La ocupación de tierras que se adelanta en el norte del departamento del Cauca ha producido enfrentamiento entre indígenas, afrodescendientes y trabajadores de cultivos de caña que este fin de semana escaló a un ataque armado que dejó al menos siete heridos y las acusaciones mutuas entre los diferentes grupos en conflicto.
El hecho se presentó en la finca El Chimán, un predio ubicado entre los municipios de Caloto y Guachené conocido como López Adentro, donde se ubica un grupo de indígenas que realizan lo que denominan “liberación de madre tierra”, correspondiente a la ocupación de predios que consideran parte de su territorio originario.
De acuerdo con el Consejo Regional Indígena del Cauca, sobre las 2:40 pm. “un numeroso grupo de personas, entre las que había afrocolombianos, portaban armas de fuego y dispararon a la comunidad liberadora que se encontraba en el lugar, todo esto bajo la mirada cómplice de la policía de la zona”.
Las autoridades indígenas aseguraron que los miembros de la comunidad que se encontraban en la zona fueron intimidados, agredidos y recibieron disparos por parte de esos civiles armados. En el hecho, siete personas resultaron heridas y tres presentan lesiones de gravedad. Dos de ellos recibieron impactos en el abdomen, uno en el hombro y otro en el pecho.
“Se pudo establecer que había un alto grado de intención de letalidad en este ataque, pues se encontraron objetos que así lo demuestran. Si bien hasta ahora se desconocen los perpetradores de este suceso, sí se tiene claridad sobre el papel que estaría desempeñando la policía en este escenario”, señaló el CRIC.
El Consejo Regional sostuvo que se trata de una reiterada denuncia que han elevado sobre complicidad entre civiles armados y fuerza pública, con el objetivo de atacar a los que han adelantado labores de recuperación de tierras en ese sector del país, que denominan grupos paramilitares.
“A toda esta problemática se suma el rol de algunos funcionarios públicos que han dejado a un lado su imparcialidad y algunos han decidido tomar posturas peligrosas en respaldo a los grupos paramilitares que ejercen estas acciones que atentan contra la vida de las personas presentes en estos procesos”, concluyó el CRIC.
Ximena Bastidas, personera municipal de Guachené, aseguró a la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca ANOC que recibió un llamado de la comunidad para denunciar la toma del predio El Chimán por parte de indígenas, tras lo cual se dirigió a la zona para acompañar a la comunidad.
“En ese momento sacan un herido, es una persona afro que los indígenas lo hirieron. Obviamente yo tengo que salir y ver cuál fue la situación y veo que los indígenas lo que hacen es tomarse las viviendas y empezaron a dispararnos. Cuando veo que empiezan a disparar lo que hago es mostrarles el chaleco, que soy de la Personería, representante de los derechos humanos. No les dio nada, no tuvieron pudor, siguieron disparando, lo que hicimos fue proteger uno de los niños y tirarnos en el suelo”, sostuvo Bastidas.
La personera municipal sostuvo que mientras se resguardaba del ataque, se llevaron su motocicleta de la Personería XR 300 IUA69F, que pese a sus pedidos para que le dejaran el vehículo, no fue oída. “Nunca me había visto yo inmersa en medio de esta situación, de alguien que te empieza a disparar sin pudor, ni la fuerza pública no tuve el apoyo en ese momento de nada”, sostuvo la funcionaria.
Así, mientras Bastidas acusa a los indígenas de atacar a la población de El Chimán, los miembros del CRIC sostienen que se trató de grupos armados civiles que actúan con la venia de la fuerza pública. Ambas versiones coinciden en que esta última no prestó atención a los llamados de auxilio de las comunidades.
A raíz de los hechos de violencia que ya habían sido advertidos desde que iniciaron las acciones de toma de predios privados, se convocó una audiencia en la finca donde ocurrieron los hechos para tratar de llegar a un acuerdo que apuente a solucionar el conflicto.
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