Por qué está disminuyendo la compra de vivienda en Colombia

En comparación con las cifras previas a la pandemia, las cifras están disminuyendo, contrastado con el incremento de los costos totales y las cifras tras el COVID - 19

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Se estaría disminuyendo la compra de vivienda en Colombia Foto: Secretaría de Hábitat
Se estaría disminuyendo la compra de vivienda en Colombia Foto: Secretaría de Hábitat

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, el mercado inmobiliario en el país es de los que más se ha recuperado tras el parón económico, derivado del confinamiento por el COVID - 19; de acuerdo al Índice de Precios de Vivienda Nueva, los precios de los inmuebles han aumentado un 2,40 %, aunque contradictorio, esto podría ser una de las causas por las cuales los colombianos estarían dejando de comprar casa. No obstante, se estarían interesando por adquirir los inmuebles en el exterior.

Un estudio realizado por la firma Home Capital, estima que en lo que va corrido del año, la capacidad de compra de los colombianos ha disminuido casi el 20,3 %, con unos inmuebles con un valor promedio a los 241 millones de pesos, de dimensiones entre los 60 metros cuadrados y los 65 m².

Estas cifras se contrastan con las presentadas por el DANE, que señalan:

“Al comparar los resultados del segundo trimestre de 2022, con respecto al mismo período de 2021, el área en proceso para vivienda se incrementó 16,2%. Por tipo de vivienda, la diferente de interés social registró un incremento de 7,3% y sumó 4,9 puntos porcentuales a la variación anual. Por su parte, el área en proceso para vivienda de interés social creció 35,0% aportando 11,3 puntos porcentuales a dicha variación”.

Por precios, lo más “apetecido” son las Viviendas de Interés Social, VIS, las que actualmente tienen una serie de beneficios y subsidios para poder adquirirlas, principalmente para los jóvenes, que de hecho, se contrasta con la reducción de la construcción de la no VIS, pues es más fácil acceder a planes de financiamiento, entre otras facilidades de pago.

“En Latinoamérica, el 65 % de las personas que viven en renta son Millennials (nacidos entre 1981 a 1995) o Centennials (nacidos entre 1996 al 2000). La vivienda compartida es una opción para estas generaciones con tendencia al alza. Es más, 37 % de los Centennials busca o preferiría vivir con compañeros. Este estudio demuestra un comportamiento generacional a la hora de comprar vivienda, teniendo en cuenta los cambios en el estilo de vida, necesidades y prioridades”, destaca un análisis de Home Capital.

De hecho, finalizando el primer semestre del 2022, la compañía Galería Inmobiliaria manifestó que hay una disminución de la compra de vivienda en el país; la disparidad de las cifras es porque algunos las contrastan con las cifras que se evidenciaron durante la pandemia, mientras que otras lo hacen con los números registrados antes de estos confinamientos.

Es importante agregar que la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, advirtió que el sector de la construcción atraviesa un complicado momento, por la inflación, afectando el costo de las materias primas, que podría repercutir, con mayor intensidad, en el propietario al momento de la compra.

“Con los datos presentados por el Dane del Indicador de Costos de la Construcción de Edificaciones (Icoced) para el mes de julio, se encuentra que el aumento de los costos del 2022 frente al mismo mes de 2021 representa un incremento de 10,03 %. (...) A corte de mayo 2022 se registran los resultados más desalentadores desde finales de 2020. Por el lado de los hogares de ingresos bajos (2SML), se observa que los hogares que no cuentan con subsidio se alejan del segmento favorable (puntaje de 90.5). En esa misma línea, aquellos que sí cuentan con el subsidio registran un escenario preocupante en tanto han entrado en el segmentó desfavorable al presentar un puntaje de 95.5″, destacan en su informe.

De hecho, consideran que las decisiones que deriven de la reforma tributaria que se debate en el Congreso de la República, podrían tener serias repercusiones, que podrían seguir desestimando, o no, la adquisición de vivienda en Colombia.

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