La JEP completó la recepción de cuatro documentos de aporte temprano a la verdad por parte de excomandantes y otros exmiembros de las principales estructuras de las Farc-EP que operaron en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca, en los cuales han reconocido crímenes como homicidio, desplazamiento, reclutamiento y desaparición forzada, cometidos contra las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas en esa región del país.
Los reconocimientos de responsabilidad se han venido dando de manera paulatina desde 2021 y se completaron en el mes de septiembre en el desarrollo de las versiones que vienen entregando los comparecientes a la Jurisdicción en el marco del Caso 05, que priorizó la situación territorial en la región del norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca.
En estos actos restaurativos han participado comparecientes, víctimas indígenas, afrodescendientes y campesinas, el equipo defensa de los ex combatientes de las Farc-EP, apoderados de las víctimas acreditadas, delegados de la Procuraduría General de la Nación y de la ONU, y funcionarios de la JEP, quienes han intervenido conjuntamente en actos de reconciliación desde los territorios.
En el mes de septiembre de 2022, en un acto de carácter restaurativo hacia víctimas del Caso 05, excombatientes de la Columna Móvil Miller Perdomo reconocieron actos de reclutamiento de menores de edad, homicidio, desaparición y desplazamiento; y aceptaron haber afectado a las comunidades indígenas y afrodescendientes:
“Reconocemos que las extintas Farc-EP fuimos responsables de diversas afectaciones a las comunidades indígenas, específicamente como Columna Miller Perdomo los afectamos en las áreas donde transitamos y tuvimos zonas campamentarias”, dijeron los comparecientes.
“Reconocemos las afectaciones realizadas a las comunidades negras y los pueblos afrocolombianos en las áreas de operación en las que estuvo la Columna Móvil Miller Perdomo. Hoy nos damos cuenta de todos los daños que realizamos a las vidas, territorios, familias y comunidades”, concluyeron los comparecientes.
Es importante recordar que el primer aporte temprano a la verdad se dio el 8 de octubre de 2021 por parte de excombatientes de la Columna Móvil Gabriel Galvis en un acto restaurativo realizado en Cali con la presencia de víctimas del sur de Valle del Cauca. Allí, los comparecientes ante la Jurisdicción reconocieron, entre otros, la comisión de actos de homicidio, desplazamiento, reclutamiento de menores y desaparición, así como afectaciones específicas contra las comunidades indígenas y afrodescendientes.
El segundo aporte temprano a la verdad se dio el 28 de octubre de 2021, en un acto restaurativo realizado con la presencia de víctimas del Cauca, en el cual excombatientes que hicieron parte de la Columna Móvil Jacobo Arenas reconocieron, entre otros, actos de desplazamiento, homicidio, reclutamiento de menores de edad y desaparición forzada de integrantes de las comunidades del norte del Cauca.
Asimismo, reconocieron afectaciones a la población indígena y afrodescendiente: “Fuimos responsables del silenciamiento de vidas indígenas, de personas clave para la organización y la lucha de las comunidades indígenas”, dijeron los comparecientes en su momento y añadieron: “Queremos reconocer que afectamos las poblaciones afrocolombianas y las comunidades negras en el Cauca. La Columna Móvil Jacobo Arenas contribuyó a las afectaciones en las vidas y bienes de esta población”.
El tercer acto de aporte temprano a la verdad ocurrió el 16 de diciembre de 2021, en un acto restaurativo realizado para las víctimas del Cauca. En esa ocasión, excombatientes del Frente VI reconocieron, entre otros actos, homicidios, desapariciones forzadas, reclutamiento de menores de edad y desplazamiento.
También manifestaron haber afectado a las comunidades étnicas: “Reconocemos nuestra responsabilidad en las afectaciones a las comunidades indígenas de los municipios en los que hicimos presencia, con nuestra presencia alteramos su proyecto de vida y territorio, y afectamos el desarrollo de sus prácticas según su cosmovisión”.
Los comparecientes dijeron en esa ocasión: “Reconocemos nuestra responsabilidad en las afectaciones a las comunidades afrocolombianas de los municipios en que hicimos presencia, si bien nuestra área de operación constante fue la parte alta de los municipios donde no se encontraban comunidades negras, en la parte plana donde la mayoría de la población es afro, también se realizaron acciones de orden militar, en especial, hostigamientos a la fuerza pública, el uso de artefactos explosivos y acciones de control territorial dentro de la confrontación política armada”.
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