Este jueves 29 de septiembre fue anunciado un acto simbólico por la paz en el municipio de Buenaventura (Valle del Cauca), uno de los más golpeados por la delincuencia organizada y la ausencia de servicios del Estado. Este evento tendrá lugar el próximo domingo 2 de octubre a partir de las dos de la tarde en el barrio Juan XXIII, a propósito de las muestras unilaterales de paz que están declarando Los Shotas y Los Espartanos, dos bandas criminales que se disputan el territorio del distrito portuario.
Ambos grupos han alcanzado compromisos de cesar los homicidios y frenar las actividades para la defensa de las fronteras invisibles. Además, según el arzobispo de Buenaventura, Rubén Darío Jaramillo, la Conferencia Episcopal de Colombia tiene preparado para ese día “un gran comunicado en favor de la vida y la paz en todo el país”, convenido con el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda.
El sacerdote aseguró que los diálogos de paz se ejecutarán en diversos lugares del país, “pero el proceso que llevamos en Buenaventura con los grupos al margen de la ley va más adelante”, al punto de que se obtuvieron los resultados ya mencionados, por lo que se tomó la decisión de que esta acción afirmativa se hiciera desde ese territorio, a manera de piloto.
“El acto simbólico por la paz en Buenaventura, donde vamos a poder sellar un pacto de no agresión, de respeto a la vida, de acabar las fronteras invisibles. Invitamos a toda la comunidad para que nos acompañen con la oración, con la reflexión y que ante todo podamos creer en un proceso que, con la ayuda de Dios, vamos a sacar adelante. Estamos, entonces, caminando siempre hacia una paz total”, manifestó el religioso.
Según lo que Jaramillo le aseguró en entrevista a la emisora RCN Radio, el progreso de estos diálogos también se pueden medir por la reducción de homicidios, ya que en mes y medio solo se ha reportado uno por cuenta de estos grupos delictivos —antes del inicio de los diálogos, se contaban hasta 25 muertes violentas por mes—. También se registró una reducción en las balaceras.
En otra entrevista dada por el presbítero a la revista Semana, hay al menos tres actividades planteadas para la integración de ese día: “Vamos a jugar unos partidos de fútbol, celebraremos la eucaristía y haremos un almuerzo comunitario”. Además, Jaramillo compartió los sueños y esperanzas que le han hecho saber los integrantes de estas bandas criminales: “quieren estudiar y formar pequeñas empresas (...) esto es una voz de esperanza en nuestro país”. Por ello, pide al Estado y al sector privado que muestre voluntad para la reincorporación de estas personas a la vida civil.
“Si nosotros enviamos la productividad a la nación, enviémosle la humildad y la hermandad a la nación, para que así nos vean como personas diferentes, unidas”, pidió José Ibert Mosquera, integrante de la Junta de Acción Comunal de Juan Juan XXIII y participante en los diálogos, para el noticiero local Xto.
Cabe recordar que Los Shotas y Los Espartanos son dos divisiones de una sola banda delincuencial, que se denominaba La Local y dentro de la cual comenzaron disputas internas. Estas dos organizaciones buscan apoderarse del control territorial de todo el puerto, dejando como rezago un fuerte impacto en la comunidad, pues los asesinatos, desapariciones y extorsiones son un común denominador en la operación de las mismas.
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