Las teorías en torno a la caída del vehículo de Gerardo Segura en el Salto de Tequendama en Cundinamarca han ido cambiando con el tiempo para buscar una respuesta a su repentina muerte. Ahora, una de las versiones que toma fuerza, es una falla mecánica que habría presentado el vehículo y que fue evidenciada por una persona que fue testigo del siniestro.
Aunque inicialmente se planteó que podría tratarse de un suicidio, la familia y cercanos al empresario señalaron que no era posible por su vida personal y sus planes. Así mismo quedó descartado que fuera acompañado de una mujer, pues únicamente fue hallado su cuerpo en el siniestro y no había pertenencias diferentes a las de Segura.
Fueron más de 60 horas de búsqueda por parte de los organismos de socorro y bomberos, quienes finalmente el pasado viernes hallaron los restos del hombre que iba al volante y automóvil tipo Chevrolet Aveo de color rojo, de placas RMW778, que quedó completamente destruido a causa de los múltiples botes en los 700 metros de abismo que rodó tras salirse de la carretera al mirador de San Pacho.
La vía tiene múltiples puntos de obra y en uno de ellos se encontraba John Bairon Forero, un joven paletero, que estaba a unos 50 metros del lugar donde cayó el vehículo y fue la última persona en ver a Segura con vida en su recorrido fatal del pasado 21 de septiembre.
Según se ha conocido, el hombre se desplazó por la carretera que conduce del municipio de Soacha a Mesitas del Colegio en Cundinamarca en la madrugada de ese día. El joven paletero, de acuerdo con lo dicho al diario El Tiempo, señaló que todo ocurrió entre las 12:20 y las 12:25 de la mañana.
Forero confirmó, inicialmente, que Segura viajaba solo. Lo supo porque debido a que la obra ocupa uno de los carriles, los vehículos deben esperar el paso. Cuando llegó a ese punto, se detuvo, y el joven lo alumbró con una linterna y solo vio una persona, y le dio el paso.
Contrario a las versiones iniciales que señalaban que el empresario viajaba en compañía de una mujer lo que habría puesto sobre la mesa un posible suicidio. Incluso se llegó a afirmar que era una compañera de trabajo con quien sostenía una relación, pero poco a poco se ha descartado la verdad de ese rumor.
“Yo vi cuando el carro subió porque llevaba una llanta averiada. El carro cruzó y yo dije: ‘Ese carro va vuelto nada, seguro se va a despinchar por allá’. Pero a los diez minutos volvió y bajó el señor y me mandó el carro por encima (...), cuando cogió la curva cogió vuelo y se llevó la cerca y cayó al vacío”, señaló Forero a El Tiempo.
Néstor Segura, el hermano y socio del fallecido empresario, manifestó también a ese medio que había notado las llantas lisas del vehículo, e incluso le había recomendado cambiarlas. Por lo que ahora es la teoría de una falla mecánica la que cobra relevancia en la investigación que ya está a cargo de la Fiscalía.
El vehículo lo había adquirido de segunda y estaba a nombre de Luisa Fernanda Méndez, una vecina a quien se lo compró y todavía no se había realizado el traspaso. Además, contaba con la revisión técnico mecánica en regla, de acuerdo con El Espectador, la última con fecha del 13 de enero pasado realizada en el Centro de diagnóstico Automotor (CDA) Soacha El Altico, además con las pólizas de seguro reglamentarias vigentes.
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