Durante el anuncio entregado este martes 4 de octubre por el Gobierno nacional y la delegación del Ejército de Liberación Nacional de reanudar el proceso de paz iniciado durante el mandato de Juan Manuel Santos y pausados por Iván Duque, el primer comandante de esa guerrilla Antonio García habló no solo de la reinstalación de la mesa sino también del ambicioso plan de ‘paz total’ planteado por el presidente Gustavo Petro.
En medio de su intervención, García se refirió a las intenciones de la administración actual en negociar con otras estructuras armadas que también se dedican al narcotráfico indicando que, pese a varios procesos de pacificación y dejación de armas “Colombia sigue igual, por lo tanto quien piensa que el problema son las armas está totalmente equivocado”, pues de ser así, el país habría visto un cambio real con relación a la violencia.
En ese sentido, hizo énfasis en que no solamente se debe mirar la dejación de armas tanto del ELN como de todas las estructuras de corte político que están en la insurgencia y apoyadas en rentas criminales, sino las causas que generaron el conflicto armado en el país; “que son la desigualdad, la falta de democracia, la inequidad social” y otros temas que también fueron expuestos en su momento por las extintas Farc durante los diálogos de La Habana.
Pero no solamente planteó la posibilidad de dialogar la dejación de las armas, sino también sobre la manera en que el Estado utiliza las suyas: “cómo las usa y para qué las usa”, aseveró. Con relación a la ‘paz total’, dijo que es una propuesta interesante siempre y cuando desde el gobierno se afirme la existencia de diversos conflictos generados por diversas situaciones.
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“Si se entiende que la paz total es la ausencia de conflictos en una sociedad pues podemos decir que no es acertado porque a los conflictos se llega porque se niegan los cambios, las transformaciones. El conflicto es una manera de buscar soluciones a los problemas”, explayó el primer comandante del ELN quien dijo que esa estructura está lanzada en armas por intenciones políticas y con ética.
De paso, Eliécer Herlinto Chamorro (nombre de pila de García) dijo que las negociaciones con otras estructuras armadas ”es otra historia” pues hay organizaciones que no nacieron con fines sociales y políticos, como las paramilitares. Sobre estas, dijo que muchas fueron creadas “por el mismo Estado antes de que la insurgencia existiese”.
“El paramilitarismo fue creado por orden norteamericana en 1962 y las organizaciones revolucionarias surgieron en propiedad en el año 1964 (cuando nacieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia —Farc—)” y expuso que no hay razón para afirmar que los grupos paraestatales surgieron como respuesta contrainsurgente. “Fue al contrario”, dijo el líder guerrillero.
Bajo ese contexto, García espera que la delegación del Gobierno nacional tenga en cuenta los antecedentes históricos no solo para priorizar los diálogos con el ELN, sino para solucionar de fondo los problemas estructurales que dieron origen a los movimientos subversivos. También reiteró que una cosa es el Acuerdo de Paz con las Farc y otra, lo que se logre con el ELN luego del reinicio de la mesa de diálogos.
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