Por hacer una mansión en los cerros orientales de Bogotá condenaron a constructor a siete años y medio de prisión

A siete años y medio de prisión fue condenado el dueño de una lujosa vivienda que había sido construida en los cerros orientales de Bogotá. El hombre, además de pagar su pena en prisión, fue sentenciado a asumir una millonaria deuda, a modo de multa con las autoridades colombianas. De acuerdo con lo que se le imputa, habría sido partícipe de un daño ambiental sobre aquella zona, teniendo en cuenta que aquel territorio no está dispuesto para ello. La sentencia en la que quedó registrada el caso tiene 107 páginas, y fue proferida por el Tribunal Superior de Bogotá.

Carlos Augusto Quintero Patiño, nombre con el que se identificó al responsable de los hechos, inició la construcción de aquella mansión desde el año 2006, época desde la cual, entonces, generó que se tuvieran que hacer modificaciones en ese espacio que, al final, serían perjudiciales para el espacio. “Provocó la tala de bosque nativo, la falta de manejo e invasión de un cuerpo de agua, en este caso la quebrada los Rosales; daños a los recursos hídricos, suelo, vegetación, fauna entre otras afectaciones, que según el tribunal son irreparables”, comenta la decisión que ahora recae sobre el ciudadano.

La casa, tal y como se reportó, se encuentra ubicada en el barrio El Bagazal. “No solamente se hizo uso irregular de la quebrada Los Rosales, se hizo una intervención en área protegida, se hizo una adecuación de suelos que no está permitida, se hizo un aprovechamiento forestal no autorizado”, explicó, en su momento, el director de la Corporación Autónoma Regional, Néstor Franco.

“Declarar, en consecuencia, a Carlos Augusto Quintero Patiño, penalmente responsable de los delitos de daños en los recursos naturales en concurso con invasión de áreas de especial importancia ecológica… (...) condenar a Quintero Patiño a las penas de noventa y un (91) meses y ocho (08) días de prisión y mil doscientos trece punto cuatro (1213.4) SMLMV de multa”, se lee en el documento en el que quedó descrita la determinación en segunda instancia que revocó la decisión proferida por el juzgado octavo penal del circuito con funciones de conocimiento. Allí, se había absuelto al responsable de lo ocurrido.

Hacia febrero del 2021, fueron suspendidas 10 obras ilegales que se estaban adelantando en los Cerros Orientales de Bogotá. Aquellas construcciones estaban, según el distrito, “afectando gravemente el medio ambiente y poniendo en riesgo a la comunidad del sector conocido como Lomitas en la localidad de Usaquén y habitantes de algunos predios ubicados en zona rural limítrofe del municipio de La Calera (Cundinamarca)”. Aquellas acciones fueron adelantadas por la Secretaría Distrital de Gobierno, la Alcaldía Local de Usaquén, la Secretaría de Hábitat, la CAR y la Policía.

“Estas construcciones venían generando serias afectaciones a la línea de reserva forestal que se encuentra protegida por una sentencia del Consejo de Estado”, se destacó.

“El medioambiente no se negocia. Estamos hablando del pulmón de Bogotá y debemos cuidarlo. Los Cerros Orientales son un recurso muy valioso y entre todos debemos protegerlo. Hacemos un llamado a toda la ciudadanía para que no se deje engañar cuando les ofrezcan algún terreno en esta zona forestal de la ciudad. Allí está prohibida cualquier construcción”, indicó Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno del Distrito.

Para aquellos días se reportó que esas obras ilegales entrarían en una etapa procesal para definir su futura demolición y las multas que podrían ser implantadas a los responsables. Se habló, en su momento, de sanciones entre los $4.3 y $175 millones. Ese año se reportó que desde el 2020 se habían realizado 110 operativos en las localidades aledañas a los Cerros Orientales. Esto permitió la suspensión de 51 construcciones por “afectación a esta zona de reserva natural”.

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