Finalmente se presentó el documento qué contendrá lo que puede ser la reforma tributaria, ante la Comisión Tercera del Congreso; se radico el folio de 364 páginas que contiene la nueva normativa fiscal, que aplicará el país a partir del 2023. El gobierno nacional encabezado por el ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, bajó de sus pretensiones, y de casi 26 billones de pesos, ahora solo se recaudarán 22 billones, pero, hubo muchos otros cambios; en teoría, para no impactar tan fuertemente el bolsillo de los colombianos; situaciones como la de los alimentos y bebidas azucaradas, pero, que si tocó varios puntos y sectores qué se estaban quejando por esos posibles cambios.
Tal vez una de las desestimaciones más sonadas en este nuevo documento es la eliminación al impuesto de las exportaciones del carbón y petróleo, que iban encaminadas, en teoría, a la transición energética que está proponiendo Gustavo Petro, pero, que además buscaba que dichas compañías aportarán en mayor medida, dado a sus altos márgenes de ganancia y la situación de las divisas internacionales. Puntualmente la modificación eliminó la deductibilidad del impuesto a las exportaciones, cambiándolo por una sobretasa, a aplicar un impuesto de renta qué equivale al 10 % en el primer año, o sea 2023, 7,5 % en el segundo, 2024, y el mismo monto para el 2025.
Otro factor sensible se dio con los días sin IVA, tema que fue muy discutido entre agremiaciones y sectores comerciales, ya que lo que proponía José Antonio Ocampo precisamente era que estás jornadas no beneficiaban en gran medida a la economía nacional, y por el contrario, se genera una especie de detrimento al no pagar el impuesto sobre el valor añadido, principalmente en los productos importados, esto daría el reversazo a lo que ya se había anunciado hace una semana, donde se proponía al menos dos de estos días, uno en febrero y otro en agosto, puntualmente para artículos de origen colombiano que no superará los 3 millones de pesos.
Tal vez los más afectados, y que en teoría era los que estaban diciendo varios expertos que se debe modificar, eran los gravámenes a las personas naturales y las empresas, en principio, aparte de las industrias extractivas donde se les irá disminuyendo el porcentaje del gravamen, hay un nuevo cambio en el impuesto al patrimonio, así lo explica el ministerio de hacienda:
“En cuanto al impuesto al patrimonio, Ocampo Gaviria detalló que será progresivo y por cuatro años. Las tarifas marginales serán a partir de 0,5% para los patrimonios de más de $3.000 millones, 1% para los de más de $5.000 millones y del 1,5% para los de más de $10.000 millones”.
El impuesto a los dividendos se modificó y acordó que para los pequeños accionistas no habrá afectación adicional, mientras que los que tienen mayores ingresos tendrán un gravamén del 20 %, con lo que se les excluirá de la tabla de tarifas marginales de renta, que si se mantenía del texto original.
Otro los temas controversiales es el de las ganancias ocasionales, donde se mantendrá una tarifa única del 15 %, en el caso de las herencias donaciones y enajenaciones de activos, además, las rifas y loterías tendrán que asumir un 35 % de gravamen.
Frente al tema de los alimentos esto va a depender de la cantidad de azúcar o sal que tengan sobre cierta porción, dependiendo su envase, entre más alto sea su porcentaje mayor será la tarifa que se tendrá que pagar, que va desde los $ 18 hasta los 35 pesos.
Así las cosas, habrá algunos beneficios tributarios: frente al límite en las rentas exentas y deducciones manteniéndose en la línea del 40 % de los ingresos netos. Además de incluir otros por facturas electrónicas, dónde se les reducirá el 1 % del impuesto sobre adquisiciones bajo esta modalidad, y se acordó un impuesto al patrimonio, 5% para los mayores de 3 mil millones de pesos, del 1 % a partir de los 5000 millones y de 1,5 % para los que superen los 10 mil millones de pesos.
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