Tras la aprobación en primer debate de la reforma tributaria en el Congreso de la República, han aparecido muchas voces y a favor y en contra de lo que es el texto final de la nueva política fiscal en el país, dentro de los muchos temas que toca el articulado, se habla sobre los impuestos al carbono, un cargue muy controversial, no solo en esta, sino en las pasadas iniciativas de este mismo estilo, pues su recaudó estaba destinado exclusivamente para asuntos referentes al medio ambiente. Este puntualmente se refiere al artículo 96 dónde se derogan algunas leyes que precisamente protegen la destinación de estos recursos.
El documento de la primera ponencia que compartió Ministerio de Hacienda, y qué fue presentado por los congresistas Gustavo Bolívar y Katherine Miranda explica:
“Impuestos ambientales. Frente al impuesto al carbono, se realiza un ajuste, en beneficio de los declarantes, consistente en la eliminación de establecer que las declaraciones del impuesto que no se paguen total o parcialmente se entienden como no presentadas.”.
Según el texto de la ponencia, se han realizado varios debates y mesas de concertación sobre dicho impuesto, qué principalmente se le carga a la industria de los combustibles fósiles, cuya recaudación se destinaba hacia el fondo para la sostenibilidad ambiental y desarrollo rural y a los temas de referencia ambiental, cómo la conservación de fuentes hídricas, erosiones costeras, entre otras.
Pues desde el fondo mundial para la naturaleza, WWF, por sus siglas en inglés, le están pidiendo al Congreso que revisen el articulado en este aspecto, al que tildaron de ‘mico’, que lo único que hace es afectar la conservación de la biodiversidad, ya que se desprotege la destinación de los recursos para los temas ambientales.
Adicionalmente, aseguran que en el 2021 se recaudaron al menos 425 mil millones de pesos, dinero fundamental para estas labores en Colombia, y que si se compara con otros países, sigue siendo inferior; además que en esas naciones se privilegian estos recursos por encima de muchos otros propósitos:
“Este cambio de destinación es un ‘mico’ que afecta gravemente la conservación de la biodiversidad, pues desfinanciaría iniciativas relacionadas con la reducción de la deforestación y su monitoreo, la conservación de fuentes hídricas, la protección, preservación, restauración y uso sostenible de áreas y ecosistemas estratégicos y áreas protegidas (...) En el mundo, países como Francia, Holanda y Dinamarca, entre muchos otros, tienen destinaciones específicas para los impuestos ambientales y son inalterables en su propósito. Resulta inconcebible que uno de los países más biodiversos del mundo erosione los recursos para la conservación de su mayor riqueza”.
De hecho, les están proponiendo hacer una modificación, y es que se destinen los recursos para la financiación de proyectos enfocados en la reducción del impacto de la contaminación:
“La ejecución del impuesto al carbono es susceptible de mejora. Lo evidencian los constantes cambios luego de seis años. Tras su destinación inicial al Fondo Colombia en Paz, en 2016, ha sufrido cinco modificaciones. Ejecutar los recursos del impuesto para financiar proyectos que mitiguen los impactos de la contaminación es imperativo, pero eso no significa eliminar su destinación exclusiva y castigar al sector ambiental en el momento más crítico para el planeta”.
Desde el mismo Congreso, algunos otros viejos conocidos de esta materia, como la representante a la Cámara, Julia Miranda, quién por muchos años fue la directora de Parques Nacionales Naturales, aseguró que la desestimación de dichos recursos sería un retroceso en la agenda de protección ambiental y cambio climático para el país:
“El impuesto al carbono debe tener una destinación específica para poder conducir recursos a lucha, mitigación y adaptación frente al cambio climático. Sin financiamiento, es difícil consolidar una agenda contundente y pertinente de protección ambiental y cambio climático. Por eso, hemos radicado una proposición a la #ReformaTributaria para mantener la destinación del Impuesto al carbono para el sector ambiente y modificar la forma de ejecución de esos recursos para que la inversión sea más estratégica y efectiva”.
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