Invasiones a la propiedad privada en Colombia podrían llegar a las ciudades

Las invasiones a fincas y grandes extensiones de tierra se han convertido en un dolor de cabeza para el gobierno de Gustavo Petro; sin embargo, ahora en el populoso sector de Ciudad Bolívar, en Bogotá, se alertó sobre la posibilidad de que se repita el fenómeno

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People wearing face masks are
People wearing face masks are seen inside an apartment complex they illegally invaded, claiming they have no place to live, amid the outbreak of the coronavirus disease (COVID-19) in Soacha, Colombia April 30, 2020. REUTERS/Luisa Gonzalez

A pesar de los diferentes anunció del Gobierno Nacional, que en principio daban 48 horas para desalojar los predios invadidos por grupos que se autodenominadas minoritarios y reclamaban su “derecho ancestral” a esas tierras, sigue la problemática, pues los trabajadores y dueños de fincas señalan que no han recibido el respaldo de las autoridades.

Los ganaderos han formado diferentes grupos, que desde Fedegan señalan que no están armados, con el fin protegen sus territorios de estas invasiones, a lo cual el ministro de Defensa, Iván Velásquez, afirmó que no están dispuesto a dejar que de esta forma surjan grupos paramilitares.

El presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia, Fedegan, José Félix Lafaurie, señaló que están recolectando pruebas para entregar a las autoridades donde se evidencia que grupos delincuenciales en varios puntos de Colombia son los que están detrás de estas invasiones con fines económicos. También señaló que estas personas tendrían un modus operandi, pues con pintura en aerosol estarían marcando cuales son las tierras a invadir con días de antelación.

Mientras que la ministra de Agricultura, Cecilia López Montaño, ha señalado que hay grupos que están convirtiendo esta situación en un negocio, incluso, que tendrían la ayuda de algunos funcionarios departamentales, por cuenta de un intento de venta de estos predios.

Pero la problemática se estaría trasladando a las principales ciudades, por ejemplo, El Tiempo (ET) señaló que tiene en su poder una carta que alerta (dirigida a Junta Administrador Local de Ciudad Bolívar) sobre posibles toma dirigida a la la toma de las montañas de esa localidad por cuenta de una estructura delincuencial llamada ‘las abogadas’ con participación de varios funcionarios. Incluso, la comunidad ha señalado que estás invasiones están dejando sin agua a las casas.

Otro caso fue en Popayán, Cauca, donde el pasado 19 de septiembre cerca de 600 familias levantaron cambuches en predios de la gobernación que se encuentran ubicados en la zona norte de la capital del departamento.

Frente a este tipo de hechos, el fiscal general, Francisco Barbosa ha señalado que “para recaudar elementos materiales probatorios, proceder en la judicialización de los casos pertinentes y preservar los derechos fundamentales de los colombianos, incluidos el derecho a la propiedad”. Además, ha señalado que se han encontrado casos en los que “grupos delincuenciales y personas que lo único que quieren es usurpar derechos que no les competen”.

También, la procuradora Margarita Cabello ja señalado que se abrieron investigaciones a funcionario en diferentes puntos del país que estarían ayudando a la invasiones de predios por parte de estructuras delincuenciales que estarían buscando vender diferentes zonas o tierras.

Escalada de violencia en invasión de tierras

Este fin de semana escaló a un ataque armado que dejó al menos siete heridos y las acusaciones mutuas entre los diferentes grupos en conflicto.

El hecho se presentó en la finca El Chimán, un predio ubicado entre los municipios de Caloto y Guachené conocido como López Adentro, donde se ubica un grupo de indígenas que realizan lo que denominan “liberación de madre tierra”, correspondiente a la ocupación de predios que consideran parte de su territorio originario.

De acuerdo con el Consejo Regional Indígena del Cauca, sobre las 2:40 pm. “un numeroso grupo de personas, entre las que había afrocolombianos, portaban armas de fuego y dispararon a la comunidad liberadora que se encontraba en el lugar, todo esto bajo la mirada cómplice de la policía de la zona”.

Las autoridades indígenas aseguraron que los miembros de la comunidad que se encontraban en la zona fueron intimidados, agredidos y recibieron disparos por parte de esos civiles armados. En el hecho, siete personas resultaron heridas y tres presentan lesiones de gravedad. Dos de ellos recibieron impactos en el abdomen, uno en el hombro y otro en el pecho.

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