El director de cine Sergio Cabrera habló sobre su nuevo rol como embajador en Beijing: “El gobierno chino sabe que he participado en la lucha revolucionaria con las ideas de izquierda”

Infobae Colombia habló con el también director de cine, teatro, televisión y ópera sobre los retos y proyectos que tendrá cuando asuma el cargo en noviembre

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El reconocido director de cine
El reconocido director de cine fue designado como embajador en la China por el presidente Gustavo Petro. Foto: Álvaro Tavera, Colprensa.

Sergio Cabrera es uno de los directores de cine más importantes de Colombia y también, desde hace unas semanas, el nuevo embajador colombiano en la China, país en el que vivió su adolescencia y con el que tiene un especial afecto y cercanías ideológicas.

Cabrera llegó a la China en la década de los sesenta con sus padres y su hermana, allá vio la Revolución Cultural de Mao y el inicio de la transformación del gigante asiático que, sesenta años después es la segunda potencia económica del mundo.

A su regreso a Colombia, Cabrera ingresó a la guerrilla del EPL y permaneció en las filas revolucionarias por algo más de tres años. Desertó del grupo armado y regresó a China para estudiar filosofía y hacer sus primeros largometrajes. Después se iría a Londres a estudiar cine. El resto es historia.

Ahora, en 2022, por decisión del presidente Gustavo Petro, Cabrera regresa a la China. Y, si bien aún no ha tomado posesión de su cargo, pues se encuentra ultimando detalles de sus más recientes proyectos, entre los que se encuentran siente documentales, un largometraje y su debut como director de escena en una ópera que se estrenará el próximo 26 de octubre en el Teatro Julio Mario Santo Domingo, el flamante nuevo embajador habló con Infobae Colombia sobre sus expectativas y los retos que trae representar a Colombia ante el gobierno chino.

¿Cuáles cree que serán sus principales retos como embajador en la China? ¿Qué misión le ha encargado el presidente Petro?

— Yo todavía no he hablado con el presidente. He hablado con el canciller, pero no sobre los puntos o sobre las características de la misión. En todo este proceso hay algo que es importante, interesante, tanto para mí como supongo que para Petro y para el gobierno chino, es que quizá por primera vez van a tener un embajador que tiene ideas afines con su presidente y con el estado donde llega a ejercer.

El Gobierno chino conoce mi pasado, sabe que he vivido en ese país, sabe que he participado en la lucha revolucionaria con las ideas de izquierda, yo creo que eso le da a la misión unas características diferentes a las tradicionales, que es que los embajadores van al país donde llegan a buscar negocios, que también, yo buscaré muchos negocios y, probablemente, esté en mejores condiciones que otros embajadores para conseguirlos, pues hay un mínimo de afinidad y conocimiento de la cultura.

¿Cuál fue su reacción cuando se enteró de la designación como embajador?

— Cuando a mí el canciller me llamó para decirme que el presidente Petro quería designarme embajador primero me asusté porque es una responsabilidad muy grande; después tuve dudas, es un honor agridulce, porque me obliga a dejar proyectos que me gustan mucho, pero rápidamente me di cuenta de que soy un buen prospecto de embajador, que no debe haber muchas personas en Colombia que tengan el conocimiento que tengo yo de ese país, de esa sociedad, de esas costumbres, de esa política china y, probablemente, no hay nadie tan deseoso de que las relaciones entre los dos países sean las mejores.

Es un privilegio para mí poder estar en la situación en que voy a estar.

Además de buscar y consolidar negocios entre ambos países, una vez asuma como embajador, ¿qué otros planes tiene?

— Independientemente de las tareas que me asignen, que todavía no las conozco, pero sospecho que son las que te he comentado, adicionalmente, soy una persona que está muy preparada y muy bien posicionada para que las relaciones culturales entre China y Colombia crezcan; por ejemplo, si tengo el interés de que haya una semana de cine colombiano o de literatura colombiana o de pintura colombiana o de escultura colombiana, cojo el teléfono y llamo, no, todo el mundo tiene ese privilegio de tener amigos en todas las en los campos del arte. Yo los tengo, porque llevo 50 años en esto y tengo grandes amigos en todas las áreas, entonces me imagino que esa será un área en donde voy a moverme con habilidad.

Habrá otras áreas que no conozco tanto, como, por decir, el deporte, pero creo que la relación entre dos países no se puede basar solamente en el deseo de hacer negocios, tiene que haber muchas otras cosas, como desarrollar programas educativos para que más colombianos puedan estudiar allá y más chinos puedan venir acá.

Colombia es un país privilegiado, por ejemplo, para enseñar el idioma español, porque el español nuestro es muy fácil de entender, por eso podemos potenciar a Colombia como sede de talleres de idiomas; en fin, todavía no me he puesto a pensar muy en profundo, entre otras cosas porque estoy súperocupado.

En este momento estoy con la ópera y estoy terminando siete documentales y un largometraje en España, entonces casi no me queda tiempo, pero ya entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre se estrena el largometraje, se entregan los documentales, se termina la ópera y ya quedo exclusivamente para dedicarme al tema chino.

En qué se puede diferenciar su trabajo como embajador con el que han desempeñado sus predecesores, teniendo en cuenta la cercanía ideológica y personal que tiene usted con China.

— En este momento China tiene un unos planes geopolíticos muy importantes; por ejemplo, el plan de la Ruta de la Seda, que ayudaría muchísimo a construir infraestructuras a lo largo del continente subasiático y asiático, en Europa; Sudamérica también entra en ese plan. Yo creo que el hecho de que Colombia, en este momento, tenga un gobierno que es muy apreciado por los chinos, porque, desde luego, al estado chino, supongo yo, no le hace mucha gracia un gobierno de derechas, prefieren tener relaciones con gente con la que tienen afinidades; entonces, creo que es un muy buen momento para mejorar y fortalecer las relaciones bilaterales, es un momento ideal, pues China es el segundo socio comercial de Colombia, después de los Estados Unidos

Cambiando de tercio, frente a la reforma tributaria, en el texto que se radicó originalmente en el Congreso hay un artículo que afecta a la Ley del Cine...

— Antes de ayer estuve hablando con la ministra de Cultura de temas que también tienen que ver con China y sobre eso (la reforma tributaria), pues es un tema que me interesa mucho, y me contó que ella, personalmente, se había ocupado de que no cambie absolutamente nada en las leyes de cine y creo que ayer me confirmaron que ya oficialmente no se va a tocar nada que tenga que ver con las leyes.

Me parece un acierto, porque cuando las cosas van bien no se deben cambiar.

Sabiendo que ya no se afectará la Ley del cine con la reforma tributaría, como embajador, ¿buscará que más cine chino llegue a Colombia y que las producciones nacionales lleguen a la China, creando una suerte de ruta del cine?

— Lo intentaré y no solamente para que se vea cine de aquí y allá, sino para que haya mecanismos para que se pueda producir aquí y allá y que haya intercambio de talleres y de escuela.

En todo lo que tenga que ver con eso, seguramente me moveré con cierta habilidad, porque ya conozco cómo es, yo he intentado dos veces hacer películas en China y no han cuajado, por los guiones... pero la intención de ellos siempre ha sido muy positiva, pero no hemos logrado encontrar el guion ideal para abrir esa puerta.

¿Cuándo empezará a ejercer oficialmente como embajador?

— El martes tengo una reunión en Cancillería para definir ciertos detalles, pero como estoy contratado por la Ópera de Colombia yo calculo que será a mediados de noviembre, ya todo está, el beneplácito de China, todo.

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