El pasado 20 de septiembre, el polémico representante a la Cámara Miguel Polo Polo cumplió sus primeros dos meses en el Congreso de la República luego de que, después de un controvertido trasegar legal, logró posesionarse. Sin embargo, tal parece que le quedarían las semanas contadas luego de que el Consejo de Estado anunció que evalúa 12 demandas en su contra.
La mayoría de recursos buscan arrebatarle la curul de circunscripción especial afro que alcanzó en las pasadas elecciones legislativas. Dentro de las demandas contra Polo Polo también hay una en la Corte Suprema de Justicia. En la mayoría de ellas se cuestiona que el congresista se había declarado como indígena y luego compitió por representar a las comunidades negras desde ese escaño.
De hecho, la norma que sacaría al polémico tuitero de la Cámara de Representantes fue firmada en 2020 por el entonces presidente uribista Iván Duque, a quien Polo Polo defendió hasta el cansancio debido a sus cercanías ideológicas.
El entonces jefe de Estado reglamentó, en el decreto 1640, que para cursar una curul afro debían pertenecer a una de esas comunidades que representen a los afrocolombianos y raizales, además, debían contar con el respaldo de un consejo comunitario. En el caso de Polo Polo, este se quedó sin el apoyo del Consejo Comunitario Fernando Ríos Hidalgo (Elegua) con el que alcanzó su curul en marzo pasado.
La comunidad decidió quitarle el respaldo por las polémicas posiciones que el representante ha manifestado hacia los negros, la comunidad LGTIQ, entre otros. Aseguran que su objetivo es luchar contra el racismo y promover la defensa de las comunidades negras, históricamente olvidadas por el Estado, por lo que consideran que Polo Polo no representa esos objetivos.
En esa línea, las 12 demandas que cursan en la Sala Quinta del Consejo de Estado, que fueron interpuestas por excandidatos a esa curul afro y otros detractores de Miguel Polo Polo, aseguran que, aunque el joven toludeño se avaló como afro en el Ministerio del Interior, ya no cumple con uno de los principales requisitos para seguir en ese cargo de representación popular.
“Sin ese requisito no era procedente su aval, pero de igual manera su inscripción como candidato y su participación en la elección que se llevó a cabo el 13 de marzo de 2020″, señaló Camilo Rivera, excandidato a esa curul por el consejo comunitario Afrozabaletas del Valle, en diálogo con el portal La Silla Vacía.
Aunque Polo Polo tenía la acreditación de afro, que inscribió dos meses antes de concursar por su puesto en la Cámara, en el 2019 había sido reconocido como indígena de la comunidad Isla Gallinazo, que tiene el aval del MinInterior como una minoría de asuntos para los aborígenes del país.
En ese entonces, el hoy congresista buscaba acceder a una beca para estudiar en la universidad y por eso pedía ser reconocido como miembro indígena, luego cambió de parecer pero para fines políticos y por eso se inscribió como candidato al Congreso mediante su supuesta acreditación como afrocolombiano.
Otros requisitos que habría incumplido el pupilo de la senadora uribista María Fernanda Cabal, que le imposibilitarían seguir legislando -de manera particular- sería que no tiene al día pertenecer al censo del respectivo consejo comunitario, o ser integrante de la expresión o forma organizativa de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. Además, le faltaría obtener una certificación que avale que es miembro de una comunidad afro, raizal o palenquera.
Según el mismo Consejo de Estado, Polo Polo es el actual congresista más demandado y por eso su Sala Quinta se encargará de definir si lo sacan o no de su cargo. En caso de que sí, los demandantes piden que se repita la elección de esa curul. Por ahora, el polémico joven no se ha pronunciado al respecto.
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