Indignación en Santander por madrastra que obligaba a niño a tener relaciones sexuales con un perro

Los cambios de comportamiento del menor de 13 años alertaron a su progenitora, quien denunció a la nueva pareja de su exesposo por someter a su hijo a vejámenes por no realizar labores del hogar

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Mujer que obligó a su
Mujer que obligó a su hijastro de 13 años a tener relaciones con un perro deberá responder ante la Fiscalía por delitos de acceso carnal violento agravado en concurso homogéneo sucesivo. Foto: Andina

Hay indignación entre los habitantes del municipio de Rionegro, Santander, luego de que las autoridades capturaran a una mujer que cometió aberrantes delitos sexuales contra su hijastro, un niño de 13 años. En las últimas horas, la historia atroz de lo que tuvo que padecer el menor de edad por causa de su madrastra se dio a conocer, luego de que la mujer de 41 años fuera judicializada.

La Policía Metropolitana de Bucaramanga informó sobre la captura de una mujer que obligó a un menor de edad a tener relaciones sexuales con un perro. Según pudieron establecer las autoridades en medio de la investigación, la cruel acción la realizó la mujer con su hijastro a manera de castigo para el niño.

Lo que explicó el coronel José Jaramillo, comandante encargado de la Policía metropolitana de Bucaramanga, la investigación inició luego de que la madre del menor se acercara a los uniformados muy preocupada, informando los cambios de comportamiento que tenía el menor, que intentó hasta atentar contra su vida, y las sospechas que ella tenía sobre esa mujer. “Hacía que un canino tuviera relaciones sexuales con él debido a que supuestamente no cumplía con las labores del hogar”, señaló el uniformado.

Tras las debidas investigaciones, las autoridades pudieron establecer que el menor de 13 estaba sufriendo un grave maltrato en su vivienda, causado por su madrastra. Por esto, el viernes 23 de septiembre las autoridades llegaron hasta la vivienda y capturaron a la mujer, acusada del delito de acceso carnal agravado en curso homogéneo y sucesivo.

Los hechos, según señaló la madre del menor, quien fue la primera en sospechar que esta mujer estaba atentando contra u hijo, se daban los días en los que el menor pasaba tiempo en la finca de su padre. En ese lugar, el menor de edad padecía el maltrato verbal y físico por parte de la nueva pareja de su padre, quien lo obligaba a realizar las labores de la casa.

Esto quiere decir que estos actos de zoofilia por parte de la mujer para ‘castigar’ al menor no ocurrieron en una sola ocasión, sino que se convirtieron en la pesadilla constante del niño cada vez que iba a casa de su padre. Su progenitora empezó a notar los cambios de comportamiento cada vez que regresaba a casa y descubrió lo que estaba pasando cuando encontró a su hijo intentando suicidarse. Inmediatamente la madre acudió a las autoridades para denunciar el aberrante caso.

Es un caso que nos tiene consternados. El caso ocurre en el municipio de Rionegro en Santander, en el cual, una exmadrastra se aprovechaba de este niño, ya que este menor de 13 años, digamos que no cumplía con sus labores en el hogar; esta señora hacía que un canino tuviera relaciones con él”, informaron en su comunicado las autoridades locales.

A través del personal de Infancia y Adolescencia los uniformados lograron obtener el material probatorio necesario para pedir una orden de captura contra la exmadrastra, quien fue capturada en zona rural del municipio. Al tiempo que se realizaba la captura, se revisaba el estado del menor de edad que permanecía con ella.

Según el coronel Jaramillo, encontraron al niño en “un estado emocional delicado y las afectaciones psicológicas son bastantes”, agregó que en las primeras indagaciones se conoció que el menor había intentado quitarse la vida en varias ocasiones. Por esto, la víctima se encuentra bajo supervisión médica mientras se restablecen sus derechos y se determina el paso a seguir para que pueda seguir con su vida.

Finalmente, el oficial recordó que “los menores de edad tienen unos comportamientos y nosotros como padres los debemos conocer y debemos saber cuándo cambian esos comportamientos. Tenemos el deber de educarlos, pero también hay que escucharlos y protegerlos en todo momento”.

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