Este jueves 29 de septiembre, la Misión de Observación Electoral de Colombia (MOE) socializó los resultados de una encuesta sobre violencias políticas adelantada en conjunto con el Departamento de Investigaciones de Conflicto y Paz de la Universidad de Uppsala (Suecia), respondida por 512 candidatos al Congreso de Colombia que participaron en las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo. Dicha encuesta reveló que al menos el 83 % de los encuestados sufrió al menos uno de doce tipos de violencias relacionadas con el ejercicio de la política.
De forma específica, los tipos de violencia por los que se preguntó en la encuesta fueron: ataque físico (violencia física), amenazas de lastimar a personas que trabajan para ellos o miembros de su familia, un acercamiento físico que haya hecho sentir amenazado al candidato, mensajes ofensivos o agresivos por redes sociales, correo electrónico o mensaje de texto (violencia psicológica), acoso sexual o comentarios agresivos hacia su género o sexualidad en persona, por llamadas o en redes sociales, correo electrónico o mensaje de texto (violencia sexual), y vandalismo contra la propaganda electoral o los bienes del candidato, como su casa o carro (violencia económica).
Uno de los puntos más llamativos de la investigación es que, para el 71 % de los participantes, los espacios digitales fueron los principales escenarios de violencia en su contra. Asimismo, una de cada tres candidaturas reportó ataques físicos o amenazas en su contra. Las situaciones violentas se presentaban tanto en candidaturas identificadas como de gobierno, opositoras o independientes con respecto a la presidencia de Iván Duque Márquez.
La MOE subraya, no obstante, que estas violencias son aún más reiterativas en candidatos que pertenecen a poblaciones subrepresentadas en la política, como las mujeres, las comunidades étnicas y las zonas donde eran elegidas curules de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (Citrep). En el primer caso, una tercera parte de las mujeres encuestadas —especialmente en el rango de los 25 y los 45 años— reportó haber recibido comentarios ofensivos y mensajes con contenido sexual o siendo víctimas de actos de acoso sexual.
“Las mujeres afirmaron más que los hombres que los comentarios ofensivos que recibieron durante la campaña de 2022 usualmente se referían a su rol en el hogar (24 % mujeres vs. 12 % hombres), a su trayectoria profesional (39 % vs. 22 %), a su apariencia física (28 % vs. 22 %) y a su vida sentimental o sexual (20 % vs. 14 %)”, aseguró Viviana Sarmiento, profesional especializada en género de la MOE y una de las coautoras del estudio.
En el caso de las candidaturas de curules étnicas y Citrep, ellos recibieron más violencia física y amenazas contra su vida por parte de grupos armados. Lo anterior obedece a que estos grupos poblacionales viven, en su mayoría, en zonas de conflicto armado en donde la disputa territorial entre grupos armados es frecuente y en las que el liderazgo social y político es sinónimo de alto riesgo.
“Las candidaturas de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (Citrep) están especialmente afectadas por la violencia física en comparación con el resto de las candidaturas. El 47 % de los candidatos y candidatas a las curules de paz reportaron esta situación, frente al 27% del resto de candidaturas. Y en cuanto a los actos de intimidación, estos fueron reportados por el 70% de las candidaturas Citrep versus el 49 % del resto de candidaturas”, dijo Luisa Salazar, del Gender Hub de la Universidad de los Andes y coautora del estudio.
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