El representante de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Ernesto Vargas, se presentó este miércoles ante el pleno del organismo y aseguró que busca ser un promotor de consensos, tras ser designado para este cargo por el presidente de la República, Gustavo Francisco Petro.
El funcionario, quien también fue comisionado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló que la construcción de la paz en Colombia y el cambio de enfoque en la política hacia el tráfico de drogas serán dos de los temas principales que el nuevo gobierno busca promover en el ámbito internacional.
“Debemos ser conscientes de que la lucha contra las drogas ha fracasado”, sentenció ante el Consejo Permanente de la OEA en Washington.
La llegada de Vargas al organismo estuvo rodeada de polémica, ya que pocos días después de que el presidente Petro se posesionara como jefe de Estado, la representación del país estuvo ausente en una reunión del mencionado organismo multilateral, que se realizó el pasado 12 de agosto, para condenar al Estado de Nicaragua por la violación de derechos humanos, persecución de miembros de la Iglesia Católica y el encarcelamiento de líderes de la oposición.
Se debe recordar que sobre aquel episodio, el funcionario argumentó que no se había presentado a la sesión porque su nombramiento todavía no era oficial, aunque posteriormente en el informativo de televisión Noticias Caracol establecieron que el gobierno dio órdenes de que no hubiera representación ese día en en el organismo interamericano por razones estratégicas y humanitarias.
Para Vargas no se trataba de manera alguna de cohonestar con las violaciones a derechos humanos en el país centroamericano con la postura que tomó el canciller, Álvaro Leyva, y que llevó a una amenaza de moción de censura por parte del partido Centro Democrático, el de oposición en el país y que lidera el presidente Álvaro Uribe Vélez.
Y es que desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que en su primer año dejó al menos 355 muertos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La crisis se agudizó en noviembre pasado, con la reelección de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, con siete rivales de la oposición en la cárcel y dos en el exilio, tras lo cual se desató una segunda ola de cientos de miles de migrantes hacia el exterior.
No obstante, el nuevo embajador de Colombia ante la OEA no aludió a dicha controversia en su primera intervención en ese organismo, y por el contrario aseguró que buscará promover el consenso y ser un defensor de los valores democráticos en su nuevo cargo.
Además de dar un discurso inicial ante los 35 países miembros, el embajador colombiano presentó un documento que se votará en la Asamblea General en Lima, la próxima semana, con el que se busca dar un respaldo al proceso de paz en el país y a los acercamientos para lograr un cese del conflicto con el resto de organizaciones criminales que delinquen en Colombia.
El borrador de la declaración, al que dieron ya su apoyo este miércoles los embajadores de México, Canadá y Argentina, valora de manera positiva los esfuerzos del gobierno del presidente Petro que están encaminados al logro de lo que en esta nueva administración denominaron como Paz Total.
(Con información de la agencia EFE)
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