El debate sobre la abolición o continuación de la práctica de las corridas de toros en el país tiene ya una larga data de existencia. Fue, sin embargo, el pasado 26 de junio, que la discusión tomó mucha más fuerza luego de que ocurriera una masiva tragedia en El Espinal, Tolima, cuando el derrumbe de las gradas del espacio en el que se desarrollaban las corralejas dejó a su paso la muerte de cinco personas. Al Congreso llegaron alrededor de 400.000 firmas de ciudadanos que apoyan la eliminación de este tipo de actividades, no solo por el peligro que le significa a quienes participan, sino también por la tortura que esto conlleva sobre los animales.
En horas de la tarde del pasado martes 27 de septiembre, entonces, se anunció el inicio del debate del proyecto de ley que busca, precisamente, la prohibición de las corridas de toros en Colombia. Para quienes apoyan la idea de abolir estas prácticas, las conclusiones del encuentro no fueron positivas, de hecho, fue la representante a la Cámara por Bogotá, Cathy Juviano, quien detalló que se había aprobado una nueva maniobra que tendría como fine extender más la discusión.
“Lamentable a esta hora la Cámara de Colombia, se aprueba una nueva maniobra dilatoria para hundir el proyecto que prohíbe las corridas de toros: aprobaron subcomisión para ir por el país a ‘socializar’ el proyecto. En la práctica, esto implica que el proyecto se hunda por tiempos”, detalló la funcionaria a través de sus redes sociales. Es de recordar que la tragedia ocurrida en El Espinal, que además de cinco personas muertas dejó a 500 heridas, hizo que la Corte Constitucional manifestara que en el país existe in ‘déficit normativo’ frente al polémico tema.
“Las actividades de entretenimiento y de expresión cultural con animales deberían continuar sin sanciones siempre y cuando los animales recibieran protección especial contra el sufrimiento y el dolor (...) déficit normativo del deber de protección animal porque el legislador privilegia desproporcionadamente las manifestaciones culturales”, comentó por aquellos días esa entidad.
Ya son siete las ocasiones en las que la iniciativa de eliminar las corridas de toros en el país se han hundido en el Congreso de la República. Fue justo por ello que en la tarde de ayer, se debatiera el tema en la Plenaria de la Cámara de Representantes, luego de que fuera aprobado en la Comisión Primera el 30 de agosto del año en curso. La iniciativa, según se informó en su momento, debía ser sometida a cuatro debates para ser una realidad en el país.
“Teniendo en cuenta la nueva composición del legislativo, que consiguió la representación de sectores históricamente subrepresentados, así como las nuevas dinámicas sociales que cada vez son más afines a la protección animal, creo que esta iniciativa por fin se convertirá en Ley de la República, siempre y cuando además se garantice el agendamiento de la misma”, puntualizó el Representante del Partido Liberal y líder de la iniciativa, Juan Carlos Losada.
“El Gobierno Nacional contará con seis meses, una vez se expida la ley, para garantizar programas efectivos de reconversión económica para las personas que demuestren que sus ingresos y sustento económico principal se derivan de las corridas de toros (...) La cultura es un movimiento, no es estático, tal como lo señala la Corte Constitucional. Es por esto que, el Congreso tiene la potestad de tomar medidas y desmentir la tesis que indica que los taurinos tienen protección constitucional”, añadió.
En la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, con el fin de manifestar apoyo al fin de las corridas de toros en el país, se radicaron 407.587 firmas digitales que se recogieron a través de la plataforma Change.org bajo la premisa “Colombia sin toreo”. Este idea, a su vez, la lidera Eduardo Peña, representante de la Organización Colombia Sin Toreo.
“Esta iniciativa ciudadana ha logrado concientizar a miles de personas sobre la importancia de detener estos espectáculos de tortura animal y así mismo se ha sentado un precedente ante el Congreso sobre la importancia de escuchar a una ciudadanía cada vez más activa e informada sobre los procesos legislativos”, destacó, por su parte, Marcela Almeida, coordinadora de Campañas de Change.org.
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