Dios salve al salchichón y a la butifarra: estos y otros alimentos ultraprocesados ya no tendrán impuestos con la reforma tributaria de Petro

El proyecto de reforma tributaria del Gobierno nacional ya no recaudaría 25 billones de pesos, sino 20 billones, debido a modificaciones realizadas en los últimos días

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El salchichón es uno de
El salchichón es uno de los alimentos ultraprocesados preferidos por los colombianos. FOTO: Archivo Particular

Una buena noticia recibieron los amantes de los alimentos ultraprocesados, como el salchichón. El ministro de Hacienda informó que este está en la lista de comestibles que estarán exentos de pagar el tributo en la próxima reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro.

El ministro afirmó que la tarifa de 10 % sobre el precio de venta se mantiene por ahora, pero solo aplicaría para los grandes productores. Así las cosas, las panaderías y productores pequeños estarán exentos de pagar este gravamen.

“Los impuestos de alimentos ultraprocesados y bebidas no se aplican a pequeños productores. Si el productor es una panadería de hasta cierto tamaño no se le cobrará el impuesto. Depende del nivel de ventas de la tienda. Si está por debajo de cierto nivel de ventas no se le cobrará”, dijo el ministro Ocampo a La República.

Entonces, los alimentos exentos de este impuesto, además de salchichón, son butifarra, salchichas, jamón, mortadela. chorizos. embutidos frescos y embutidos de carne.

Entre los impuestos que más ruido generan en la reforma está este a los ultraprocesados. Aunque muchos ciudadanos y organizaciones civiles apoyaron este punto, que entre sus objetivos principales tiene cuidar la salud de los colombianos, otros señalaron que afectaría principalmente a dueños de pequeños comercios.

Ante este conflicto el ministro Ocampo aseguró recientemente que entre los cambios que se le harán a la reforma hay uno que busca eximir al pequeño productor de pagar este porcentaje.

“Ese impuesto recae sobre el productor e importador. Vamos a establecer que el pequeño productor, por ejemplo, una panadería, va a quedar exento de ese impuesto”, explicó el ministro de Hacienda citado por W Radio.

El respaldo al impuesto a las bebidas azucaradas

Otro impuesto que levantó ampollas y tiene que ver con la alimentación es el de las bebidas azucaradas, que va en la misma línea del impuesto de alimentos ultraprocesados y busca cuidar la salud de los colombianos.

No obstante, este recibió el respaldo de organizaciones civiles. Hace unas semanas más de 100 de estas reiteraron su apoyo a la reforma tributaria.

Los firmantes del texto, que vienen promoviendo esta acción desde hace varios años, señalaron que el aumento de los costos de estos productos podría ayudar a frenar su consumo y por ende los niveles de obesidad y diabetes en el país.

“Las organizaciones y personas firmantes manifestamos nuestro apoyo a la inclusión de un impuesto a las bebidas ultraprocesadas endulzadas en la reforma tributaria presentada por el gobierno de Gustavo Petro. Consideramos que esta es una medida necesaria para detener el aumento de las enfermedades no transmisibles asociadas al consumo de estas bebidas, garantizar el derecho a la alimentación adecuada y avanzar en materia de justicia fiscal”, aseguraron.

Así mismo, señalan que mientras gran parte de la población sufre de hambre, la obesidad crece “dramáticamente”. Destacan que esto lo evidencia los hallazgos científicos que no tienen conflicto de interés.

Particularmente, sustentan la declaración en los resultados de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) del 2015 que señalan que en Colombia el exceso de peso afecta al 56,5 % de los adultos y al 24,4 % de niños y niñas de 5 a 12 años. Explican que La obesidad y el sobrepeso facilitan la aparición de otras enfermedades como las cardiopatías, la diabetes, los trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Más allá de los efectos en la salud, las organizaciones también exponen que el alto consumo de las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados también tiene efectos en la soberanía alimentaria.

Así las cosas, sostienen que “una política fiscal justa” ayuda a cerrar brechas de desigualdad y también contribuye a “desincentivar conductas nocivas para la población”.

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