El senador y exnegociador de paz en el proceso de La Habana, Humberto de la Calle, compartió una reflexión el miércoles 28 de septiembre a través de su cuenta de Twitter. Lo hizo a propósito del encuentro que sostuvieron en la Casa de Nariño el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su antecesor, Álvaro Uribe Vélez, quien además es el líder natural del partido Centro Democrático, opositor del gobierno izquierdista de Petro.
Las declaraciones de Uribe tras la reunión privada con el mandatario han calado con fuerza en la opinión pública. Por ejemplo, pidió a los simpatizantes de su partido dejar de estigmatizar a Petro, siempre y cuando se deje de calificar al partido uribista como ultraderechista. También expresó su voluntad de “contribuir para que el gobierno de Petro se entienda de democracia social, no un gobierno del fracasado socialismo”.
El senador expulsado del partido Verde Oxígeno, que se declaró en independencia con respecto a la presidencia del líder del Pacto Histórico, recordó que Uribe ejerció una oposición recalcitrante y cerrada al gobierno de Juan Manuel Santos, mandatario entre 2010 y 2018.
“Estupendo (que) Uribe discuta de manera tranquila con Petro. Pero paradoja: con Petro, su antagonista radical, sí se pudo. Con Santos, menos distante ideológicamente, hubo ferocidad. ¿Cuánta polarización tuvimos que soportar por razones al menos parcialmente personales?”, afirmó el congresista.
Ahora, Uribe ya había dado su opinión al respecto este martes, antes de que De la Calle hiciera este señalamiento. Según el expresidente, el gobierno Petro ha mostrado disposición de escuchar al partido de derecha y atender sus reparos con respecto a temas que consideran cruciales, como la economía y la invasión de tierras. Incluso han considerado a Uribe un canal de la derecha a Petro: “A mí me llaman o me escriben para que le diga al presidente Petro que la fuerza pública debe proteger a los colombianos por las invasiones”.
Cabe recordar que Juan Manuel Santos se hizo presidente de Colombia en 2010 con el respaldo de Uribe y del Partido de la Unidad Nacional, que en aquel entonces llevaba las banderas uribistas. Santos, quien fuera ministro de Defensa de Uribe y durante su gestión asestó golpes contundentes contra la guerrilla de las FARC, era considerado uno de los pupilos presidenciables más entrañables del exmandatario.
No obstante, tiempo después de ganar la presidencia, hizo pública su intención de adelantar diálogos de paz con ese grupo insurgente, una decisión que iba en total contravía con la visión de país de Uribe, a quien de cierta forma le debía el haber alcanzado ese lugar. Al exmandatario le parecía aún más frustrante que Santos desatendiera por completo sus recomendaciones.
Ese estado de incomunicación motivó a Uribe a crear el partido Centro Democrático en 2013, para separarse de la Unidad Nacional junto con aquellos políticos que todavía creían en un proyecto de país como el que se ejecutó entre 2002 y 2010. La cruzada más intensa que emprendieron fue la oposición a los diálogos de La Habana: ellos lideraron la campaña para rechazar la implementación del Acuerdo Final en 2016 y después reprocharon que se ejecutaran de todos modos.
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