Fue histórico para la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) apoyar, por primera vez, un gobierno al llegar Gustavo Petro a la Presidencia de la República. Sin embargo, la cercanía con el mandatario no ha convencido a todos los miembros de una de las agremiaciones sindicales más grandes del país, que se encuentra dividida por el apoyo a la reforma tributaria.
Diógenes Orjuela, expresidente de la CUT y señaló que el “respaldo de la @cutcolombia a la Reforma Tributaria es renunciar a la defensa de los trabajadores, el pueblo y la Nación”, tras compartir un comunicado suscrito por cinco miembros del Comité Ejecutivo Nacional compuesto por 21 líderes sindicales.
A parte de Orjuela, el rechazo al respaldo expresado por la CUT a la reforma tributaria del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo que fue anunciado este 26 de septiembre, lo firman Victoria Avendaño, Laura Munévar, Timoteo Romero y Omar de Jesús Giraldo.
Los ejecutivos gremiales sostienen que el apoyo del OCDE, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las calificadoras de riesgo al texto fiscal evidencia una política neoliberal que privilegia impuesto regresivos, hacer del país un deudor viable, confiable y suplir los déficits existentes y continuar con el pago de la deuda externa.
“En esta reforma con el impuesto adicional, las gaseosas, producto de enorme consumo popular, quedan con un impuesto del 32%; lo mismo sucede con el aumento de impuestos a los alimentos ultra procesados; la reforma propone un impuesto a los plásticos de un solo uso donde se empaca casi toda la canasta básica”, señalan en el comunicado, por lo que en su concepto afectaría a las clases populares que el gobierno dice proteger.
Sostienen que el impuesto al carbono termina por afectar los combustibles y subirá 181 pesos el precio de la gasolina y 240 en del ACPM. “Este paquete de impuestos que afecta el bolsillo de la población en general y de los más pobres en especial, recaudaría alrededor de 5 billones de pesos. Si se eliminara los jugosos beneficios tributarios al sector financiero y asegurador, de ganancias billonarias, podría recaudarse el doble de estos impuestos contra el pueblo”, señalaron.
Por el contrario, aseguran que mantiene lo que denominan privilegios tributarios a empresas extranjeras frente a las nacionales en el impuesto de renta. “Las multinacionales más ricas, cerca de 500, solo tributan el 20% y las nacionales el 35% sometiéndolas a una desventajosa competencia”, sostienen.
Acuden a una crítica que también ha elevado Acopi respecto al tratamiento de las pequeñas y medianas empresas en el impuesto de renta. Señalan que la reforma considera una tasa igual para todas las empresas sin tener en cuenta las utilidades, por lo que sería un impuesto regresivo.
Acopi le propuso al presidente una tasa de 20 % para las más pequeñas y 25 % para las medianas y señaló que cuentan con apoyo del Congreso para esa modificación. Estas empresas, según el gremio, representan el 98 % del tejido empresarial del país y el 80 % del empleo.
“También es un golpe a la clase trabajadora en tanto atenta contra la calidad y cantidad del empleo. Es decir que en el escenario de las empresas la reforma no le saca un solo peso adicional, ni toca para nada a las multinacionales, esto complementado con las empresas que se localizaron en las zonas francas a las que no se les cobra impuesto del IVA”, señalaron los directivos de la CUT.
Rechazan el impuesto del 5 % a los títulos de deuda y el 3 % a los bancos y el sector financiero, que consideran tasas irrisorias que se mantienen en la reforma tributaria. Además, no están de acuerdo con que se graven las pensiones porque la mesada no es una actividad laboral y hacerlo por primera vez podría terminar por reducir el rango.
“La forma en que se plantea la nueva carga tributaria del impuesto de renta es regresiva en tanto la tasa efectiva de tributación es más suave en la medida en que más altos son los ingresos. Por ejemplo, golpea con mayor dureza a quienes bordean los 10 millones de pesos mensuales, y que son la mayoría siendo clase media, que a los que tienen rangos de ingresos más altos”, agregaron los líderes gremiales.
Consideran que el impuesto a las exportaciones de petróleo es un castigo para Ecopetrol que no tienen en cuenta los millonarios recursos que aporta al país, por establecer el impuesto a partir del precio de 48 dólares, que es común. Además, sostienen que en ese marco fiscal hay un sesgo en favor de multinacionales de carbón que “se les cobrará solo cuando el precio de la tonelada este por encima de 85 dólares, que poco sucede”.
Los miembros del Comité Ejecutivo señalan que esta es la primera vez que la CUT aprueba una reforma tributaria, lo que representa una afectación a la independencia que debe sostener esa agremiación independientemente del gobierno nacional y de los partidos.
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