Las redes sociales y los medios de comunicación estallaron tras descubrir que, en medio del jolgorio de la Feria de las Flores, había una persona vendiendo pequeñas botellas de vidrio vacías, con un corcho encima, una etiqueta con un código QR y una promesa: cada una de ellas contenía aire real recogido en Medellín, una de las ciudades más importantes de Colombia. Quien las vende es Juan Carlos Alvarado, un artista radicado en el sector de Niquía del municipio de Bello—en el área metropolitana del Valle de Aburrá, departamento de Antioquia—. Infobae Colombia quiso saber por qué vender aire de Medellín y quién querría comprarlo.
Después de todo, vender aire en botellas puede tener muchas lecturas. Es bien sabido que el aire es un fenómeno que no se ha repetido en otro lugar de este universo distinto al planeta Tierra. El aire es una mezcla de gases: contiene nitrógeno, oxígeno, argón, vapor de agua, dióxido de carbono, metano y partículas que son resultado de la actividad humana, como el hollín y los gases fluorados. Algunas de estas moléculas son necesarias para la vida y otras la ponen en riesgo. La composición del aire es distinta según las actividades que se desarrollen en cada lugar, la cantidad de plantas y árboles disponibles, la altitud y la temperatura, entre otros factores.
Culturalmente, Medellín es vista desde afuera como una ciudad pujante. Sus 2.427.129 habitantes —cifra obtenida con el último censo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane)— viven en un entorno de creatividad, industrias y emprendimiento, al punto de que está convirtiéndose en un destino favorito de los nómadas digitales en América. Técnicamente, por otro lado, Medellín es una ciudad construida en un valle rodeado de altas montañas. Esta condición natural invierte impide que se dispersen con facilidad las sustancias contaminantes que las industrias y la actividad urbana dejan en el aire.
Los puntos del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata) pueden medir el material particulado y las encuestas de Medellín Cómo Vamos, la satisfacción de los medellinenses con la calidad del aire que respiran. La versión más reciente, la de 2021, asegura que el 66 % de los paisas está insatisfecho. Para 2030, se ha trazado la meta de reducir el material particulado en Medellín a 23 microgramos por metro cúbico de aire. Al cierre de este artículo, el medidor contaba 91 en la estación Museo de Antioquia, uno de los más céntricos del área urbana.
Con toda esa información en mente, ¿quién compraría aire de Medellín? En medio de la algarabía por la festividad más representativa de Medellín, Alvarado, que ha adoptado el nombre artístico de Nikya —en honor al lugar donde vive—, probó suerte primero con un grupo de turistas provenientes de Barranquilla, una ciudad costera del Caribe colombiano. Se los presentó como un recordatorio de su visita a la Ciudad de la Eterna Primavera. “A ellas les encantó el concepto, la idea, todo, porque les expliqué realmente de qué se trataba. Les pareció un producto único”, contó.
“Quería resaltar lo que es Medellín. Medellín es una ciudad que realmente ha marcado Colombia y al mundo, ha tenido historia y es reconocida mundialmente. Hace poco salió como la tercera ciudad del mundo para vivir. Entonces, son muy pocas las personas que podemos darnos el privilegio de vivir acá, de la forma en que vivimos. Entonces, me gustaría que las personas se lleven un recuerdo original y exclusivo. ¡Qué más que aire de verdad de Medellín! Que se lo lleven para Europa, para Italia, para Francia, como lo han comprado en estos días los turistas que han venido a la ciudad”, explicó Nikya.
El listado que cita Nikya es el de las mejores ciudades para viajar en 2022, compilado por la revista de viajes y estilo de vida Time Out. La capital paisa figura tercera, después de Edimburgo (Escocia) y Chicago (Estados Unidos). Entonces, pese a ser aire contaminado, los turistas del mundo han sentido interés por respirarlo y llevarse un pedacito a casa por un valor que el artista no revela en público, “porque queremos mantener la exclusividad. No es por egocentrismo o algo así. En realidad nos lo tomamos muy en serio porque salió muchísima demanda para tan poquito tiempo”.
Ahora, ¿quién es el osado que se atrevió a vender aire de Medellín? Pese al marcado acento antioqueño de Nikya al teléfono, y para sorpresa de los lectores, no se trata de una persona oriunda del Valle de Aburrá. “Yo digo que soy de Bello, pero nací realmente en Facatativá (Cundinamarca, a una hora de Bogotá por tierra)”, confesó el vendedor de aire, quien aseguró que su vida ha sido toda una aventura.
“Mi sueño de la música me ha llevado hasta donde estoy hoy en día. Me ha llevado a tomar decisiones como, recién graduado de bachiller en diciembre del 2016, venirme para Medellín. Creo que en enero, no estoy muy seguro, pero más o menos para esas fechas ya estaba acá en Medellín. Así sin pensarlo, sin nada, me vine a dormir en cobijas, ni siquiera en un colchón como como muchos pueden”, recordó Alvarado.
Nikya es un artista urbano autogestionado que canta profesionalmente desde hace tres años. “Hace dos años monté mi primer vídeo en YouTube. Ese video estuvo corriendo también muy bueno. Puedo decir que la carrera musical ha tenido un avance. O sea, me he disfrutado el proceso, la verdad”, recordó.
Que esté disfrutando el proceso no necesariamente implica que ha sido fácil. “Sacar música cuesta, sacar una canción cuesta, sacar un video cuesta, hacer publicidad cuesta. Por eso muchos artistas no pueden hacer un vídeo de buena calidad. Yo empecé haciendo videos con el celular y un estabilizador, pero me enfoqué siempre en esforzarme, trabajar y sacar la mejor calidad que fuera posible”, mencionó el cantante.
“Yo mismo editaba los videos, los dirigía, los subía, me encargaba de todo: de grabar, de comprar los equipos, porque no tenía a nadie que me ayudara si no era con dinero y con un mínimo no te alcanza”.
Asegura que la industria no lo ha recibido como él quisiera. Por eso ha incursionado en toda clase de trabajos y emprendimientos que le permitan invertir en su verdadera pasión hasta cuando las puertas se le abran. “A mí no me da pena: yo he trabajado en cantidad de cosas. Tengo 24 años, pero me siento como una persona de 40″, aseguró. Hace cuatro meses se le cruzó por la cabeza vender aire. “Yo empecé solo porque sabía que nadie lo iba a tener en cuenta. Me iban a tildar de lo que hoy me tildan algunos, que es como de loco o algo así, porque a nadie más se le había ocurrido vender aire”, afirmó.
Con la mentalidad de arriesgar para ganar y una vez hizo su propia investigación, Nikya llamó a Nicolás y Sebastián, sus dos amigos y socios musicales, que viven en el barrio Cristo Rey, de la comuna 15 de Medellín. El cantante confesó que “a ellos los tenía muy olvidaditos, la verdad, porque el tema de la música era el que nos unía y sin dinero no podemos sacar música”.
“El lunes ya tenía todo preparado para salir con una mesita y empezar a ofrecerles a los turistas, en los semáforos. Entonces, me comuniqué con ellos y les dije ‘bro, ¿puedes estar mañana a las ocho de la mañana acá en mi casa, por favor?’. Ese día estaban de fiesta, felices, y me dijeron que sí. A las ocho de la mañana estaban acá. No les había dicho nada. Nos saludamos... yo pienso que ellos pensaban que íbamos a hacer algo con la música y no: les saqué las botellitas”, recordó.
Los amigos de Nikya creyeron en principio que se trataba de un chiste: “la reacción fue de ‘este man está loco’”, aseguró. Pero la de su mamá fue la que más lo marcó. “Mi mamá vive en San Francisco (Cundinamarca) y yo vivo solo acá en Bello. Yo supe que hasta estaba preocupada: ‘ah, este man, ¡cómo así que vender aire!’”, aseguró.
“Ella no entendía el concepto de que esto es una artesanía, un recuerdo, un recordatorio, como los que tú compras en el aeropuerto para llevarle a un conocido y así. Ese es el concepto real del producto, pero tampoco queremos que sea fake: queremos capturar aire real”, explicó Nikya.
Él no quería vender humo, sino aire real. Por eso, antes de llamar a sus amigos y asustar a su mamá, hizo una lluvia de ideas y una búsqueda propia de formas para encapsular aire de forma eficiente. Encontró que otras personas ya encapsulaban aire con otros propósitos menos musicales. “Había una familia de europeos que estaban vendiendo aire puro de las montañas para China, Inglaterra, ciudades contaminadas. Lo hacían de una manera muy curiosa, que era con una red de esas con las que pescan medusas en Bob Esponja. Encapsulaban el aire de esa forma, muy artesanal, muy chévere, la verdad, y muy curioso”, contó.
Con la información que encontró, empezó a diseñar el dispositivo para encapsular aire de Medellín: “hice varias pruebas. Incluso estuve probando con dron: amarré una botellita a un dron; hasta allá puede llegar mi imaginación. También hicimos pruebas con el lavado especial para dejarlas inoloras”.
Eso sí, Nikya sabe exactamente lo que vende y lo que no pretende vender: “yo no lo hago por temas de vender aire puro, como se enfocan otras empresas que realmente venden aire puro. Yo me enfoco más en vender un recuerdo exclusivo, original, una reliquia coleccionable; porque eso va más allá de solo aire. Esto abarca más que la contaminación y todo eso: es atrapar la esencia de la ciudad de la eterna primavera”.
Aunque sí está feliz de haber podido materializar una de sus ideas con tanto éxito, el cantante dice que aún no se siente orgulloso de su producto y el alcance que ha tenido en redes. De todas maneras, su propósito mayor con todo esto es invertir en su carrera musical: “si yo no hago música, no soy feliz. Yo empecé esto porque no encontraba patrocinadores. Así te la pongo: es muy difícil que alguien crea en tu proyecto y recibir un apoyo sin pegarte, así tú cantes bonito. Yo tengo parceros que cantan, que tienen un talento brutal, pero no tienen apoyo”.
Entre sus ideas a futuro, si el aire embotellado le ayuda a solidificarlas, está alimentar su proyecto X1M, de música en un formato fácil de viralizar: “son canciones por un minuto únicamente para Instagram, TikTok, Kwai, Facebook, shorts de YouTube... Van a ser videos en vertical, pero van a tener ciertos conceptos diferentes”.
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