El pasado 22 de junio, Elizabeth Loaiza dio conocer que su hija Mía nació en perfectas condiciones de salud y en medio de una familia que añoraba su llegada, pues bastante complejo resultó para ella quedar en embarazo, tras superar un cáncer de útero y la pérdida de un bebé al que esperaba tiempo atrás.
A partir de entonces, la modelo caleña se ha dedicado a compartir varios detalles sobre la pequeña, como por ejemplo, la técnica que utiliza con su esposo cuando la bebé no quiere dormir.
El método, llamado swaddling, consiste en envolver al bebé en una manta suave y realizar los siguientes pasos:
- Estirar la manta completamente y doblar una de sus esquinas
- Colocar al bebé sobre la manta boca arriba con la cabeza sobre la esquina doblada
- Enderezarle el brazo izquierdo al bebé y envolver la esquina izquierda de la manta sobre su cuerpo, y meterla entre su brazo derecho y el costado derecho de su cuerpo
- Doblar la parte inferior de la manta sin apretarle y colocarla bajo uno de los costados
- Enderezar el brazo derecho junto a su cuerpo y doblar la esquina derecha de la manta sobre su cuerpo, metiéndola debajo del costado izquierdo
- Asegurarse de que pueda mover las caderas y de que la manta no esté demasiado apretada
“Cuando se hace de manera correcta, puede ser una técnica eficaz para ayudar a tranquiliza el bebé y estimular su sueño. Es casi lo mismo a lo que las abuelas le llamaban “enchumbar” a los niños”, explicó Elizabeth Loaiza, previo a mostrar que también controlan las siestas de Mía con sensores y cámaras.
Sin embargo, según la revista NPunto, no todo respecto al swaddling son beneficios, pues también puede tener efectos adversos, como la posible aparición de infecciones respiratorias relacionadas con la rigidez a las que se ve expuesto el bebé al estar envuelto, así como incrementar el riesgo de muerte súbita y generar displasia de cadera.
Esto no es lo único sobre la cual ha hablado Elizabeth Loaiza después del parto, pues hace poco también dejó al descubierto que por miedo al “mal de ojo” no quería mostrar el rostro de su hija en redes sociales.
“Juan Pablo, el papá de Mía, dijo que no la iba a mostrar hasta que tuviera más de dos meses porque hay muchos mitos acerca del tema. Uno de ellos es el ojo, estuve leyendo acerca de este y dice: ‘La idea se apoya en el poder de la mirada, o mejor dicho, de la energía que emana la mirada, que puede tener intenciones claramente benéficas o maléficas’. Es por eso que cuando alguien recibe una mirada maliciosa, portadora de malos deseos, envidia o celos puede sufrir mal de ojo”, aseguró aquella vez.
Posteriormente, Elizabeth Loaiza comentó que consultó el tema con la esposa de un tío suyo, quien es oriunda del Amazonas y cree mucho en el tema, y ella le confirmó que lo mejor era que no hiciera públicas las imágenes de su hija, al menos hasta que cumpliera un año y medio de vida.
A pesar de las recomendaciones y de creer que “la maldad existe”, la vallecaucana y su pareja no se aguantaron las ganas de mostrarle al mundo la cara de la pequeña, quien tiene los ojos claros, como su madre.
“Yo creo que la maldad existe, las malas energías existen, las malas personas existen, pero también creo en un Dios qué hay en el cielo, en las buenas energías, en las buenas personas y, sobre todo, creo en los milagros al mirar a este ser indefenso a los ojos. Mía Benavides Loaiza es un milagro del cielo y toda la gloria es para Dios (...) Así qué esta noticia del nacimiento de mi bebé arcoíris hay que darla y mostrarla con mucho orgullo, porque yo sé que existe el mal pero estamos blindadas con la sangre de Jesús”, agregó en una publicación que acompañó de varias fotografías con las que retrató los primeros días de su hija.
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