Los diálogos que desde hace varios días se llevan a cabo entre el Gobierno nacional y grupos armados ilegales para cimentar la paz total en el país ha generado todo tipo de reacciones en diversos sectores sociales y políticos. Si bien desde orillas afines al oficialismo hay voces de apoyo, en la oposición opinan diferente y cuestionan dichos acercamientos, especialmente el realizado con la Segunda Marquetalia.
Al respecto, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, ha afirmado que, a través de terceros, estuvo hablando con Iván Márquez, máximo comandante de esa disidencia de las extintas Farc. Esto le ha generado críticas al gobierno Petro, pero también respaldo como el manifestado recientemente por el expresidente Ernesto Samper.
A través de su cuenta de Twitter, el exmandatario habría justificado el incumplimiento al Acuerdo Final de Paz por parte de Márquez y otros cabecillas que integran otras estructuras residuales, afirmando que “Estoy con @ComunesCoL en el regreso de Iván Márquez y cientos de firmantes del Acuerdo de Paz” a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
En el mismo trino, Samper justificó su espaldarazo aseverando que Márquez y otros disidentes ”tienen el derecho porque salieron aterrorizados por el entrampamiento y amenazas de extradición y porque la premisa de la #PazTotal es que se puede barajar de nuevo”.
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Dicha declaración concuerda con la entregada por Danilo Rueda, quien el pasado 19 de septiembre dijo que contra excabecillas como Seuxis Paucias Hernández —Jesús Santrich— hubo un “entrampamiento” que tuvo por objetivo ser extraditados a Estados Unidos.
“(...) Lo que sí hay que decir es que existen todos los elementos de prueba, particularmente en Estados Unidos, donde agentes que participaron en esta operación han declarado ante instancias judiciales, señalando de qué se trató este entrampamiento”, manifestó el funcionario del Gobierno nacional en diálogo con RTVC. Además, el presidente Gustavo Petro también ha mencionado que hubo un “entrampamiento” sobre este exlíder guerrillero.
Bajo esas voces, el expresidente Samper sostuvo en que ahora cabecillas como Márquez tienen una ‘nueva oportunidad’ de someterse a la justicia aún cuando el mismo Acuerdo de Paz señala lo que debe ocurrir con aquellos exintegrantes de las Farc que incumplieron lo pactado en La Habana.
¿Qué establece el Acuerdo Final de Paz?
El quinto punto del documento (Acuerdo sobre las víctimas del conflicto), señala con respecto a la comisión de delitos posteriores a su firma que si la conducta delictiva hubiera ocurrido antes de la firma, el caso pasará por la Sala de Reconocimiento de la JEP, excluyendo la opción de extradición. Sin embargo, si el delito fue posterior a la firma el proceso será remitido “a la autoridad judicial competente para que sea investigada y juzgada en Colombia, sin excluir la posibilidad de extradición”. De acuerdo con voces del Gobierno nacional (incluyendo el jefe de Estado), ello habría ocurrido con Santrich y la extradición que pudo ejecutarse en su contra por el delito de narcotráfico.
Por otra parte, no es la primera vez que Iván Márquez traiciona un proceso de paz. Ya lo hizo en 1984 bajo el mandato del entonces presidente Belisario Betancur. Luego de acogerse a los Acuerdos de La Uribe (Meta), y tras ser elegido como representante a la Cámara por la Unión Patriótica, decidió empuñar las armas.
Luego de la firma de lo acordado en La Habana (2016), Márquez tuvo una nueva opción de hacer la paz a través de la participación en política por cuenta de los 10 escaños en el Congreso que otorgaba el Acuerdo.
Sin embargo, en 2019 anunció que volvería a tomar las armas a través de un video donde también aparecieron Santrich, alias El Paisa y Romaña. Contrario a lo que hicieron excabecillas como Rodrigo Londoño y Julián Gallo, este no decidió acogerse a lo pactado entre el Estado y la extinta guerrilla.
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