De acuerdo con el universo de personas desaparecidas en Colombia, que construyó la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), durante el conflicto armado en el departamento del Casanare 1.886 personas fueron reportadas como desaparecidas, siendo los municipios de Aguazul, 293; Monterrey, 207 y Tauramena, 182, los de mayores registros.
La desaparición forzada es la sombra de Casanare. Según el Registro Único de Víctimas, desde 1985, en el departamento 1.024 personas fueron desaparecidas. Sin embargo, esta cifra varía en grandes cantidades con otros centros de análisis de la guerra en Colombia. Para The Human Rights Data Analysis Group, este número asciende a 2.553, más del doble, entre 1986 y 2007. Algunas ONG hablan de más de 6.000 desaparecidos.
Este martes 20 de septiembre y a propósito de la reciente conmemoración del día internacional de las desapariciones forzadas, las víctimas del municipio de Monterrey y del departamento de Casanare develaron un monumento en memoria de sus desaparecidos.
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La Unidad para las Víctimas expresó que de acuerdo con los voceros de las víctimas en Monterrey, “la escultura develada, del escultor Pedro Zamora, simboliza la lucha de todas las personas que siguen buscando para encontrar los cuerpos y entregarlos a sus seres queridos”.
Según la mesa municipal y departamental de Monterrey y de Casanare, el número de víctimas por desaparición forzada asciende a 4.686 personas, resaltó esta entidad nacional. La gestión para contratar la obra fue liderada por las delegadas de las víctimas de desaparición forzada del departamento Yaqueline Perdomo y Gloria Amparo Rodríguez.
Como una medida de reparación a las víctimas del conflicto armado en este municipio de Casanare, la Unidad para las Víctimas, a través de los esquemas especiales de acompañamiento comunitario (EEAC), efectuó la entrega de la primera dotación tecnológica para beneficiar a los afectados del área rural del municipio de Monterrey.
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La dotación incluye cuatro computadores de escritorio, cuatro impresoras multifuncionales y cuatro kits de tinta para recarga y fortalece los recursos físicos con los que cuentan estas juntas de acción comunal con núcleos de familias víctimas residentes en las veredas Bellavista, Brisas del Llano, Palonegro y la organización defensora de los derechos de las víctimas (OV) Huellas de Esperanza.
En otro punto, la entidad nacional señaló que:
“De esta manera, la Unidad para las Víctimas adelanta en este municipio del sur de Casanare estos procesos de reparación integral, donde se vienen desarrollando quince planes de retornos incluido el municipio de Monterrey, donde según la Red Nacional de Información (RNI) se han registrados más de 3.000 víctimas”.
Hay que anotar que el pasado 24 de mayo fue condenado el paramilitar Juan Carlos Zubieta por la desaparición forzada de cinco campesinos en Monterrey en 2003.
Los hechos se remontan al 15 de agosto de 2003, cuando los campesinos Luis Alfredo Castillo Castro de 28 años, Carlos Castillo Castro de 24 años, James Holguín Vargas de 42 años, Carlos Eduardo Suárez Carrillo de 55 años y Oscar Palomino de 18 años, partieron desde el municipio de Paratebueno rumbo a Trinidad, Casanare, en una combinada y un doble troque para desarrollar trabajos agrícolas por orden de su empleador, el señor Carlos González.
Según las versiones de los paramilitares, luego de retenidos los trabajadores, fueron conducidos hasta el puente del río Tacuyá y entregados al comandante paramilitar de esa zona, quien los retuvo alrededor de dos semanas. Durante este tiempo, las víctimas fueron torturadas y posteriormente asesinadas.
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