Tras la durísima controversia que se ha ganado el gobierno del presidente Gustavo Petro por los millonarios lujos que adquirió recientemente la Presidencia de la República (como televisores de 27 millones y cobijas con plumas de ganso), el mismo mandatario rompió el silencio al respecto e intentó justificarse.
En la mañana de este martes 4 de octubre, a través de su cuenta de Twitter, el jefe de Estado publicó un hilo en su cuenta de Twitter donde se refirió a los contratos que autorizó uno de sus coequiperos, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Mauricio Lizcano.
Los objetos para adecuar las habitaciones privadas de la Casa de Nariño, donde hay cortinas, sabanas y electrodomésticos cuyos gastos ascienden a los 170 millones fueron entregados por la plataforma Colombia Compra Eficiente. El presidente Petro dijo que eso no era para beneficio suyo ni de la vicepresidenta Francia Márquez, sino para, supuestamente, el personal de limpieza del palacio presidencial.
“¿Sabían que compra de colchas cobijas y sábanas tenía como uno de sus propósitos que las personas del servicio tuvieran las mismas comodidades que los huéspedes en el Palacio de Nariño?”, empezó cuestionando el mandatario de los colombianos.
En otros apartes, Petro dijo que, tras más de dos meses de llegar al poder y, por ende, a la Casa de Nariño, evidenció lo que llamó “discriminación absoluta” con las condiciones que tenían los empleados de servicio del palacio. “Lo que encontramos fue discriminación absoluta frente a su comida y sus habitaciones”, agregó el jefe de Estado.
Entre los elementos registrados en la compra están: licuadora digital de diez velocidades, dos cubiertas de vitrocerámica inducción Le Cuisine, las cuales suman un valor superior a los treinta y cuatro millones de pesos, cubiertas de vitrocerámica eléctrica Le Cuisine entre otros electrodomésticos.
Sin embargo, Petro no habló al respecto de esos aparatos electrónicos pero sí de las cortinas, cubrecamas y otros elementos para dotar de condiciones a los empleados de la Casa de Nariño y de otras instalaciones del Ejecutivo a lo largo y ancho del territorio nacional. Esto, como una clara indirecta al anterior inquilino de ese recinto, el expresidente uribista Iván Duque, quien le entregó el poder a Petro el pasado 7 de agosto.
Así mismo, publicó fotografías de un cuarto de lo que sería la casa de Hato Grande (donde se reunió la semana anterior con sus ministros). Allí, se ven cortinas con huecos y orificios por todo lado.
“¿Sabían que de las 35 habitaciones que hacen parta de la casa de huéspedes de Cartagena, de Hatogrande, de la casa de la vicepresidencia y de la Casa de Nariño, Francia solo ocupa una habitación y yo ocupo dos? Miren como recibimos las cortinas en Casa de Nariño”, trinó, en compañía de las polémicas fotos.
En otro trino de su perfil de Twitter, el mandatario también publicó imágenes de los tendidos de las camas en las que duermen los trabajadores de la Casa de Nariño. Según el presidente, estos tendrían “las mismas colchas y sabanas de la habitación de mi hija”, señaló.
Finalmente, el jefe del Estado colombiano admitió que, aunque evidentemente sí hay sobrecostos en los productos, él revisó minuciosamente cada compra para evitar esta polémica que hoy, de nuevo, lo tiene en el ojo del huracán.
“¿Sabían que revisados minuciosamente compra por compra, ningún articulo comprado presentó sobrecostos?”, cuestionó el presidente, no sin antes referirse a los más de 27 millones de pesos que se gastó su gobierno en un televisor de última generación. Para el mandatario, esa compra está justificada porque se necesita para “varias informaciones” que le llegan a diario.
“En todo el palacio de Nariño solo hay una pantalla de máxima definición disponible: 8k que es necesaria para varias informaciones que la presidencia recibe. Su costo es exactamente el del mercado como puede establecer cualquiera que mire pantallas 8k de 85′ en internet”, concluyó el presidente Petro.
Estos hechos no han dejado de causarle críticas al gobierno Petro por la supuesta falsa de austeridad. De hecho, según el Dapre, en total todas las compras, tanto para la casa presidencial, vicepresidencial y de Huéspedes Ilustres en Cartagena tiene un valor total de 173.084.200 pesos.
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