Aunque el gobierno del presidente Gustavo Petro ha insistido en repetidas oportunidades que en Colombia se acabará con el fracking, recientemente se confirmó que se continuará con otros mecanismos para erradicar los cultivos ilícitos. Eso sí, la idea anunciada por el jefe de Estado no atentaría contra los terrenos cultivados por campesinos y agricultores.
Así lo manifestó el presidente Petro, este lunes 3 de octubre, durante la rueda de prensa que ofreció junto al secretario de estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Allí, el mandatario colombiano aseguró que se debe acabar sí o sí con los cultivos ilícitos de grandes dimensiones sin afectar a los habitantes de las zonas rurales. ¿Cómo lo hará? Esto dijo:
“Los cultivos industriales deben ser erradicados forzadamente. No hay con quién negociar una sustitución de esos cultivos. Lo que pasa es que no van a ser fumigados de manera aérea, lo cual vuelve más peligroso el problema para las personas que hacen la erradicación forzada y es un costo que debemos asumir. Pero la erradicación forzada continúa en los cultivos industriales que no son propiedad del campesinado”, afirmó Petro desde la Casa de Nariño.
En otros apartes de su discurso, Petro también cuestionó cómo lograr que en Colombia se deje de producir el narcotráfico y, de nuevo, salió en defensa de los colombianos que se ganan la vida con la agricultura y la siembra de productos como frutas, verduras, tubérculos y hortalizas. “¿Por qué Colombia es narcotraficante? Porque no produce, ¿cómo puede dejar de serlo? Produciendo en la agricultura y en la industria”, agregó el jefe de Estado.
Así mismo, tal y como lo hizo durante su comentada intervención ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el presidente Petro abogó por los cultivadores de hoja de coca y, de nuevo, solicitó que deje de considerárseles como criminales. En esa línea, exhortó a la Fuerza Pública para que busque atrapar a los narcotraficantes que, a su concepto, sí siembran el terror en el país.
En su nueva intervención, en compañía del alto funcionario estadounidense, Petro también abogó por la paz y aseguró que el combate contra las drogas también ayudaría a la paz en Colombia: “La paz hoy afecta, en mi opinión, de manera positiva, una nueva manera de entender la lucha contra las drogas”, dijo. A su vez, también dio otros detalles de lo que conversó con Antony Blinken en materia de narcotráfico.
“Una óptica que yo llamaría más flexible, que tiene que ver con una visión más integral del problema del consumo y la producción de drogas en este continente, y articulado a un esfuerzo, ahora –que tuvo su colaboración también con el Gobierno de los Estados Unidos en la época de Obama–, que es el proceso de paz”, dijo.
“Hemos tenido un almuerzo de trabajo con una delegación grande del Gobierno de los Estados Unidos, encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken”, comentó el primer mandatario al inicio de su intervención. Mencionó que durante la reunión hablaron ―y debatieron― acerca del narcotráfico, que se ha vuelto un asunto común en la agenda binacional; sin embargo, esta vez fue desde una “óptica más flexible” e integral sobre el consumo de drogas en el continente.
Ese debate se articuló con el Acuerdo Final de Paz firmado en 2016 con la extinta guerrilla de las Farc. El presidente destacó que el primer punto de lo pactado en La Habana, Cuba, tiene que ver con una reforma agraria que le entregaría tres mil hectáreas de tierra a los campesinos. “Si se desarrollasen productivamente en manos de los nuevos tenedores de tierra, sería una barrera indudable contra la producción de drogas en el país”, agregó.
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