Estos son los departamentos donde está concentrada la producción de coca en Colombia, según las Naciones Unidas

El más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) señala que en Colombia, uno de los efectos que ha dejado esta labor ilegal, es la deforestación, superando incluso a otras actividades más destructivas, por ejemplo, la ganadería

Guardar
Erradicación de cultivos de hoja
Erradicación de cultivos de hoja de coca en San Pablo, Sur de Bolívar. (Colprensa - Álvaro Tavera)

El discurso del presidente Gustavo Petro en la 77° Asamblea General de las Naciones Unidas, dejó el claro mensaje de lo que él considera como un fracaso, hablando de la lucha contra las drogas. Colombia es uno de los países que está bajo la lupa, al punto que tanto la ONU, como el gobierno de los Estados Unidos realizan informes anuales, con cifras, en temas como erradicación, exportación y producción de estas. Pues la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, en su más reciente informe, además de destacar las tendencias hacia la legalización de algunas sustancias, por ejemplo, el cannabis, resaltó el impacto ambiental que tienen estas prácticas; en este último apartado el país, reseña, tiene unas serias implicaciones.

“Los cultivos ilícitos pueden afectar la deforestación directa e indirectamente. Según datos de dos regiones de Colombia, el cultivo ilegal de arbusto de coca podría causar directamente o estar indirectamente con el 43% y el 58% de la deforestación de la deforestación en esas regiones. Si el cultivo ilícito implica una deforestación previa, puede dar lugar a una importante huella de carbono adicional, ya que el CO₂ se libera a la atmósfera cuando se talan los árboles, y éstos dejan de absorber el carbono. Un nuevo estudio de investigación sobre la región amazónica occidental muestra que el cultivo ilícito de arbusto de coca impulsa la deforestación, pero, en menor medida que otras prácticas agrícolas (un 20% menos en Bolivia (Estado Plurinacional de), un 6% menos en Colombia y un 2% menos en Perú)”, explicó a UNODC.

Según el informe de la entidad, más allá de la erradicación y todo lo que conlleva la lucha contra las drogas, el factor ambiental es fundamental, considerando que es una parte integral y directamente relacionada, principalmente con su desarrollo; como ejemplo ponen a la región del Catatumbo, en Norte de Santander, donde destacan que entre el año 2004 y el 2014 la deforestación por estas prácticas fue superior entre un 2 % y 4 % que actividades como la ganadería y la agricultura.

La entidad hace un señalamiento contra la erradicación por aspersión aérea, asegurando que dejó unas graves implicaciones a la salud de las personas y al medio ambiente. Así mismo, criticó que muchos de estos cultivos se encuentren en “zonas con estatus de protección especial”, algunas que se encuentran en parques naturales:

“El cultivo aumentó en parques nacionales y siguió afectando a otros territorios de protección especial, como las reservas forestales, los resguardos reservas forestales, resguardos indígenas y tierras reservadas El impacto ambiental identificado en los parques nacionales incluye la contaminación del agua y del suelo y la deforestación”.

Las mayores concentraciones de cultivos, y que a su vez son los que mayor impacto tienen al medio ambiente, se presentan en el Putumayo y el Catatumbo, señalando que, tras una investigación sobre la huella de carbono, asegura que el cambio del uso de la tierra para estos cultivos genera una gran liberación de carbono a la atmósfera, entre 4 y 6 toneladas, que, considerando las cifras a nivel nacional, en el país el impacto ha aumentado unas 10 veces.

Así las cosas, las dimensiones que estima la UNODC de cultivos ilícitos en el país, que han tenido un gran impacto en la huella de carbono son:

“Solo un estudio realizado en 2019, evaluó la huella de carbono de producción de cocaína “de la cuna a la puerta”; la evaluación se basó en una valoración en dos zonas de Colombia: Catatumbo y Putumayo. En el Catatumbo, ubicado en el noreste de Colombia, 10.779 hectáreas de coca fueron cultivadas en 2015. En 2020, la cantidad de coca cultivada aumentó a 40.116 ha. En el Putumayo, en el suroeste de Colombia, se cultivaron 20.068 ha de coca en 2015 y 22.041 ha en 2020. El terreno de estas zonas va desde la selva tropical y los humedales hasta las montañas densamente boscosas, con una gran variedad de ecosistemas endémicos y una alta biodiversidad”.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar