su familia que dejaría a Esteban en casa de su madre, ubicada en el barrio Sierra Morena de la localidad de Usme, pero el menor nunca llegó con su progenitora.
La mamá del menor, Consuelo Rodríguez, señaló a Blu Radio que aunque estaban separados, en la comisaria de Familia se estableció que Gabriel podía visitar ciertos fines de semana Gabriel Esteban, este le tocaba al padre.
A eso de las nueve de la noche de ese sábado, aún sin noticias del menor, la hermana de Gabriel recibió un mensaje de él, señalando que no iba a regresar, que dispusiera de sus cosas, y que revisara la moto que había dejado parqueada en su casa en el barrio de Castilla (Kennedy); la mujer -al revisar- se encontró con 8 millones de pesos.
Pero eso no fue lo único que dejó Gabriel en Bogotá, ya que en casa de Consuelo, cuando fue a recoger a Gabriel Esteban, pidió el baño prestado, allí escondió una USB que contenía dos videos.
A las 10 de la noche, la madre de Gabriel Esteban entró en pánico al comunicarse vía WhatsApp, pues Gabriel le señaló que ella ya había escogido entre su nueva pareja y su hijo, le pidió que buscara la memoria portátil y viera los videos; la segunda grabación, el presunto homicida señalaba el destino del menor.
Gabriel se volvió a comunicar con Consuelo faltando cinco minutos para las 4 de la mañana del domingo, señalando que el menor ya había muerto:
“No sufrió. Ahora sí puedes disfrutar sola con Edilson y Wesly sin tricitico y mucho menos yo. Felicidades”. En el mensaje señalaba claramente que el homicidio se habría dado por una venganza hacia la mujer por tener una nueva pareja.
SEGUIR LEYENDO