Se revelaron nuevos detalles de la serie de Netflix basada en la vida del asesinado futbolista Andrés Escobar

El nombre de Andrés Escobar es uno de los más recordados y sonados en la historia del fútbol colombiano, no solo por la prometedora carrera que tenía el jugador de Atlético Nacional, sino por aquel autogol contra Rumania en el Mundial de 1994 que no solo catapultó la eliminación temprana de la Selección Colombia, sino que terminó por costarle la vida, según una de las versiones que se maneja sobre su muerte.

El zaguero central fue asesinado a las afueras de la discoteca El Indio, de Medellín, a manos de un hombre que, después de reclamarle por su error en el campenato internacional, lo atacó con un arma de fuego. Los disparos que acabaron con su existencia se alojaron en un pulmón, el estómago, el cuello y el antebrazo izquierdo.

Y aunque de eso ya han pasado 26 años, Netflix decidió remover viejas heridas con una nueva serie llamada ‘Goles en contra’, la cual busca contar varios detalles alrededor de la vida y muerte de ‘El caballero del fútbol’.

Protagonizada por el actor Juan Pablo Urrego, esta producción de seis episodios llegará a la plataforma el próximo 2 de noviembre y hablará también sobre aquella época dorada de la Selección Colombia y cómo la violencia en el país también la permeó.

En cuanto al resto de actores que conformará el elenco de ‘Goles en contra’ destacan Jhon Alex Castillo como Francisco Maturana, Laura Archbold como Pamela Cascardo (novia de Andrés Escobar) y Fernando Bocanegra representando a Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez.

La miniserie también tendrá a un grupo de actores naturales, los cuales se van a encargar de representar a otras estrellas de fútbol colombiano, como René Higuita, Leonel Álvarez, Luis Carlos Perea, entre otros.

Tenía 27 años y estaba a punto de casarse con su novia. Se había recuperado de una delicada lesión de rodilla que lo había obligado a mantenerse alejado del fútbol por un tiempo y contaba con el respaldo del seleccionador nacional que había dicho que él sería el capitán y heredero natural de Carlos “El Pibe” Valderrama cuando este se retirara.

En Europa también hablaban de él y se decía que estaba muy cerca de fichar por el AC Milán para reemplazar al jugador italiano Franco Baresi, uno de los mejores defensores de Europa. Para entonces, Andrés Escobar era un jugador respetado e importante. Había conseguido la Copa Libertadores de 1989 con su equipo, la primera para un club colombiano, e integraba una de las escuadras más recordadas de la historia del fútbol nacional, aquel equipo que lograría clasificar de nuevo a un mundial, después de 28 años, tras la última y única participación en Chile 62.

Cuando fue asesinado, en julio de 1994, se dijo que había sido por motivo de unas diferencias entre personas que estaban asociadas con los malos negocios del narcotráfico. Parece ser que algunos de ellos apostaron a que Colombia tendría una mejor participación en el Mundial y no fue así. Perdieron mucho dinero. El país no logró asimilar lo que sucedía y se refugió en el dolor causado por la perdida. La muerte de Andrés Escobar era la confirmación de que las cosas no estaban bien y cada vez iban peor. La violencia era, y al parecer lo es todavía, el estado anímico por naturaleza de los colombianos.

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