Tratamientos experimentales, un cadáver incinerado y los secretos de una de las familias más poderosas de Colombia: así desapareció la nieta del fundador de la Universidad de los Andes

Este martes se condenó a Camilo Fidel Pinzón Gómez a 46 años de prisión por la desaparición de su hijastra, Jesseca Helena Laserna, en 2016

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Jesseca Helena Laserna, nieta de Mario Laserna Pinzón, fundador de la Universidad de los Andes, desapareció en 2016 cuando tenía 17 años, la menor estaba diagnosticada con autismo. Luego de que su madre, Liliana Laserna habría perdido su custodia, pues, su familia consideraba que la mujer y su pareja, Camilo Fidel Pinzón Gómez no podían hacerse cargo de la menor.

Tiempo después se conoció que la familiar y su pareja, tendrían que viajar al exterior para someterla a un tratamiento experimental de trasplante de células madre que supuestamente le curaría la enfermedad. Sin embargo, cuando la madre recuperó su custodia Helene Laserna desapareció y tras el hecho surgieron hipótesis que señalaban como mayor sospechoso al padrastro del crimen.

Liliana Laserna es la tercera de las hermanas, mujer con trastornos psiquiátricos de esquizofrenia y paranoia, quien durante una breve relación con un alemán tuvo a Helena, nació en 1998. Años después, cuando se encontraba en su casa de Ibagué, se enamoró en 2007 de Camilo Fidel Pinzón, cuando fue a arreglar su televisor.

Pero esto no duró mucho, al parecer la relación se tornó conflictiva y empezó a ver vulnerable la salud mental de Liliana. Por lo que los hermanos se preocuparon por el bienestar de Helena, porque la menor autista necesitaba de cuidados especiales. Por esta razón, en el 2008, la familia pidió en 2008 la intervención del Instituto de Bienestar Familiar (IBCF).

De acuerdo a información preliminar en ese momento, se encontraron indicios de maltrato y Jesseca Helena fue internada en la Asociación Colombiana de Padres e Hijos Emprendedores Sociales (Acphes), ubicada al norte de Bogotá.

Según información revelada por la revista Semana, Camilo Pinzón, usaba la vulnerabilidad de su novia para fines económicos. Liliana fue recluida en el Buen Pastor, decisión que llevó a la pareja a desplazarse donde se encontraba la menor internada, rompieron los vidrios e intentaron trepar las paredes. Ante esta situación, ambros fueron internados en la clínica psiquiátrica La Inmaculada por desaquilibrio mental.

Cuando las cosas fueron mejorando y primero salió Camilo, después Liliana de aquel lugar, con esto el Bienestar Familiar les devolvió a Jesseca.

Cabe mecionar que, la muerte de la menor, de la que nunca se encontró el cuerpo, ocurrió en extrañas circunstancias, ya que tras haber salido de una institución donde estaba siendo atendida por su condición, fue entregada a su madre y a su padrastro, que eran vistos por personas de su entorno como impedidos para mantenerla, por un lado, Liliana estaba padeciendo de problemas de salud mental cada vez más avanzados y su pareja era descrita como una persona manipuladora y de carácter fuerte.

Cuando la menor desapareció sin dejar rastro, Pinzón Gómez había hecho creer a Liliana Laserna y su familia, que la llevaría a Chile para someterla a un tratamiento con células madre, para qué superará su condición y pudiera tener una mejor condición de vida.

Pero todo cambio cuando el sujeto aseguró que la menor había muerto por el tratamiento junto con otros menores y que los médicos encargados se habían suicidado; además, la familia Laserna se habría dado cuenta de que nunca se registró la salida de Helene del país.

Tras todas estas discrepancias y la versión poco creíble de que había sacado a la menor dormida del país, la familia de elite comenzó una investigación donde rápidamente se determinó que: “1) La menor estaba muerta, 2) Liliana no tenía conocimiento de cómo había fallecido su hija y 3) Camilo le mentía a Liliana sobre lo sucedido”.

Finalmente, el pasado 5 de octubre por lo que pasado, seis años de su desaparición y tres años de juicio, que el primer veredicto señala como el responsable del crimen a Camilo Fidel Pinzón Gómez. Tras analizar varias pruebas y testimonios, el juzgado primero especializado de Cundinamarca determinó que se presentó evidencia suficiente para demostrar que el hombre participó, de esta forma, Pinzón Gómez fue condenado a 46 años de prisión.

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