Este lunes 26 de septiembre, después de 7 años de cierre, se realizará el acto protocolario de reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela. La Casa de Nariño confirmó esta mañana que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, estará presente. Una hora más tarde, el embajador en Caracas, Armando Benedetti, aseguró que el líder del régimen de Venezuela, Nicolás Maduro, no asistirá.
El evento de reapertura tendrá el lugar en el Puente internacional Simón Bolívar, que conecta a la ciudad colombiana de Cúcuta con el municipio de San Antonio de Táchira, en Venezuela. Desde el domingo se había confirmado, por parte de Colombia, la presencia del ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña; el ministro de Transporte, Guillermo ReyesÑ el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva Durán; el gobernador del departamento de Norte de Santander, Silvano Serrano, y los alcaldes de Cúcuta y Villa del Rosario.
La agenda indica que las delegaciones de ambos países se encontrarían en la mitad del puente a las 9:05 de la mañana; sin embargo, ante los protocolos de seguridad por la presencia del primer mandatario colombiano, es posible que el horario se retrase. Desde el puente los funcionarios extenderán un saludo a los asistentes, acto seguido se interpretarán los himnos de Colombia y Venezuela; después, habrá un intercambio de camiones con mercancías colombianas y venezolanas para exportación. El evento culminará con una rueda de prensa.
El régimen del vecino país no ha confirmado la asistencia de ningún funcionario, pero es altamente probable que esté presente el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, y el embajador en Bogotá, Félix Plasencia. Tampoco se conoce el contenido exacto de los camiones que van a pasar hacia Colombia, pero sí se sabe lo que hay en los contenedores colombianos: papel higiénico e insumos médicos.
Dadas las medidas de seguridad que requieren los asistentes, el cruce a través del puente solo estará permitido al público general a partir de las 12 del mediodía.
Existe la expectativa de que esta reapertura beneficie a la población de la frontera que ha estado sometida a la merced de las bandas criminales, las cuales se aprovechan de la necesidad de tránsito y mercancías para controlar los pasos irregulares o trochas. También beneficia a los empresarios interesados en expandir sus comercios.
Sin embargo, será paulatina, porque la infraestructura necesita mantenimiento tras años de desuso y el personal debe ser recontratado. Un ejemplo es el puente de Tienditas, que tiene la infraestructura más moderna y es el más amplio, pero no será habilitado aún porque todavía está bloqueado por contenedores que puso el régimen venezolano en 2019 cuando el opositor Juan Guaidó trató de ingresar al país, sin éxito, ayuda humanitaria.
“Este avance en el rehacer de las relaciones comerciales es muy importante para los dos países, para los dos territorios”, expresó el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano.
Sin embargo, Serrano es consciente de que este lunes arrancará un “proceso gradual” para “poder lograr la normalidad de esa relación (en la que) que no debió ocurrir esa ruptura, ese cierre”.
El intercambio bilateral, a pesar de los altibajos de las últimas décadas, alcanzó en 2008 un récord de 7.200 millones de dólares, pero el deterioro de la relación derribó en más del 90 % las cifras del comercio.
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