Tras la condena de Camilo Pinzón, el hombre detrás de la desaparición y muerte de Helena Laserna, la nieta de Mario Laserna Pinzón, fundador de la Universidad de Los Andes, la revista Semana conoció detalles escalofriantes sobre cómo el hombre, quien era el padrastro de la menor, la incineró para no dejar ningún rastro de su cuerpo.
La historia de la desaparición de Helena comenzó cuando su madre, María Liliana Laserna Jaramillo -hija del fundador de la Universida de los Andes-, comenzó una relación amorosa en 2007 con Camilo Pinzón, un técnico electrónico de quien se enamoró luego de que este le reparara un televisor en su casa de Ibagué (Tolima).
Al parecer, la relación entre Laserna y Pinzón se volvió conflictiva, lo que no solo habría afectado la salud mental de Liliana -quien fue diagnosticada con un cuadro de esquizofrenia-, sino también, el cuidado de su hija, por lo que en 2008, la familia de la mujer solicitó la intervención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Según la información obtenida por la revista Semana, Camilo Pinzón aprovechó la vulnerabilidad de Liliana para que “le cumpliera todos sus deseos”, desde viajes a Europa hasta otorgarle altas sumas de dinero de manera semanal.
La ambición del hoy condenado llegó a tal punto que, de acuerdo con las pruebas recopiladas por las autoridades, Pinzón quería quedarse con toda la fortuna de Liliana y, para lograrlo, planeó desaparecer a Helena Laserna, la hija de su compañera sentimental y a quien le había sido diagnosticado un cuadro severo de autismo, tras su nacimiento en 1998.
Fue así como -según la revista Semana- en 2014, tras una batalla por la custodia de Helena y una pelea con la familia Laserna, Pinzón anunció que se llevaría a la joven -que en ese entonces tenía 16 años- a Chile para un supuesto tratamiento experimental con células madre para curarla del autismo. Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones, el hombre y la menor jamás salieron de Colombia, tal y como el hoy condenado le hizo creer a Liliana y a su familia.
De acuerdo con los informes obtenidos por Semana, Pinzón en realidad trasladó a Helena hasta una casa en Mosquera, Cundinamarca -propiedad de su hermana, Claudia Patricia Pinzón Gómez-, y donde, según la investigación, Helena habría permanecido hasta el día de su muerte.
Aunque el medio no precisó cuánto tiempo permaneció la joven de 16 años en aquella propiedad, ni tampoco bajo qué condiciones, las indagaciones señalan que, el 14 de noviembre de 2016, Claudia Patricia -la hermana de Camilo Pinzón- intentó contactarlo en diversas ocasiones para informarle que Helena había fallecido.
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Para ese entonces Pinzón, al parecer, se encontraba de viaje en Cartagena (Bolívar) con quien sería su amante, una mujer conocida como Sabrina, por lo que, según Semana, el hombre tardó en enterarse de la noticia. Una vez conoció lo sucedido, viajó hasta Mosquera, municipio desde donde viajó con el cuerpo de la menor a Sesquilé -donde Liliana Laserna tenía una finca, llamada La Cabaña-, y en donde incineró el cadáver de la joven para borrar cualquier prueba en su contra.
En los informes obtenidos por Semana además se conoció que, según las investigaciones, un trabajador de la propiedad y su esposa fueron los últimos en ver el cuerpo de Helena. Se trata del mayordomo Jorge Fonseca quien, al sospechar de la llegada de Pinzón a la finca y su solicitud de que no abrieran su camioneta -por supuestamente tener elementos radioactivos-, buscó con su mujer un tutorial en Youtube para abrir el automotor. Lo que encontraron fue desgarrador: el cuerpo de Helena, completamente delgada, con moretones, y sin vida.
De acuerdo con la publicación bogotana, para evitar dejar cualquier prueba de la muerte de Helena, el 19 de noviembre de 2016 Pinzón incineró el cuerpo de la joven y, aunque el cádaver ardió por horas, aún quedaron rastros del cuerpo de la menor por lo que, con sevicia, el acusado le prendió llamas a lo que quedaba de la joven por segunda vez.
Tras la muerte de la joven, la investigación conocida por el mismo medio, señaló que, “Patricia (la hermana de Camilo) le pide a Sabrina (su amante) que saque todo lo que tenga: fotos, memoria, celulares, todo lo que huela a Camilo (...) comentan que les van a hacer un allanamiento (...) y ese computador tienen muchas cosas”.
Aunque Camilo Pinzón fue condenado por la justicia colombiana a 46 años de prisión por el delito de desaparición forzada, el hombre se encuentra prófugo de las autoridades, al parecer, según Semana, estaría ocultándose en Porto Alegre, al sur de Brasil. A la fecha, de acuerdo con el mismo medio, el hombre sostiene que la responsabilidad de la muerte de Helena Laserna es completamente de su mamá, Liliana Laserna.
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