Estudiante de diseño industrial identificó una lengua indígena colombiana que está a punto de desaparecer

Camilo Gavilanes, a través de dos metodologías, identificó cómo la lengua del cabildo inga de Palmira estaría a punto de desaparecer, junto con el 90 % de las casi 6.000 lenguas existentes en el mundo

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Jhoan Camilo Gavilanes Filigrana, estudiante
Jhoan Camilo Gavilanes Filigrana, estudiante de Diseño Industrial de la Universidad Nacional, recopiló la información de 42 personas pertenecientes a familias dedicadas al comercio, enfocadas en sus creencias culturales, ofreciendo productos artesanales, de medicina ancestral, médico-religiosos y textiles.

La interpretación que se ha hecho hasta el momento por la posible pérdida de la lengua del cabildo inga asentado en Palmira, Valle del Cauca, se debe a la pérdida cultural y la falta de inclusión de las lenguas indígenas tanto en los modelos y procesos de enseñanza como en el desarrollo de materiales educativos y en la formación de maestros bilingües.

La población de los ingas representan el 1.1 % de los indígenas en Colombia. La comunidad vive en tres departamentos: Cauca (4,4 %), Nariño (16,6 %) y Putumayo (62,4 %), con alrededor de 4.200 integrantes, según recoge la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional.

La caracterización hecha por la Alcaldía de Palmira reconoce como cabildos indígenas a tres comunidades: ingas, pastos y yanacunas. La investigación adelantada por la Universidad Nacional con sede en Palmira busca caracterizar, preservar y transmitir la lengua del cabildo indígena inga asentado en esta ciudad del Valle del Cauca.

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Los resultados de la investigación demostraron la viabilidad del diseño industrial para trascender de productos tangibles a la solución de problemas sociales y culturales.

Jhoan Camilo Gavilanes Filigrana, estudiante de Diseño Industrial de la universidad, recopiló la información de 42 personas pertenecientes a familias dedicadas al comercio, enfocadas en sus creencias culturales, ofreciendo productos artesanales, de medicina ancestral, médico-religiosos y textiles.

Gavilanes utilizó dos metodologías: el enfoque de innovación centrado en el ser humano, llamado Design Thinking o pensamiento de diseño, y la metodología participativa, a través de estas formas de investigación pudo obtener resultados y posibles soluciones al problema de la pérdida del lenguaje nativo en esta comunidad.

El proyecto contempló cuatro fases: analizar, crear, entregar y validar.

Utilizando estos dos métodos el estudiante constató que aunque más del 60 % habla y usa su lenguaje, apenas el 19 % lo habla, lee y entiende a cabalidad, mientras el 38,1 % tiene un dominio bajo. Gavilanes concluyó que si una “comunidad, cuanto más pequeña, más propensa a perder su cultura”.

Esta investigación se suma a la problemática que atraviesa el mundo, ya que de las 6 mil lenguas existentes, el 90 % están a punto de desaparecer. Además, se estima que sólo el 30 % son usadas por las nuevas generaciones, mientras el 50 % no se trasmite de padres a hijos.

En Colombia predomina la lengua castellana y hay más de 69 lenguas maternas, dos de estas son criollas, así como están la lengua de señas, la romaní y 65 lenguas indígenas.

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Camilo propuso crear alternativas para evitar la pérdida de la lengua y la cultura de la comunidad inga. Señaló que lo vital es compartir con los integrantes de esta etnia, quienes a través de dibujos y otras manifestaciones le explicaron su cultura, música, celebraciones, comida típica, relatos populares y vestuario.

A través de una propuesta audiovisual, Camilo muestra gráficas de la cultura inga en narraciones en la lengua nativa con subtítulos en español.

Según dijo Gavilanes a la agencia de noticias de la Universidad Nacional, “los resultados de este trabajo muestran que el campo de acción para los diseñadores industriales no es algo sólido ni fijo; es más, el diseño debería dar soluciones, no solo para mejorar la calidad de vida si no para generar calidad de vida, ya que la disciplina se relaciona directamente con las personas”.

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