Diálogos de paz con el ELN podría tener varias sedes, tal y como ocurrió al inicio del proceso con las extintas Farc

El pasado domingo 2 de octubre la delegación negociadora del Ejército de Liberación Nacional (ELN) instalada en La Habana viajó a Venezuela por primera vez en cuatro años luego de estar instalados allí para el inicio de un proceso de paz durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, mismo que fue suspendido en el mandato de Iván Duque.

El motivo del viaje de esta comitiva liderada por Pablo Beltrán fue socializar con el Comando Central (Coce) de esta estructura guerrillera los protocolos bajo los cuales se retomarían las negociaciones con el Gobierno del presidente Gustavo Petro, así como las dinámicas que se podrían manejar teniendo en cuenta otros procesos de paz.

En ese sentido León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) no descarta que el ELN pueda manejar un esquema de negociación similar al pactado en el gobierno Santos; es decir, que los diálogos inicien en Noruega o incluso en Venezuela y después en otros territorios acordados con la delegación del Gobierno nacional. Incluso, adelantó que la delegación de la activa guerrilla quiere incluir a Brasil, pero ello depende de cómo transcurra la segunda vuelta presidencial entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva.

En ese orden, si el candidato del Partido de los Trabajadores gana el balotaje que está programado para el próximo domingo 30 de octubre, la delegación del ELN propondrá a ese nuevo gobierno que sea garante del proceso con el Estado de Colombia. Además, el experto en conflicto armado también ve con buenos ojos la reapertura de las negociaciones con esta estructura que, tras el desmantelamiento de las Farc, quedó como la guerrilla activa más antigua del país.

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Incluso, plantea un escenario optimista y afirma que el ambiente actual de diálogos es mejor respecto del que hubo durante el gobierno Santos, pues ya hay un cese bilateral de acciones armadas. Además, se han planteado otras acciones que permitan un mejor clima de cara a la reinstalación de la mesa, como la declinación de los pedidos de extradición de dos cabecillas del movimiento subversivo y actuales integrantes del equipo negociador.

Sobre esto, el canciller Álvaro Leyva manifestó que esta medida planteada por el presidente Petro se da como objeto de consolidar los lazos que están tejiendo los procesos de paz, ya que estos deben ser consecuentes con las conversaciones que están gestando.

“Usted no puede hablar con una persona buscando la paz y a la vez solicitar su extradición, sería un contrasentido y más bien sería una declaratoria de guerra alterna” añadió el funcionario que lideró el primer viaje que tuvo el Gobierno nacional a La Habana como muestra de su compromiso con avanzar en el proceso que acabe con el conflicto entre ambas partes.

Igualmente, Leyva Durán rememoró que levantar esas órdenes de extradición hace parte de los protocolos que se han firmado con este grupo ilegal. Así pues, no es descartable que el gobierno de Gustavo Petro acceda a levantar otras solicitudes de extradición que se presenten a otros integrantes de esta guerrilla, que sean parte de la delegación representante de los diálogos de paz.

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