El grupo de investigación CHEM-Car, de la Universidad Nacional de Colombia, diseñó y construyó a escala el vehículo Fura, que gracias a su precisión en el arranque y frenado según la distancia que debía recorrer (20 m) en 2 min, se hizo merecedor del premio en Perú, ocupando el primer puesto en la competencia regional Chem-E-Car, entregado en Lima.
Cada año, el Instituto Americano de Ingenieros Químicos (AIChE), la organización de ingenieros químicos más grande del mundo, convoca a estudiantes universitarios de todos los países para desarrollar vehículos a propulsión química, con el fin de promover la conciencia sobre la disciplina de la ingeniería química entre los líderes de la industria, los educadores y los futuros profesionales.
En Latinoamérica, la competencia Chem-E-Car se celebró el pasado mes de agosto en Lima (Perú), y en ella participaron siete equipos de Colombia, Venezuela y Ecuador. Por recibir el primer puesto, el grupo CHEM-Car UNAL podrá participar en noviembre en Phoenix, Estados Unidos, en una competencia mundial.
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“Nos sentimos orgullosos de este logro que nos ha permitido explorar el ingenio y la rigurosidad académica, para así plantearnos soluciones inmediatas durante la competencia. Además, ha sido una experiencia personal muy enriquecedora”, afirman los integrantes del equipo.
Al respecto, Nicolás Stiven Garay Gutiérrez, estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de la Sede Bogotá, menciona que, “el objetivo del grupo fue diseñar y manufacturar un carro a escala autónomo, es decir que funcione a partir de mecanismos y reacciones químicas que nosotros mismos debemos ingeniar y materializar”.
El vehículo Fura
El nombre de este vehículo es un homenaje a Fura, una especie de Eva creada por dioses indígenas para habitar las montañas de Muzo, en Boyacá.
Se mueve mediante las reacciones químicas que producen la interacción de aluminio, cobre o calcio, por lo que en un futuro podría ser una alternativa de movilidad sostenible, lo que lo hizo merecedor del primer puesto en la competencia regional Chem-E-Car, entregado en Lima.
El sistema de arranque se encuentra en la parte trasera del vehículo. Cada batería está compuesta por tres láminas, una de aluminio de 10 centímetros, una de cobre y una de papel filtro humedecido con una solución de hipoclorito de calcio o cal clorada de 70 % a 1 mol, que actúa como puente conductor de energía entre estas.
Al interactuar, estos compuestos producen un flujo de electrones que generan la corriente eléctrica que llega hasta el motor del vehículo e impulsa su arranque y movimiento.
El mecanismo de frenado se produce mediante una “reacción de camaleón”, es decir que presenta un cambio de color súbito. Para ello, sus creadores utilizan parte de una disolución de 0,01 moles de bisulfito de sodio o sal ácida, y de almidón, a la cual se le añade una disolución de 0,02 moles de yodato de potasio, compuesto utilizado principalmente como agente para el tratamiento de harinas.
Competencia mundial
El grupo CHEM-Car UNAL está conformado por diez miembros interdisciplinares: 7 estudiantes del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental, 2 del Departamento de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica, y 1 del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica.
Sin embargo, ahora la única dificultad que se le ha presentado al equipo ganador, son los viátivos para poder representar a la Universidad y al país en este competencia que se realizará en noviembre. El equipo está realizando diferentes actividades para reunir fondos que les permitan viajar a Estados Unidos.
Las personas que deseen apoyar esta iniciativa podrán comunicarse a través de la red social Instagram: @ChemECar_unalbog
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